El Presidente llegó con su “mesa chica”: Luis Caputo, Patricia Bullrich y Karina Milei. A pesar de que los mercados no lo apoyan tanto, Milei fue a sonreírles. Se volvió a reunir con el millonario Elon Musk. En la Asamblea de la ONU reafirmará su alineamiento con el genocidio de Israel y su rechazo a las (limitadas) políticas progresistas que plantea la ONU.
Lunes 23 de septiembre 20:00
Javier Milei retomó su agenda de “gira permanente”. Aunque en el país hay temas calientes, como el veto al presupuesto universitario o los números de pobreza que se conocerán mañana, el presidente aprovecha cualquier evento para mostrar sus alineamientos políticos e ideológicos con el imperialismo y la derecha más reaccionaria.
Es el caso de su gira de dos días por Estados Unidos. Aunque evitará involucrarse en la elección norteamericana, en una pelea pareja entre Trump y Harris, aprovechará para dar varios mensajes.
El primero fue en las primeras horas de este lunes, en Wall Street, la meca del capital financiero. Allí tocó “la campanita” que da comienzo a la ronda bursátil. Subió al estrado junto al ministro de Economía, Luis Caputo; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; la canciller, Diana Mondino, y la secretaria general, Karina Milei. Luego caminó entre brokers que apostaban millones en esa ruleta gigante.
Invitado por New York Stock Exchange, luego fue el turno de una charla ante 200 empresarios, inversores y traders, en el mismo edificio de la bolsa de Nueva York. Allí vendió un balance a su medida de los 10 meses de gobierno y reafirmó que el compromiso de su Gobierno con el equilibrio fiscal “es inquebrantable y no estamos dispuestos a negociarlo”. Es un ajuste social para darle de comer a esos buitres, que aplaudieron el discurso “libertario”. A su vez, afirmó que no levantarán el cepo al dólar hasta que la inflación sea igual al aumento mensual de la cotización del dólar oficial; una declaración poco agradable para su auditorio, que al igual que el FMI, reclama el fin de los controles cambiarios lo antes posible.
Siguiendo con sus encuentros con millonarios, volvió a reunirse con su ídolo Elon Musk, dueño de Tesla y la red X. Todo indica que fue otra reunión “de propaganda”. El empresario y el presidente se la pasan hablando de “las ideas de la libertad” y “el comercio libre” pero las inversiones nunca llegan. Mejor para el país, porque Musk solo pone plata para saquear los bienes naturales y el trabajo de un país, pero un problema para el relato mileísta.
En este caso le sumará una reunión con el vicepresidente de Política Global y Asuntos Gubernamentales de Google, Karan Bhatia.
Pero el plato fuerte de la gira es el discurso que dará en la 79° Asamblea General de las Naciones Unidas. Es que la ONU, más allá de su rol en el sostenimiento de las reglas geopolíticas y económicas del capitalismo mundial, muchas veces marca críticas discursivas a determinados regímenes. Entre ellos al gobierno de Milei. En junio, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Türk, pidió que el gobierno “respete el derecho de reunión pacífica y la libertad de expresión” luego de la brutal represión y detenciones en la aprobación de la Ley Bases. Desde el Comité de los Derechos del Niño de la ONU también se expresó una "seria preocupación por el impacto que pueden tener en la protección de los derechos de los niños” las políticas del gobierno. Recordemos que 7 de cada 10 niños ya son pobres y hay secuestradas miles de toneladas de alimentos de los comedores populares. También autoridades del organismo le pidieron a la gestión de Milei que "garantice la efectiva implementación de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, que forme parte del plan de estudios escolar obligatorio en todas las edades en formatos accesibles y confidenciales, incluso en idiomas indígenas, con especial atención a la prevención del embarazo precoz y de las infecciones de transmisión sexual".
Además dedicará un momento de su discurso al negacionismo sobre el cambio climático. Lo hará en medio de desastres que recorren el mundo pero también la Argentina. En Córdoba el fuego ya arrasó más de 15 mil hectáreas y el gobierno negó cualquier tipo de asistencia a las poblaciones afectadas. Los especialistas marcan justamente a los cambios en el clima, por ejemplo los focos de calor y la falta de humedad, como uno de los principales motivos del desastre.
Según algunos medios, el presidente buscará “llamar la atención” de la prensa internacional hablando en la Asamblea sobre un supuesto “alineamiento” de la ONU con la República Popular China y “rescatar los valores occidentales” (diario.ar).
Más allá de que se esperan pocos resultados concretos, la derecha tiene depositadas muchas de sus expectativas en lo que se define en Washington y Nueva York: un eventual triunfo de Trump y un nuevo desembolso del FMI. Todo está en veremos.
Lejos de Wall Street, en la Argentina, el relato de Milei empieza a ser más cuestionado. 10 meses sin resultados, un aumento de la pobreza y el ajuste, represión a jubilados y recesión en muchos sectores de la economía aumentan el malestar social.