Esta semana el Partido Comunista no dejó espacio a dudas: decidió oponerse al “quinto retiro” y alinearse detrás de Mario Marcel, un “defensor del credo neoliberal” como lo definió Daniel Jadue. Incluso presentan como una “conquista” el proyecto alternativo presentado por el gobierno de Boric que permite traspasar ahorros previsionales de las y los trabajadores directamente a los bancos y otras grandes empresas.
Fabián Puelma @fabianpuelma
Viernes 15 de abril de 2022
Foto: El Martutino
Guillermo Teillier buscó sembrar suspenso al afirmar que el Partido Comunista estaba “meditando el quinto retiro” y que “ni respalda ni no respalda” al ministro de Hacienda Mario Marcel. Pero esta semana tomaron una decisión clara al oponerse al quinto retiro y respaldar el proyecto alternativo presentado por el gobierno de Boric.
El gobierno de Boric ya estaba impulsando múltiples gestiones para frenar el quinto retiro. El presidente aseguró que lo hacía para “no dispararnos en los pies como sociedad” y que “el quinto retiro tal como está presentado le haría un daño profundo a quienes más necesitan apoyo”. No es difícil notar que los argumentos y el modus operandi para frenar la iniciativa parlamentaria son muy parecidos al guión que usó el gobierno de Piñera en su momento.
Pero no sólo eso. Con la excusa de los "más necesitados", presentaron un proyecto que permite traspasar fondos previsionales a los bancos y grandes empresas. Los ahorros de las y los trabajadores podrían traspasarse a bancos, casas comerciales, compañías de seguros, cajas de compensación, automotoras, entre otras. Asimismo, podrían cubrir compromisos con Isapres, clínicas u otros centros de salud, y con todas las empresas de servicios básicos que operan en el país. Más neoliberal no se puede.
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No hay espacio para dudas. La decisión del Partido Comunista alineó a la bancada parlamentaria dirigida por Karol Cariola, a la dirección del partido comandada por Guillermo Teillier quien afirmó que “la posición del PC es la que nuestra bancada discute en la Cámara de Diputados”, respaldando la posición de Camila Vallejos.
Daniel Jadue salió a criticar la medida planteando que “proyecto de retiro con fines específicos más parece un salvataje al sector financiero que a las necesidades ciudadanas”. Jadue viene posicionándose como una voz crítica a la conducción oficial del Partido, pero nunca ha planteado una orientación alternativa a la dirección mayoritaria, ni mucho menos se plantea un quiebre con la conducción. Es un crítico de twitter, pero en las decisiones importantes es un militante disciplinado. Así las cosas, cumple una función fundamental para el partido. Es el último dique de contención del gobierno de Boric. Una aspirina para los votantes críticos de Boric y un calmante para los militantes descontentos con la deriva del Partido Comunista.
El déjà vu con los argumentos de Piñera
El gobierno de Boric asumió la retórica de la focalización y que los retiros serían los causantes primordiales de la inflación. De hecho, para lograr el apoyo de la derecha a su proyecto alternativo, Giorgio Jackson confirmó que la próxima semana el gobierno presentará un proyecto de reforma constitucional para manifestar de manera explícita que los fondos previsionales son inexpropiables. Si a esto le sumamos que para Gabriel Boric acabar con las AFP no es un "intransable", el chiste se cuenta solo.
Guillermo Teillier justificó la posición del Partido Comunista afirmando que “sin una economía que tenga las posibilidades no se pueden hacer los cambios estructurales, es muy complejo”. Pero el gobierno de Boric no ha anunciado ningún cambio estructural, sólo reformas limitadas y que quieren quedar bien con Dios y con el diablo. La inflación ya llega casi a los 10 puntos anuales y el gobierno plantea aumentar el salario mínimo a sólo $400.000 para este año, muy lejos de la línea de pobreza para una familia de cuatro miembros. La reforma previsional que quiere consensuar la ministra del PC Jeannette Jara, parte de la base de lo ya dicho por Boric, quien descartó recoger la propuesta de la coordinadora NO+AFP.
Dicen que la crisis no la pueden pagar las y los trabajadores, pero presentan un proyecto a la medida del capital financiero y de las grandes empresas que recibirán fondos frescos aportados por los ahorros de la clase trabajadora.
Apuntan a los retiros como causantes de la inflación. Pero nada dicen de los “otros retiros”, como son las millonarias utilidades que retiraron las empresas el año pasado o las decenas de millones de dólares que han sido sacados del país por parte de los millonarios, lo que presiona al debilitamiento del peso. Nada dicen tampoco de la colusión de las grandes empresas y la especulación con los precios de los monopolios. De hecho, en casos escandalosos como el aumento del precio del aceite ya hay demandas en la Fiscalía Nacional Económica y el Sernac por posible colusión.
Pero si el problema es la inflación, ¿qué están haciendo los dirigentes sindicales del PC para defender el salario? La lucha por el salario y por el derecho a los retiros previsionales le atañe, en primer lugar, a las organizaciones de la clase trabajadora. Buena parte de ellas están encabezadas por partidos de la coalición de gobierno. Todo el PC se movilizó en defensa de Bárbara Figueroa a la hora de ser nombrada embajadora en Argentina. Ella es el símbolo de la burocracia sindical arribista y entreguista. Pero no han puesto la misma energía en fortalecer la organización y movilización para defender el salario obrero y las condiciones de vida del pueblo trabajador. Sin esto, la apelación a las "reformas estructurales" y a la lucha contra la inflación son sólo palabras, sobre todo si hay diversas luchas parciales que requieren unificación para triunfar con un pliego único de demandas y un plan de lucha, como lo mostraron los obreros de la construcción de Ñuñoa que encendieron barricadas y ocuparon la Municipalidad de Ñuñoa; las y los profesores de Antofagasta con más de 20 escuelas auto convocadas; secundarios y universitarios que se movilizaron en las calles, entre otros ejemplos.
El quinto retiro y la lucha contra la inflación
Dentro de la intelectualidad frenteamplista se han multiplicado las excusas y las quejas contra quienes defendemos el derecho a los retiros. Acusan a las y los trabajadores que son “individualistas” y “neoliberales” por querer usar sus ahorros previsionales para capear los efectos de la crisis y la inflación. Son argumentos hechos a la medida de defender lo indefendible.
En Chile la imposición del sistema privado de pensiones por parte de la dictadura buscó apropiarse del enorme ahorro colectivo de los trabajadores para sustentar el mercado financiero y la inversión de las grandes empresas. Los dueños de Chile se han hecho millonarios en gran parte gracias al ahorro de la clase trabajadora expropiado por las AFP. Son estas empresas las que deciden qué hacer con esos fondos, pero ponen el grito en el cielo cuando las y los trabajadores reclaman para sí el derecho de decidir qué hacer con esa plata. En ese marco, defendemos el derecho de retiro de fondos, porque es una medida de urgencia ante la crisis y porque son ahorros aportados exclusivamente por los trabajadores que hoy las administran las AFP al servicio de los grandes empresarios.
Pero no cabe duda que si se deja intacto el sistema de AFP, las y los trabajadores verán cómo disminuyen sus pensiones para hacer frente a las urgencias de la crisis. Por eso creemos que hay que acabar definitivamente con el sistema de capitalización individual y luchar por un sistema de reparto tripartido (restituyendo el aporte de las empresas que hoy no existe) y que la caja sea administrada democráticamente por trabajadores y jubilados.
La inflación no es un fenómeno natural y automático. Además que en todo el mundo están aumentando los precios por diversas causas. De hecho en EE.UU la inflación llegó a 8,5% en marzo interanual, la más alta desde 1981. Pero no podemos olvidar que la inflación representa una puja entre las clases por quien carga con los costos de la crisis. Detrás de la determinación de precios están los intereses de grandes capitalistas.
Si es que no se toman medidas de fondo contra los capitalistas a la hora de enfrentar la inflación y aumenta el dinero circulante (y no aumentan las mercaderías disponibles), claramente los empresarios aumentarán los precios. En esta puja entre trabajadores y empresarios hay que partir tomando medidas en defensa al salario, como es el aumento automático de los sueldos en función de la inflación y establecer un salario mínimo de $650.000 que supere la línea de pobreza. Así también es indispensable impulsar comités de trabajadores y usuarios para hacer un control de los precios. Basta de trampas de las grandes empresas y supermercado, hay que exigir la apertura de registros contables. Y apuntar a medidas de fondo como lo es la nacionalización de los bancos y de las empresas de servicios públicos bajo gestión de trabajadorxs y usuarios y la estatización del comercio exterior para disponer y controlar de los dólares que entran y salen del país.
Fabián Puelma
Abogado. Director de La Izquierda Diario Chile. Dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios.