×
×
Red Internacional
lid bot

Efeméride. El mundo y sus demonios, de Carl Sagan

Carl Sagan ha hecho impresionantes aportes a la ciencia y su divulgación. Lo recordamos a través del comentario de uno de sus libros al cumplirse, el 20 de diciembre, 26 años de su partida hacia el “cosmos” –nombre de su programa televisivo y de uno de sus libros.

Lunes 19 de diciembre de 2022

El científico estadounidense, Carl Sagan (1934-1996), se propuso a través de las casi 500 páginas de El mundo y sus demonios acercar a los lectores a la búsqueda de la ciencia. Como dice el subtítulo del libro, él consideraba “la ciencia como una luz en la oscuridad”.

El libro comienza con un prefacio titulado “Mis profesores” donde se refiere al estímulo que le dieron sus padres durante su infancia para que se interesara por la ciencia. Luego la obra se divide en 25 capítulos, cada uno antecedido de ilustrativos epígrafes.

Te puede interesar: Nike subcampeón. Negocio mundial: Adidas agotó las camisetas de Messi y salió campeón de la precarización

Los dos primeros capítulos hablan de la ciencia como esperanza. A continuación, del apartado 3 al 16, el científico se encarga de argumentar profusamente, por momentos cayendo en la redundancia, contra la pseudociencia y la religión. Allí ataca la creencia en extraterrestres y abducciones parándose desde lo que él denomina “excepticismo”, y basándose en el método científico para desenmascarar los engaños.

Del capítulo 17 al 23, a través de numerosas anécdotas, Sagan hace hincapié en la importancia de la ciencia, su estudio y divulgación. Por ejemplo, la historia de Frederick Douglas (1820-1895), en el capítulo 21: “El camino de la libertad”. Es la historia de cómo un esclavo analfabeto aprende a leer, se escapa y se convierte en un excelente orador que lucha por los derechos humanos, incluyendo los de las mujeres y oponiéndose abiertamente a la religión que justificaba la esclavitud.

Ante los últimos dos capítulos el autor incluye una aclaración de que son los más políticos del libro, escritos junto a su esposa, Ann Druyan. No obstante, a lo largo de todo el libro ha incluido comentarios políticos y es ese uno de sus aspectos más destacables.

Carl Sagan y su defensa de Trotsky

De la lectura del mismo se desprende que Carl Sagan no fue un hombre militante de izquierda, sino más bien un defensor de la democracia al estilo yanqui, defensor de las instituciones y en el marco del capitalismo. Fue ante todo un defensor de la paz mundial, del medio ambiente y activo defensor de la ciencia contra la religión y sus injusticias. También defendía el uso de la marihuana, entre otras cosas. Pero más allá de sus límites en cuanto a su activismo, es notable la defensa que hace de Trotsky contra lo que implicó el estalinismo, tanto para la ciencia como para la historia y la divulgación de ambas.

A continuación, los pasajes del libro que hacen referencia a Trotsky:

“Cada vez que se renuncia a los controles civiles y a la educación científica se produce otro pequeño tirón de la pseudociencia. Liev Trotski lo describió refiriéndose a Alemania en vísperas de la toma del poder por parte de Hitler (pero la descripción podría haberse aplicado igualmente a la Unión Soviética de 1933): No sólo en las casas de los campesinos, sino también en los rascacielos de la ciudad, junto al siglo XX convive el XIII. Cien millones de personas usan la electricidad y creen todavía en los poderes mágicos de los signos y exorcismos… Las estrellas de cine acuden a médiums. Los aviadores que pilotan milagrosos mecanismos creados por el genio del hombre llevan amuletos en la chaqueta. ¡Qué inagotable reserva de oscuridad, ignorancia y salvajismo poseen!” (pp. 33-34)

Te puede interesar: El fantasma del 2001

“El Estado tiene el derecho absoluto de supervisar la formación de la opinión pública”, dijo Josef Goebbels, el ministro de Propaganda nazi. En la novela de George Orwell 1984, el estado ‘Gran Hermano’ emplea a un ejército de burócratas cuyo trabajo es alterar los registros del pasado de acuerdo con los intereses de los que detentan el poder. 1984 no era una fantasía de compromiso político; se basaba en la Unión Soviética estalinista, donde se institucionalizó la reescritura de la historia. Poco después de que Stalin llegara al poder, empezaron a desaparecer las fotografías de su rival Liev Trotski, figura monumental en las revoluciones de 1905 y 1917. Ocuparon su lugar cuadros heroicos y totalmente ahistóricos de Stalin y Lenin dirigiendo juntos la Revolución bolchevique, mientras Trotski, el fundador del Ejército Rojo, no aparecía por ninguna parte.” (pp. 446)

“A finales de la década de los ochenta y aun antes, Ann Druyan y yo introdujimos clandestinamente en la Unión Soviética ejemplares de la Historia de la Revolución rusa de Trotski para que nuestros colegas pudieran saber algo de sus propios orígenes políticos."(pp. 447).

Artículo originalmente publicado en enero de 2016