Un 16 de abril de 1889 nacía en Londres el ctor, humorista, escritor, compositor, productor, guionista y director conocido como Charles Chaplin. El nombre se convirtió en sinónimo de cine de manera casi inmediata desde el debut en 1914 en la película Ganándose el pan con su personaje El Vagabundo, al que personificará en numerosas oportunidades. Sus técnicas al momento de filmar incluían la mímica, la pantomima y otras rutinas de la comedia visual. Desde el comienzo dirigió la mayoría de sus películas, para 1916 también se encargó también de la producción, y desde 1918 compuso toda la música.
Tiempos modernos, rodada en 1936, encuentra a El Vagabundo trabajando en una fábrica moderna. La labor que El Vagabundo hace es una ridícula exageración del fordismo, donde el trabajo especializado se ha reducido a hacer solo una parte del giro de una tuerca, que termina de girar otro, bajo la mirada vigilante del jefe; todo el proceso es forzado a hacerse cada vez más rápido. El ritmo frenético de las máquinas, acicateado por este patrón voraz que incluso ensaya métodos para que los obreros no paren de producir ni siquiera mientras comen (retratados de forma hilarante por Chaplin), lo conducen al colapso nervioso y al hospital. Así comienza la travesía de este personaje, que le permite a Chaplin trazar un panorama del EE. UU. de la Gran Depresión, signado por la desesperación por salir del desempleo y por hacer frente a una pobreza que afectaban a millones en el país imperialista durante esos años.
Tiempos modernos es una contundente crítica al sistema capitalista que logra ilustrar como pocos films lo han hecho las consecuencias de la pulsión de este modo de producción por sacar de las y los trabajadores el mayor esfuerzo (in)humanamente posible. Hasta el escritor de derecha Louis-Ferdinand Céline, en Viaje al fin de la noche, narra cómo las primeras escenas de la película muestran lo enloquecedor del trabajo mecanizado y la producción en cadena comandados por el capital, que convierte todo desarrollo de la técnica en una forma para esclavizar cada vez más a la fuerza de trabajo, con graves consecuencias físicas, corporales y psicológicas. Con esta materia prima trágica, Chaplin entrega una de las comedias más geniales de la historia del cine.
Tiempos modernos es una mezcla entre el cine mudo y el sonoro; a veces es considerada como la última película muda de la historia. Se emplearon algunos efectos auditivos, como música, cantantes y voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de las máquinas. Al final puede oírse brevemente la voz de Charles Chaplin. Y es la primera película en la que se escucha su voz. El actor canta una versión de la canción de Léo Daniderff "Je cherche après Titine", pero con una lengua inexistente que parece una mezcla de francés e italiano, con alguna palabra reconocible en inglés, conocida como "Charabia" o, en español, algarabía.
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