Después de algunos días desde su detención, Daniel Andrade subió a sus redes sociales una carta hacia sus seres queridos hablando de su situación, señaló que su prisión sería política y fruto de presiones, el gobierno se desmarca y apela a que debe seguir el proceso judicial. Una nueva señal en el marco de las investigaciones por varios delitos contra militantes de Revolución Democrática que expresan el acomodo de los partidos del Frente Amplio a las reglas del juego del régimen político del país.
Miércoles 3 de enero
Las imágenes de Daniel Andrade y Carlos Contreras siendo ingresados a la cárcel por el caso “convenios” sin lugar a dudas genera una postal ilustrativa de cómo el Frente Amplio y sus militantes se han adaptado a las reglas que impone el Estado capitalista chileno y las formas clientelares de hacer política en el país.
Como hemos dicho de forma reiterada, el caso convenios no responde solo a un aprovechamiento individual de Andrade, Contreras y otros, sino que es el fiel reflejo de cómo el sistema político y estatal reproduce formas de intervenir en situaciones de precariedad social a través de negocios que pueden ser más o menos legítimos, pero que finalmente representan formas de hacer dinero con las necesidades de otros.
Así funcionan los esquemas de fundaciones como el de Democracia Viva u otras, que con mayor o menos expertise, viven de los recursos estatales para subsidiar la pobreza.
Ahora bien, el caso de Democracia Viva y Andrade en particular se vuelve absurdo justamente por el intento de este último de dotar del caso de un contenido “político”, lo cual llevó a Andrade a hablar de prisión política en su situación actual, cuestión totalmente lejana de la realidad ya que no fue encarcelado por seguir alguna causa, sino por articular un entramado (negocio) con recursos del Estado y la falta de condiciones dignas de vivienda en la comuna de Antofagasta.
Por eso no es de extrañar el desmarque que hiciera la ministra Secretaria General del Gobierno de Chile, Camila Vallejo, quien además explicó que desde el gobierno no comparten la expresión de Andrade y que no se referirá al caso al encontrarse en causa judicial.
El problema del uso de este tipo de conceptos por parte de Andrade, es que desvirtúa una situación compleja que se ha vivido en el país por años. El mayor ejemplo de esto son los presos políticos mapuche que, perseguidos por el Estado chileno, han sido sometidos a todo tipo de procesos judiciales arbitrarios en su lucha por la reivindicación de tierras ancestrales y que generalmente terminan con largas condenas de cárcel de forma injustificada y criticada incluso por organismos internacionales.
Además, hay que ser claros en un punto. Es verdad tras todo el caso convenios y su relación con Democracia Viva, hay un interés por parte de la derecha y sectores de la ex Concertación por golpear a los partidos del Frente Amplio para desmoralizar a su base y recuperar el control de la política, cuestión que se combina con los ataques contra el gobierno y el posicionamiento del debate sobre la reforma al sistema político/electoral del país, para cerrar la brecha que se abrió luego del término del binominal.
Los partidos del Frente Amplio en vez de combatir este ambiente que solo genera desmoralización y hastío (justificado) contra la política, han entregado el guante a la justicia, una que ha actuado mirando perfectamente cómo se pagan los favores políticos y cuyos mejores ejemplos fueron los casos PENTA y SQM que terminaron casi sin condenados y con penas irrisorias.
La confianza en el sistema terminó pasando la cuenta al Frente Amplio y favoreciendo la recomposición de los partidos de los últimos 30 años.