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Red Internacional
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GREMIO DE LA ALIMENTACIÓN. El ajuste se siente en nuestras condiciones de vida y la dirigencia sindical no hace nada

El salario pierde ante la inflación pero los dirigentes, que se borraron de la lucha contra el Presupuesto, nos quieren conformar con un bono miserable. La propuesta de los clasistas de la Bordó.

Miércoles 7 de noviembre de 2018 17:29

El ajuste se hace sentir. La inflación, junto a los tarifazos al transporte, luz, gas y agua está encareciendo las condiciones de vida de millones de familias trabajadoras. Se proyecta que este año la inflación será del 45 %.

A octubre el salario del trabajador alimenticio obtuvo un incremento de un 19,5 %, mientras que la inflación acumula de 35,4 %.

Mientras que el salario promedio de la actividad alimenticia, tomando como ejemplo las más de 90 fábricas que organiza el STIA Filial Buenos Aires de Rodolfo Daer, teniendo en cuenta que existen empresas chicas, medianas y grandes; tiene una variación que va de $ 22 mil (categoría inicial) a entre $ 25 y $ 27 mil (categorías promedios, medio oficial y oficial). Mientras que la Junta Interna de ATE-Indec dice que el costo para vivir en una familia es de $ 33.131.

La pelea contra el Presupuesto para que no vote el Senado

Las condiciones de vida seguirán empeorando, el gobierno de Macri consiguió media sanción en Diputados, gracias al quórum del peronismo opositor y los votos que aportaron los gobernadores del PJ.

El próximo 14 de noviembre el Senado intentará transformar en Ley el proyecto de Presupuesto 2019 mientras destina $ 600 mil millones a intereses de deuda, un 49 % más que en 2018, recortará la partida para educación, salud, vivienda, obra pública, prevención de la violencia contra las mujeres, las asignaciones familiares, pensiones y jubilaciones.

En la pelea contra el presupuesto, la CGT se mostró escandalosamente del lado del Gobierno y el FMI, anunciando que el día de la votación en el Senado no van a convocar ni a parar ni movilizar.

El Moyanismo y la Corriente Federal (de orientación kirchnerista) que vienen de movilizar (según ellos dijeron) 800 mil personas a la Basílica de Lujan y el día de la media sanción en Diputados del presupuesto no movilizaron más de cinco mil personas, hasta el momento no se han pronunciado.

Es mucho lo que está en juego para los trabajadores y el pueblo pobre. Es necesario que, si realmente se oponen, el día de la votación llamen a parar y movilizar para que seamos cientos de miles los que rodeemos el Congreso y evitemos que se vote el presupuesto de entrega.

Rodolfo Daer, que no convocó a parar el día de la votación en Diputados y suspendió la movilización debido a los “hechos de violencia” en el Congreso, este martes mediante un comunicado rechazó la votación en el Senado del Presupuesto. Pero las palabras se las lleva el viento, porque no convocó ni a parar y ni movilizar el día de la votación.

Escondiendo en los hechos, tras declaraciones opositoras, su complicidad con el gobierno y su entrega del presupuesto al FMI.

La reapertura de paritarias y la pelea contra los despidos: la dureza empresaria esconde la tibieza de los dirigentes sindicales

El malestar de los trabajadores obligó a que Daer y los dirigentes sindicales de Alimentación llamaran a la reapertura de las paritarias. Hasta el momento los dirigentes sindicales dicen que los empresarios en las negociaciones están “muy duros en su postura”. Incluso en la última reunión se comprometieron a “no realizar ninguna medida de fuerza”. Todo esto sin consultar a ningún trabajador.

Daniel Funes de Rioja, de la Cámara Alimenticia, declaró que lo tomó “con cierta sorpresa el llamado a reabrir negociaciones salariales” ya que para él “todavía de ninguna manera se ha erosionado el poder de compra de este convenio”.

Señaló que el sector ha tenido una “fuerte caída de la producción del promedio del 40 %”. Lo que significa reducción de puestos de trabajo, que a nivel nacional en la rama ascienden a diez mil y en la Filial Buenos Aires que dirige Rodolfo Daer fue de más de mil compañeros.

Los empresarios usan el chantaje de los despidos para no dar el aumento que necesitamos los trabajadores de la alimentación. Ellos siempre ganan, con la suba del dólar los empresarios automáticamente sube el precio del maíz, el trigo o la soja, y eso se refleja en el incremento de los precios en los productos alimenticios. Por el otro, utilizando de variante de ajuste a los trabajadores, con salarios devaluados, despidos y aumento de los ritmos de producción.

Las fuerzas vienen desde abajo

Para doblegar la dureza empresaria, la única garantía por un lado es organizar las fuerzas de los más de 70 mil trabajadores de la industria de la alimentación, coordinando con las fuerzas en unidad con otros trabajadores, los estudiantes y las mujeres en las calles en la lucha contra el Presupuesto de ajuste Macri, los gobernadores del PJ y el FMI, y para enfrentar los despidos y la reapertura de las paritarias.

La Agrupación Bordó propone asamblea en todas las fábricas, para que seamos los trabajadores los verdaderos protagonistas resolviendo cómo luchar contra el ajuste, en defensa de los puestos de trabajo y por un salario acorde a la canasta familiar.

La Bordó exige a la CGT y al STIA un paro general activo y movilización el 14 de noviembre para que, junto a los estudiantes y las mujeres, seamos cientos de miles en el Congreso.

Último momento

La cámara empresarial de la Alimentación no se presentó a la audiencia por la discusión de apertura de paritarias. Se hace más urgente el llamado a asamblea para discutir medidas de lucha para doblegar a los empresarios.