Ivanna Aguilera, coordinadora del Área de trabajo con la comunidad trans, travesti y no binarie de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, fue demorada más de 3 horas por efectivos policiales cuando se dirigía en un taxi hacia su domicilio, todo esto sin otorgarle ningún tipo de información.
Miércoles 14 de abril de 2021 21:59
El argumento dado posteriormente por la policía para detenerla fue una supuesta orden de captura del año 1988. Lo hicieron sin tener ni una sola prueba de su presunta existencia y sobre un delito, que suponiendo su veracidad, ya estaría prescrito. Aunque de mayor gravedad es el segundo argumento en la que se amparaban: el artículo 19 del Código de Contravenciones, por no llevar «vestimenta acorde al género».
Los códigos contravencionales y de faltas pasaron décadas criminalizando a personas LGTBI, y algunos de esos artículos siguieron vigentes hasta el 2012 en muchas provincias del País. En Córdoba, este artículo fue derogado, producto de la lucha de organismos de DDHH y activistas de la comunidad trans, en 1994, pero pareciera que la policía aún no se enteró.
Finalmente fue liberada, pero la violencia institucional continua días después, pues en el Juzgado de Control n°6 de tribunales Ivanna debió tramitar un pedido de cese de esa orden de captura ya que en la Unidad Judicial le habían advertido de que si no “solucionaba” por su cuenta este asunto podría volver a quedar demorada o ser detenida si no cumplía.
Lamentablemente no podemos hablar de este hecho como un evento aislado. La violencia contra las personas trans y travesti es sistemática, solo en el 2020 se registraron 152 casos de odio contra la diversidad. Justo antes del 8 de marzo se conoció el terrible caso de Fabiola rodriguez, compañera que trabajaba en la cantina trans de la facultad de Filosofia y Humanidades de la UNC.
El estado y sus fuerzas represivas son responsables. Si no es por la propia acción como en el caso de Ivana; es por omisión, como lo demuestra el desdén y la lentitud para actuar frente a la resiente desaparición de Tehuel.
La misma policía de Córdoba, el pasado 29 de marzo, detuvo a Yesica y su hermano en la comisaría 13 dónde sufrieron todo tipo de torturas y abuso durante 3 dias.
Frente a esto, se renueva la necesidad de seguir peleando por la implementación efectiva del cupo laboral travesti- trans para todes, por la asignación de presupuesto para que se cumpla la ley de identidad en todo el país y por medidas de inclusión real que impliquen mayor acceso a la salud, vivienda y educación.
Compartimos también la declaración de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC:
