Todo el país estuvo horas sin luz. Un servicio degradado a pesar de los aumentos de tarifas y los abultados subsidios durante el kirchnerismo. Basta de lucrar con los servicios públicos.
Domingo 16 de junio de 2019 20:54
En Argentina, Uruguay y en el sur de Brasil hubo un apagón masivo desde las 7 de la mañana. El secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, en una conferencia de prensa sostuvo que aún no tienen información de lo sucedido y que no descartan ninguna posibilidad.
La interrupción en el sistema de interconexión eléctrico inició por una falla en la conexión entre las centrales de Yacyretá y Salto Grande. Según informó Clarín, se registró una "alerta" por esa irregularidad que debería haberse notado y no ocurrió. Lopetegui negó estos hechos.
La electricidad, como ocurre con otros servicios públicos, es un servicio de mala calidad a pesar de los millones que ganaron con Macri las empresas privatizadas que lo gestionan y con los subsidios que recibieron durante el kirchnerismo.
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Es necesario terminar con el robo de las empresas privatizadas, herencia del menemismo y que el kirchnerismo mantuvo sin remover las compañías ni revisar de conjunto los marcos regulatorios.
Ganan los empresarios
Las facturas residenciales de luz en el ámbito del conurbano bonaerense tuvieron aumentos de entre el 1.053 % y 2.388 % entre octubre de 2015 y el mismo mes de 2018, dependiendo del nivel de consumo familiar, según calculó el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra).
Los ajustes fueron mayores al nivel general de precios que, en el mismo período, aumentó 158 %.
Los tarifazos implicaron ganancias para las empresas. Las compañías encargadas de la generación, del transporte y la distribución eléctrica que cotizan en bolsa ganaron U$S 159,3 millones en el tercer trimestre de 2018 (último dato disponible) Instituto Argentino del Mercado de Capitales. Proyectados estos números a todo el año, significan ganancias cercanas a los U$S 637 millones.
Todos los segmentos con excepción de las distribuidoras de energía eléctrica, ganaron en 2018 en relación a 2015, en particular el transporte de energía que obtuvo un aumento de 491 %.
Una de las compañías generadoras de energía es Central Puerto que tiene como accionista al amigo de Macri, Nicolás Caputo. Según datos del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC) la empresa ganó $ 16.318 millones entre enero y septiembre 2018, una suba de 710 %.
En el caso de las empresas distribuidoras de electricidad, Edenor que es propiedad de Marcelo Mindlin, dueño de Pampa Energía (también empresario cercano a Macri) ganó en los primeros nueve meses del 2018 $ 3.256 millones, un 226 % de mejora respecto del mismo período de 2017, según cálculos de OETEC.
Edesur, cuyo accionista minoritario más importante también es Nicolás Caputo, obtuvo ganancias en los primeros nueve meses de 2018 por $ 1.939 millones, un 437 % más respecto del mismo período de 2017.
Los servicios públicos no tienen que dar ganancias
Si bien es la primera vez en la historia que se registra un apagón masivo en la totalidad del territorio nacional y de modo simultáneo, son conocidos los cortes de luz en verano donde por semanas miles de usuarios son afectados.
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Un servicio con escasa inversión y de mala calidad. Por eso es necesario la estatización del sistema energético nacional de todas sus etapas productivas, desde la extracción de los recursos, la generación eléctrica, el transporte y la distribución a los usuarios.
Que se abran los libros de contabilidad de las compañías que gestionaron los servicios en estos años para realizar una auditoría de las empresas como Edesur, Edenor, y el resto para que demuestren lo que hicieron con los subsidios en estos años. Durante el kirchnerismo, entre 2004 y 2015 se entregó a las empresas U$S 162 mil millones en subsidios de todo tipo a la energía, el transporte y otros sectores productivos a través de las llamadas “transferencias corrientes al sector privado”.
El sistema energético nacional tiene que estar bajo gestión y control de los trabajadores y técnicos, que voten los órganos de dirección y administración. También tiene que incorporar la participación de comités de usuarios populares.
Con esta perspectiva los trabajadores y sectores populares podrían acceder a tarifas bajas, en camino a una reducción de los costos energéticos en base al desarrollo productivo, y ofrecer un servicio de calidad.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario