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Red Internacional
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Transición 2018. División al interior del gabinete de AMLO en torno al TLCAN y la apertura energética

Según fuentes de Bloomberg y el periódico El Financiero hay dos posturas encontradas en el equipo del próximo presidente de cara a la renegociación del TLCAN y el tema energético.

Miércoles 22 de agosto de 2018

Las contradicciones al interior del gabinete de López Obrador y Morena entre sectores más progresistas o nacionalistas y otros más ligados a la clase política “tradicional” y a posiciones neoliberales han sido señaladas por voceros del propio Morena y analistas de distinta adscripción política.

El tema energético era de esperarse que fuera uno de los más espinosos entre un López Obrador que reivindica a Lázaro Cárdenas y en el pasado se opuso a la entrega de los recursos energéticos al capital trasnacional y economistas y asesores que defienden la inversión privada desde el pragmatismo neoliberal.

En un artículo reciente El Financiero da cuenta de esta realidad en el marco de las rondas negociadoras del TLCAN que, dicho sea de paso, se han alargado mucho más de lo previsto producto del empeño del racista presidente Donald Trump de imponer una serie de condiciones que dejarían a México en una condición aún más desfavorable en la relación con Estados Unidos.

Según este artículo, existen dos posturas: quienes quieren cambiar acuerdos ya hechos con EU y quienes creen que eso complicaría un acuerdo. La posición de los primeros buscaría modificar las reglas de energía negociadas durante el año pasado que brindan plena protección y seguridad a los capitalistas inversores en el área energética. La segunda posición de los segundos plantea que esto arruinaría el último año de conversaciones entre México y Estados Unidos.

Por otro lado, el sector crítico de la entrega de los recursos energéticos también plantea que hay que eliminar las disputas energéticas del proceso de solución de controversias del TLCAN, conocido como el Capítulo 11.

Este mecanismo permite a las empresas estadounidenses y canadienses realizar reclamos contra el gobierno mexicano y que sean tratados por un tribunal independiente y no solo en los tribunales mexicanos, lo cual claramente afecta la soberanía del país pues no podría sancionarse a capitalistas que operan en territorio mexicano.

Defender los recursos estratégicos de la voracidad empresarial

La privatización de los recursos naturales como el petróleo o el gas únicamente beneficia a los grandes empresarios del sector dejando a su lado destrucción ambiental y el agotamiento de recursos no renovables.

Una posición claramente de izquierda tendría que oponerse a la entrega de los recursos y denunciar los vínculos y negocios entre el poder político y los grandes empresarios. Esto no lo lleva adelante Obrador, ni siquiera el ala más “progresista” de su gabinete.

Por ello es necesario oponer a la política pragmática neoliberal y a la tibia respuesta de “revisar” los contratos para que no haya corrupción en ellos, la política de nacionalizar los sectores energéticos bajo control obrero para que sirvan al interés de la clase trabajadora y los sectores populares, y no para enriquecer a capitalistas nacionales y extranjeros.