El Decreto 138/25 sobre la gestión de derechos de autor despierta críticas por su posible impacto en la precarización del sector cultural. Según el ministro Federico Sturzenegger, esta reforma busca "la independencia de los artistas". Sin embargo, la realidad que enfrentan los trabajadores de la cultura es más compleja.
Jueves 27 de febrero 13:43
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El reciente Decreto 138/25, anunciado por el gobierno nacional, ha generado una fuerte polémica en el ámbito cultural. Con esta medida, se permite a los artistas gestionar sus derechos de autor de manera individual o asociarse a nuevas entidades de gestión colectiva, eliminando la exclusividad de las tradicionales sociedades de gestión como SADAIC, SAGAI, AADI, entre otras.
El ministro Federico Sturzenegger celebró la medida, y publicó en su cuenta de X una imagen creada por IA y escribió “Acompañamos este post con una imagen de unos músicos despidiendo al Dictador Onganía. ¡Nunca más el control del Estado sobre la cultura! ¡Viva la libertad carajo!“.
Si bien la eliminación de la exclusividad puede ser vista como una apertura, el contexto actual de ajuste y desfinanciamiento en el sector cultural pone en duda los beneficios reales de esta medida. Este decreto, aunque disfraza de libertad la posibilidad de gestión individual, plantea un riesgo concreto: ¿qué sucede con aquellos artistas que no cuentan con los recursos o el conocimiento para negociar sus derechos?
Además, esta medida parece ignorar la precaria situación laboral de quienes trabajan en la cultura. Sin financiación estatal para el arte y bajo un sistema capitalista que mercantiliza la cultura, permitir que los artistas enfrenten solos a un mercado dominado por grandes empresas podría derivar en una mayor concentración de poder en estas últimas.
Lejos de ser una solución, esta reforma podría profundizar las desigualdades en el sector cultural. Es fundamental que se implemente un sistema que garantice a los artistas no solo independencia, sino también estabilidad y condiciones dignas para desarrollar su labor creativa.