Newsletter: El juguete rabioso. El infierno del Fondo: ¿llegó la hora de tirar bombas?

Semanas atrás, en una reunión con el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunció el impulso de un proyecto de ley para la creación de un Fondo Nacional para la Cancelación de la Deuda con el Fondo Monetario Internacional.

El proyecto tiene todos los condimentos de una bomba de humo lanzada para ficcionar un giro a la izquierda mientras, en la realidad, tiene lugar lo contrario: un giro a la derecha del kirchnerismo que, más allá de gestos, no impulsó ninguna medida concreta para impedir que el acuerdo con el FMI se concrete.

En oportunidad del anuncio, la sola presencia del embajador estadounidense, país que tiene la llave de entrada al Fondo, resulta una certificación de garantía:el proyecto no constituye una iniciativa de izquierda.

Luego de haber denunciado que el préstamo más grande en la historia del Fondo financió la campaña de Mauricio Macri en connivencia con Donald Trump. Luego de haber denunciado que ese préstamo financió una fuga de capitales inédita. Ahora, todas esas denuncias, a las que correspondía un repudió a la deuda odiosa tomada por Macri, fueron cuidadosamente archivadas.

La cruzada del momento es juntar plata para pagarle al Fondo como si no hubiera otras prioridades en un país con una pobreza estructural que afecta a alrededor del 40 % de la población, que tiene un déficit habitacional que supera los 3 millones de viviendas, donde cada día más personas caen en la miseria con la inflación galopante.

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