Luego de una serie de lesiones que lo llevaron a una larga inactividad, el taekwondista campeón olímpico en Londres 2012 decidió retirarse de la práctica activa del deporte.
Domingo 3 de julio de 2016 01:53
Foto: sitio Mundo La Voz
Sebastián Eduardo Crismanich, nacido en Corrientes el 30 de octubre de 1986 (quien comenzó a practicar Taekwondo a la edad de 7 años para estar con su hermano Mauro, ganador de una medalla mundial en esta disciplina de combate que tanto apasiona a ambos), anunció en el diario deportivo Olé que le pone fin a su carrera dentro del tatami: “Como competidor, mi carrera está terminada, hasta acá llegué”, declaró ayer.
“Según lo que venimos viendo el último año, me siento más afuera que adentro, teniendo en cuenta el nivel en el que me acostumbré a pelear”, sostuvo. El periodista preguntó si estaba confirmando que era el “final de Crismanich”, a lo que el deportista de 29 años respondió: “A todos los deportistas nos llegan una fecha de vencimiento en cuanto al rendimiento tope”.
Su retiro llega a un mes de que comiencen los Juegos Olímpicos de Río 2016 a los cuales no clasificó. Reconoció que eso lo “empujó” a tomar la decisión y dijo: “Si llegaba la wild card (invitación especial para deportistas destacados) obviamente que hasta Río iba a seguir”, pero aclaro “No es que me retiro exclusivamente por no haber clasificado a los Juegos Olímpicos”.
En la anterior edición de los Juegos Olímpicos, Londres 2012, el “flaco” -como apodan a Sebastián- no sólo debutó como deportista olímpico sino que obtuvo la medalla de oro derrotando en la final al español Nicolás García Hemme, sacando la ventaja necesaria en el último asalto del reñido combate, a segundos del epílogo.
Los problemas graves llegaron hace un año cuando sufrió una fractura expuesta de tibia y peroné durante una competencia. Pudo operarse, pero la recuperación no fue la deseada mas allá de que fue el primer taekwondista en retomar la actividad después de una lesión tan grave.
A partir de ahora Sebastián se dedicará de lleno a la enseñanza del Taekwondo para los más chicos en las academias que tienen con su hermano; y a la crianza de su primer hija Zamira, nacida el 28 de mayo. “Tener a mi hija Zamira, es como si fuese una medalla de oro pero plasmada en mi vida personal”, confesó el campeón olímpico.
El próximo 10 de julio, a partir de una designación del Comité Olímpico Argentino, Crismanich llevará la antorcha olímpica en su paso por Florianópolis, recorrerá unos 300 metros con esta insignia que identifica a los Juegos Olímpicos y que desde el pasado 4 de mayo recorre todo Brasil. “Es un orgullo llevar la antorcha y agradezco mucho la oportunidad”, comentó el correntino que hizo historia grande en Londres.