El monarca Mswati III dirige este país desde 1986. Las protestas se extienden en al menos 10 localidades rurales, donde vive más del 75% de la población.
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Martes 29 de junio de 2021 20:15
Desde sectores de la oposición y medios de comunicación aseguran que en la noche del lunes, ante la oleada de protestas, el rey Mswati III tomó un jet privado para refugiarse en Johannesburgo.
El rey de la última monarquía absolutista de África, en un país en el que desde 1973 no existen los partidos políticos, estaría organizando el escape para el resto de su familia según una exclusiva de la televisión sudafricana SABC.
La noticia es negada por el Gobierno de Esuatini (antigua Suazilandia). Un portavoz oficial desde Mbabane, la capital, aseguró este martes que “el rey no ha huido del país a causa de los disturbios”.
Las protestas sacuden al país, especialmente desde que se conoció su posible salida, donde los consejos locales o tinkhundla, cercanos al monarca, son los que nombran a los diputados convirtiendo las elecciones en una farsa.
El Gobierno ordenó este martes la imposición de un toque de queda y el cierre de las escuelas para frenar la ola de protestas antimonarquicas.
Las medidas fueron anunciadas por el primer ministro interino, Themba Masuku, asegurando que las mismas responde a la necesidad de poner normas para controlar la expansión de la variante delta del coronavirus, buscando quitar importancia a las manifestaciones.
"Los eventos de los días pasados han sido bastante alarmantes y entristecedores. Hemos visto violencia en varias partes del país perpetrada por una multitud rebelde", indicó Masuku.
Las primeras manifestaciones se remontan al pasado 8 de mayo, cuando Thabani Nkomonye, un estudiante de 25 años, murió en condiciones que no fueron aclaradas por las autoridades y su cuerpo no apareció hasta cinco días después. La explicación de la policía fue que había sufrido un accidente de coche.
La Unión Nacional de Estudiantes de Suazilandia convocó una manifestación de repulsa por lo que calificaron como un “asesinato”, y comenzó una campaña en redes sociales acusando a la policía de la muerte de Nkomonye.
En esas manifestaciones otro estudiante, Phiwayinkosi Dlamini, recibió el impacto de una pelota de goma en el ojo y esta acción desató la ira de los jóvenes de la Universidad de Esuatini (UNESWA) que salieron a la calle desconociendo la prohibición de manifestar decretada por el rey.
Las protestas contra el monarca se suceden desde hace varios días, pero alcanzaron mayor intensidad desde el fin de semana. Los manifestantes claman contra la brutalidad policial con la que se reprime la disidencia en el pequeño reino del sur de África.
Junto a la falta de derechos y libertades a nivel político, el país afronta altos niveles de pobreza y alta prevalencia de problemas sanitarios como la tuberculosis y el VIH.
Alrededor del 40 por ciento de la población vive con menos de 1,9 dólares al mes, según datos del Banco Mundial, en un país donde los más afectados son los jóvenes (el 37% de la población tiene menos de 15 años), que han salido a las calles para enfrentarse con las fuerzas de seguridad.