Conclusiones de la Marcha Federal Educativa: sobran fuerzas para luchar. Contra el ajuste y la represión. Por una política de y para los trabajadores.
Federico Berg @fedeberg80
Jueves 23 de marzo de 2017 13:34
El miércoles 22, las calles de la Ciudad de Buenos Aires se llenaron de cientos de miles de guardapolvos blancos con la Marcha Federal. Más de 300 docentes viajamos desde San Nicolás para aportar nuestra fuerza a esta gran lucha colectiva contra el ajuste de Macri, Vidal y todos los gobernadores. Las declaraciones nefastas del presidente sobre las familias que "caen" en la escuela pública no hicieron más que reforzar la voluntad de lucha.
El gobierno nacional hizo oídos sordos al enorme grito que reclamó por la paritaria federal y en defensa de la escuela pública. La misma respuesta se replicó en la provincia de Buenos Aires y en el resto del país.
Ayer mismo se conoció la propuesta de la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner: 3%. Los docentes santacruceños, al día de hoy, aún no cobraron el sueldo de este mes. Pero ni Baradel de SUTEBA ni Alessio de CTERA pronunciaron una sola palabra sobre esto. Sólo en asambleas podemos discutir cómo continuar esta lucha, para que nadie decida por nosotros.
Guardapolvos blancos contra los genocidas
En el acto central de la Marcha Federal también se saludó a las “Madres de la Plaza” y se recordó a los 30.000 compañeros desaparecidos en la dictadura militar. Los trabajadores de la educación estuvimos siempre a su lado, en la lucha contra la impunidad de ayer y de hoy, por memoria, verdad y justicia. Pero el kirchnerismo optó por indultar a algunos genocidas.
Desde el PTS y el Frente de Izquierda nos negamos a indultar a Milani, por más nac&pop que lo quieran pintar. No olvidamos, no perdonamos, y no nos reconciliamos. Por eso vamos a marchar este 24 de marzo en Rosario en una columna independiente, junto a los despedidos de General Motors, a los familiares de víctimas del gatillo fácil policial y a los organismos de DDHH que nunca claudicaron. Por la aparición con vida de Julio López, por la apertura de los archivos de la represión, y por la cárcel efectiva para Milani y todos los genocidas. Te invitamos a marchar bajo estas banderas.
Política de nuestra clase
Desde el palco del acto de la marcha federal, en medio de la enorme lucha docente que recorre el país, nos quisieron contrabandear una consigna tramposa. ¿Vamos a volver? ¿A qué? ¿A ser vagos que trabajan 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones? ¿A consagrar a un candidato como Scioli, a quien le hicimos 17 días de paro porque no tiene nada que envidiarle al gorilismo antidocente de Vidal? ¿A designar genocidas como Milani al frente del ejército para intentar reconciliarnos con los represores de ayer y de hoy?
Los docentes y todos los trabajadores necesitamos otra clase de política. Necesitamos una política de y para los trabajadores. Necesitamos plantear una salida concreta para el conflicto docente: exigirle en asambleas a la CTERA que convoque a una gran huelga nacional educativa, con la fuerza de un millón de docentes, para que ninguna maestra cobre un salario por debajo de la canasta familiar.
Contra el ajuste de Macri y los gobernadores, no queda otra salida que afectar los intereses de los empresarios y los poderosos. Esa es la única forma, por ejemplo, de frenar el negociado que hacen todos los años con el boleto de colectivo a costa del pueblo trabajador. Frente a la extorsión de Vercelli, Passaglia y los concejales, hay que estatizar el transporte público, sin ninguna indemnización, y ponerlo bajo control de trabajadores y usuarios.
Para terminar con el desempleo y la precarización, como plantearon Nicolás del Caño y Myriam Bregman, necesitamos reducir la jornada laboral a 6 horas, para distribuir el trabajo entre todos los brazos disponibles. Para que el salario mínimo alcance a cubrir la canasta familiar, tenemos que convertir el “paro de ganas caídas” de la CGT del 6 de abril en un gran paro activo.
Estas reivindicaciones son parte del programa del Frente de Izquierda. Necesitamos fortalecer esta propuesta al servicio de las luchas de los trabajadores y el pueblo.