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Red Internacional
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OPINIÓN. De la crisis de las aerolíneas, los despidos y una salida anticapitalista

Con el cierre de centros turísticos a nivel internacional, las aerolíneas han declarado por más de 10 meses su “inminente bancarrota”, para justificar decenas de miles de despidos. Si éstas estuvieran nacionalizadas y bajo control de sus trabajadores ¿pasaría lo mismo?

Jueves 11 de febrero de 2021

La crisis económica resaltada por la pandemia ya había avanzado sobre el sector de transporte de carga y pasajeros aéreos. Según cifras oficiales, esta caída había sido dramática en el rubro de pasajeros durante los primeros meses del aislamiento, que se produjo a mediados del año pasado. Si bien este rubro no decayó a cero, las empresas reclamaron “importantes pérdidas” de más de 50% en la venta de boletos para transporte de pasajeros y a nivel mundial, un descenso en más de 40 millones de pasajeros.

Sin embargo, esta caída en los vuelos comerciales de pasajeros no tuvo el mismo efecto en el transporte de mercancía, que en el segundo semestre de 2020 manifestó una caída de 11.7%. Aeroméxico es la principal aerolínea con más volumen de mercancías transportadas, contabilizadas en aproximadamente 39 mil 470 toneladas métricas de mercancías el primer semestre de 2020.

La “preocupación” de las patronales del rubro se centran en la tasa decreciente de sus ganancias, pues sus estadísticas podrían parecer “alarmantes” si se comparan con las del año anterior (2019). Esta alarma se contrapone con las cifras oficiales, porque según datos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC) el tráfico aéreo fue menor, mas no se “desplomó”, pues se movilizaron más de 917 mil 313 toneladas en 2020, a comparación de las 1,039,174 toneladas del año anterior.

Aerolíneas vs trabajadores: Las “pérdidas” de las aerolíneas no deben ser pagadas por sus trabajadores

Este pánico generado por los dueños de las aerolíneas no proviene sólo de este país, sino que en todo el mundo se está adoptando la misma postura sobre la caída de la afluencia de pasajeros y la especulación en torno al cierre de fábricas y al aislamiento parcial de algunas ciudades de China. Esto alimenta la idea de una eventual caída de transporte de mercancías, aunque la tasa de ganancia a nivel internacional en el rubro mercantil sea sólo 10.6% menor a la del año, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

En este diario hemos visto cómo es que tanto aerolíneas estadounidenses como mexicanas han cobrado sus pérdidas con rescates multimillonarios, ya sea a través de financiamiento privado (Apollo) o con ayuda de programas estatales (Ley CARES). Aunque con el común denominador de que, a ambos lados de la frontera, han avanzado sobre los contratos colectivos de las y los trabajadores.

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Del lado mexicano están dos casos emblemáticos: de la huelga de Interjet, donde se reclama la falta de pagos, la resistencia contra la pérdida de conquistas laborales y la defensa del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT). Caso contrario el de Aeroméxico, donde la patronal logró someter a los trabajadores con recortes salariales y despidos, con la complacencia criminal de la burocracia sindical de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) y Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), que en el caso de Aeroméxico avaló el despido de más de 100 pilotos.

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Son variadas las estadísticas mundiales de despidos en aerolíneas internacionales: empresas aéreas en países como Tailandia, Qatar, Canadá y EEUU han avanzado en su política de despidos y recortes salariales a sus trabajadores, descargando una vez más el decrecimiento de su tasa de ganancia sobre las espaldas de quienes echan a andar las aerolíneas.

¡Se puede forjar una salida a favor del trabajador!

Por una salida anticapitalista

Las empresas, y el sistema capitalista en general, suelen medir sus utilidades en función de que éstas sigan creciendo en relación con el período anterior. No necesariamente “pierden ganancias” como argumentan los patrones y empresarios, sino que “ganan menos” y eso para ellos justifica el dejar a miles de familias trabajadoras sin sustento. Ahora con la pandemia encontraron el pretexto perfecto para asegurarse ganancias a corto y mediano plazo, así como avanzar en el ataque a la Contratación Colectiva y las conquistas laborales del sector.

Desde este diario opinamos que está en nuestras manos como trabajadores recuperar lo que nos han quitado, identificando a nuestros enemigos inmediatos: la patronal, las distintas instancias de gobierno y las burocracias sindicales traidoras.

Si las empresas argumentan tener pérdidas para justificar los despidos, es importante que lo demuestren con la apertura de sus libros contables y fiscales ante los trabajadores.

En caso de que se demuestre su bancarrota, las empresas pueden ser nacionalizadas por el Estado, y se pueden poner a funcionar bajo control de sus trabajadores y usuarios organizados, no sólo para así evitar la pérdida de las fuentes de trabajo, sino también para redefinir las prioridades en el sector, que éstas dejen de estar puestas en beneficio del capital, se concentren mejor en el transporte de recursos materiales, sanitarios y humanos para el combate de la pandemia en todo el país y el mundo.

Se hace urgente la necesidad de construir una fuerza coordinada entre trabajadores, que pueda poner a la patronal contra las cuerdas. Si como trabajador del sector aéreo deseas organizarte y saber más sobre la pelea por los derechos que como trabajadores nos han quitado, contáctanos a través de nuestras redes sociales.

Ante la terrible situación de incertidumbre que ya viven compañeros de Aeroméxico, Interjet y otras empresas del sector, hoy más que nunca debemos coordinarnos y llamar a un Encuentro Nacional Sindical, donde podamos discutir libremente sobre un plan de lucha para enfrentar los despidos y los recortes, así como la necesidad de recuperar nuestros sindicatos de las garras de los charros y burócratas sindicales, para que estos se conviertan en verdaderas herramientas de lucha para toda nuestra clase.