El pasado martes durante una protesta contra la brutalidad policial, el ejercito disparó con armas de fuego a un grupo de manifestantes en la zona del peaje de Leikki, en la ciudad de Lagos. Amnistía Internacional denunció el hecho, que recibió repudio internacional.
Miércoles 21 de octubre de 2020 14:04
EFE/EPA/AKINTUNDE AKINLEYE
Desde hace años se registran en Nigeria protestas contra la llamada SARS, la ahora ya disuelta Unidad Especial Antirrobo (SARS, por sus siglas en inglés) de la Policía nigeriana. Las denuncias de arrestos arbitrarios, torturas y asesinatos contra la unidad se acumulaban por miles y, aunque ahora está desbandada, sus miembros siguen causando estrágos contra la población trabajadora y pobre del país.
Desde la explosión del Black Lives Matter a causa del brutal asesinado a George Floyd las protestas en Nigeria tomaron cierta relevancia internacional y, con los últimos hechos, la situación se hizo inocultable
El epicentro de las manifestaciones del pasado martes se situó en el estado de Lagos, en el que se asienta la ciudad homónima, mayor urbe de África y corazón económico de Nigeria, donde las autoridades impusieron un toque de queda para contener las manifestaciones. Esa decisión se tomó tras varios días de protestas de #EndSARS ("Acabar con SARS").
La pasada noche, calificada por la prensa local como "martes negro", varias personas murieron por acciones de las fuerzas de seguridad en la zona de la barrera de peaje de Lekki en Lagos, urbe de unos 21 millones de habitantes, según la sección nigeriana de Amnistía Internacional (AI).
Amnesty International has received credible but disturbing evidence of excessive use of force occasioning deaths of protesters at Lekki toll gate in Lagos. #EndSARS #Lekki #Nigeria
— Amnesty International Nigeria (@AmnestyNigeria) October 20, 2020
"Amnistía Internacional ha recibido pruebas creíbles pero alarmantes de que el uso excesivo de la fuerza provocó la muerte de manifestantes en el peaje de Lekki en Lagos", escribió la organización pro derechos humanos en su cuenta de la red social Twitter.
Algunos medios aseguraron que al menos siete personas murieron en esa zona después de que el Ejército abriera fuego contra los manifestantes, que habían violado el toque de queda. Otros hablan de 29 personas (27 civiles y dos policías) que perdieron la vida en Lagos.
El gobernador del estado de Lagos, Babajide Sanwo-Olu, admitió hoy miércoles que se registraron al menos 21 heridos, de los que uno falleció en un hospital, si bien indicó que no tiene constancia de más fallecimientos.
"Para mayor claridad es imperativo explicar que ningún gobernador en activo controla las reglas de enfrentamiento de los militares” dijo en declaraciones a los medios, en un claro intento de despegarse del accionar represivo “No obstante, he ordenado una investigación sobre las reglas de enfrentamiento adoptadas por hombres del Ejército nigeriano que fueron desplegados en el peaje de Lekki anoche" agregó.
Sanwo-Olu amplió otras 72 horas el toque de queda en todo el estado, donde donde se registraron otros hechos relacionados con las manifestaciones como el incendio de las sedes de la televisión TVC y la Autoridad Nigeriana de Puertos, y se escucharon disparos al aire de la Policía para dispersar a manifestantes.
Las protestas del martes también tuvieron lugar en Abuya (capital federal de Nigeria) y estados como Kano (norte), Oyo (suroeste), Ogun (suroeste) o Plateau (centro).
De acuerdo con el diario The Punch, al menos 49 personas (43 civiles y seis policías) perdieron la vida en todo el país, aunque, una vez más, esos datos no han sido confirmados oficialmente por ahora.