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Viernes 2 de febrero de 2018 00:00
Las declaraciones de Rex Tillerson se dan en la víspera de su gira latinoamericana, cuyos propósitos incluyen la articulación de aliados, entre ellos el presidente argentino, en la agresiva política de la Casa Blanca contra el gobierno de Venezuela.
“En la historia de Venezuela y otros países sudamericanos, muchas veces el ejército es el agente del cambio cuando las cosas están tan mal y el liderazgo ya no puede servir a la gente (…) Nosotros queremos que sea un cambio pacífico. Eso siempre es mejor que la alternativa, un cambio violento” disparó Tillerson en la Universidad de Austin.
Los fuertes dichos del diplomático reflejan la dureza del giro político que quiere imponer Trump. Para lo que espera contar con sus aliados, entre ellos el argentino Macri, el peruano Kuczinsky, el mexicano Peña Nieto o el brasilero Temer. Si bien Latinoamérica no figura entre los ejes centrales de su política exterior, el gobierno estadounidense muestra su intención de intervenir en la crisis venezolana a través de sus peones regionales. El escenario político en ese país se encuentra tensado por el adelantamiento de las elecciones presidenciales, anunciadas por el gobierno de maduro para antes del 30 de abril.
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La visita a Argentina es importante. Tillerson cuenta con el apoyo del presidente Mauricio Macri en su línea de meterse en los asuntos internos de Venezuela a favor de la oposición derechista al presidente Nicolás Maduro. El presidente argentino, al igual que el colombiano Santos, ya declaró que no reconocerá las elecciones presidenciales convocadas por el chavismo.
Con este espíritu diplomático, Tillerson dijo que “con Macri como presidente, (la Argentina) ha hecho enormes esfuerzos por implementar reformas para abrir la economía de ese país y generar crecimiento”. La referencia al pálido crecimiento económico argentino, que beneficia a los empresarios que operan en Argentina sobre la base de un brutal ajuste contra el pueblo trabajador, muestra qué intereses viene a impulsar el secretario de Estado estadounidense.
Todavía está en el aire la energía que miles de trabajadores dejaron en las calles del país contra la maldita reforma previsional que perjudica a los jubilados. La popularidad del gobierno cayó fuertemente desde entonces, un alto costo político que lo deja en peores condiciones para seguir adelante con su reformismo permanente. Las declaraciones del emisario de Trump le sirven al gobierno para legitimar su plan. Macri tiene por delante el desafío de la reforma laboral, tan deseada por las patronales, que tiene gran inspiración en las reformas que Michel Temer, el presidente golpista de Brasil, profundizó.
La gira comienza este jueves por México y estaría llegando a Argentina el sábado, provocativamente en la sureña ciudad de Bariloche. Como dice Diego Dalai, este hecho tiene un “importante simbolismo y provocación política. La famosa ciudad es una de las más importantes del sur argentino, región donde grandes terratenientes y monopolios de potencias imperialistas se apropian del patrimonio nacional y libran una guerra velada contra los pueblos originarios para arrebatar más tierras y recursos. Esta política de apropiación y saqueo dio un salto desde que asumió el gobierno de Macri en diciembre de 2015. En este marco, el Departamento de Estado anunció que en Bariloche Tillerson tratará temas como “los intercambios científicos y prácticas conservacionistas en el Parque Nacional Nahuel Haupi”.
Los elogios de Tillerson hacia los resultados de la política económica argentina tuvieron mucho de expresión de deseos. "La históricamente alta tasa de inflación está finalmente bajando, el PBI está subiendo, empujado por inversiones y la confianza de los consumidores". Sus dichos se dan justo cuando arranca un mes caracterizado por salarios flacos y subas en transporte, tarifas de luz y prepagas.
También buscó mantener encendida la llama de la esperanza de la lluvia de inversiones, que no termina de llegar pese a las promesas y esfuerzos del gobierno. "Todos estos esfuerzos están haciendo que la segunda economía más grandes en América Latina sean adecuada para más inversiones y crecimiento. Esperamos que más países tomen un camino similar para ayudar a toda la hemisferio a crecer en prosperidad", dijo Tillerson.
La reunión con Macri está prevista para el lunes. Luego, la gira sigue a Lima, Perú, donde se reunirá con el presidente Pedro Kuczynski para avanzar en otro objetivo importante: preparar las condiciones para una visita de Trump a la Cumbre de las Américas que tendrá lugar en abril y que seguramente se convertirá en otro escenario de ataque del imperialismo contra el gobierno de Maduro.