Por primera vez el Banco Central intervino comprando U$S 20 millones en una subasta desde que se implementó el nuevo esquema de bandas. Pero el dólar siguió retrocediendo 30 centavos. Analistas dudan de la eficacia de la medida. La tasa de interés de Leliq volvió a bajar muy lento a 58,46 %.
Viernes 11 de enero de 2019 00:43
El Banco Central activó este jueves por primera vez la operación "permitida" en relación con el dolar por el segundo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta consiste en la intervención mediante la compra o la venta de dólares mediante una subasta cuando la cotización sale por fuera de un "zona" o "banda" de no intervención.
Pero si bien algunos analistas y operadores del mercado consideraron apropiada la medida, persisten las dudas de su eficacia y de la coherencia de un plan que sólo apunta a evitar sobresaltos en el mercado cambiario y a continuar atrayendo al capital especulativo a la plaza local, mientras mantiene una rígida política monetaria de absorción de pesos.
Te puede interesar: Entre el veranito del dólar y el peligro de default, ¿vuelve la bicicleta financiera?
Te puede interesar: Entre el veranito del dólar y el peligro de default, ¿vuelve la bicicleta financiera?
Este jueves al mediodía, en el mercado mayorista de dólares (Mercado Único y Libre de Cambios) la cotización cayó por debajo de $ 37,355, el precio de la cota inferior estipulado para este jueves. El Banco Central activó allí el mecanismo de compra de dólares (algo que no hacía desde un año y medio atrás) y lo hizo por U$S 20 millones a un precio de $ 37,3050 por dólar (cinco centavos por debajo del valor mínimo de la zona de no intervención).
Operando a dos puntas, y sin embargo...
La compra fue inmediata. En sólo dos minutos consiguió vendedores y de esta forma buscó evitar que la moneda norteamericana siga cayendo. Sin embargo evitó comprar el máximo diario "permitido" por el FMI de U$S 50 millones, debido a que al mismo tiempo está llevando adelante una medida de absorción de pesos de circulación con la colocación de Letras de Liquidez (Leliq) a altas tasas.
La operación de comprar dólares por el Banco Central implica insertar pesos en el mercado. Eso es lo que hizo con esa compra de U$S 20 millones, lo que significó emitir $ 746,1 millones, un objetivo contrario al del gobierno.
Por ello, al final de la jornada el Banco Central colocó Letras de Liquidez por $ 151.332 millones y convalidó la quinta baja consecutiva de la tasa de Leliq, que se ubicó en promedio en 58,459% (0,32 puntos menos que el día anterior).
Este juego, que a algunos pareció ser preciso, no logró el objetivo central de la intervención, que había sido evitar la reducción del precio del dólar. De hecho, la cotización tanto mayorista como minorista continuó descendiendo, hasta unos 29 centavos y 33 centavos menos en el día respectivamente. Así, la jornada terminó con un dólar a $ 37,09, casi 1 % por debajo de la cota inferior de la "banda" y con un promedio minorista a $ 38,16.
Para Federico Furiase, economista de la consultora Eco Go, la operación fue "de lujo".
De lujo salió hoy. BCRA compró 20 palos dólares con el tipo de cambio debajo del piso de la banda y aceleró la baja de tasa Leliq con expansión monetaria controlada, con riesgo país volviendo a bajar.
— Federico Furiase (@FedericoFuriase) 10 de enero de 2019
Pero otros analistas plantearon no se mostraron tan conformes con la medida, debido a su ineficacia para influir en el precio del dólar y a la oposición a que el Banco Central inserte pesos en el mercado en lugar de afectar las tasas de interés.
De acuerdo al analista financiero, Christian Buteler, "emitir pesos para comprar dólares y por el otro lado pagar tasas de 58 % para retirar $ 800 mil millones parece un error". "Creo que quiere mostrar que va a cumplir con lo pautado". "Podría dejar más pesos en la calle, convalidar menos tasa y el dólar sólo buscaría un precio de equilibrio sin necesidad de emitir", continuó.
Fernando Izzo de ABC Mercado de Cambios, resaltó que “el acuerdo con el FMI era de fijar resistencia y soporte cambiario, pero no fijó en qué condiciones, por lo que quedó librado a criterio del BCRA. Hoy se comprobó por primera vez que este sistema no tiene un precio fijo como dice la tablita y tampoco un monto de intervención”.
Según operadores del mercado, la persistencia del dólar a la baja se debió a una intensificación de la oferta divisas por parte de exportadores, y una acotada demanda estacional de inversores privados.
"Las órdenes de venta no menguaron a lo largo de todo el día forzando bajas en el precio", indicó el analista Gustavo Quintana. Las compras oficiales fueron escasas en relación con el flujo de ingresos, incluso con un volumen operado diario que descendió 6 % a U$S 603.
Qué es la "banda de no intervención"
A fines de septiembre, cuando las corridas cambiarias llevaron el dólar a $ 42 y el gobierno salió en busca de un nuevo acuerdo con el FMI, que elevó a casi U$S 57.000 millones el monto del préstamo, adelantó los desembolsos y aumentó las exigencias del ajuste en Argentina (entre otras cosas, de un Presupuesto de “déficit primario cero”), el gobierno también se comprometió a endurecer la política monetaria del Banco Central.
Allí asumió Guido Sandleris en su conducción, monitoreado de cerca por un equipo del FMI que dirige la política. El esquema de “bandas de flotación” es una pata de esa política de absorción de pesos del mercado y de tasas de interés siderales (llegaron hasta el 70 %), con el fin de frenar la corrida del dólar.
El piso y techo de la cotización del dólar se estableció entre 33 y 44 pesos por dólar en el mercado mayorista, con un incremento mensual del 3 % hasta fines de 2018 y luego se corrigió a 2 % en 2019.
En la actualidad, esta banda se ubica entre $ 37,379 y $ 48,373 (al 11/01), y si la cotización es inferior o excede ese monto el Banco Central se ve “autorizado” a intervenir mediante una subasta de hasta U$S 50 millones (en el 2018 eran U$S 150 millones) en el mercado electrónico (donde operan las entidades financieras del país).
La emisión de pesos no puede expandir más de 2 % la base monetaria (pasivos del Banco Central), o U$S 730 millones de reservas ($ 27.000 millones).
El pasado lunes, la divisa mayorista ya había perforado el piso de la banda de no intervención durante un tramo de la jornada y sin embargo, en aquella vuelta el Banco decidió no intervenir.
Este jueves, ante una nueva situación y para demostrar que “cumpliría” lo estipulado, la entidad que dirige Sandleris sí puso a disposición la compra de U$S 20 millones, emitiendo como resultado $ 746,1 millones, sin alcanzar el objetivo supuestamente anhelado.
Lo cierto es que, mientras la autoridad monetaria está preocupada porque ninguna variable se salga del esquema acordado con el FMI ni se altere el precario equilibrio que mantiene al dólar relativamente estable, esta política genera consecuencias directas sobre el derrumbe del crédito, la inversión y el nivel de actividad económica con tasas de interés en torno al 58 %.
Por su parte, se rehabilitan las condiciones para la especulación con el “carry trade” o bicicleta financiera, por medio de los distintos instrumentos financieros que tanto el Tesoro como el Banco Central ofrecen con sendos beneficios y garantías de rentabilidad para el capital especulativo, que no hacen más que agigantar la deuda pública y la deuda cuasi fiscal.
Te puede interesar: El fantasma del default y un nuevo saqueo en curso a enfrentar
Te puede interesar: El fantasma del default y un nuevo saqueo en curso a enfrentar