A un año de la existencia de "El Telescopio" de La Izquierda Diario, una reflexión. Miradas sensibles que excavan en el universo que se aparece a través de una imagen cotidiana.
Lunes 11 de mayo de 2020 11:08
Si buscamos en el diccionario nos vamos a encontrar con que la palabra telescopio significa algo así como utilizar un instrumento para poder observar más nítidamente objetos lejanos, es decir: con mucho más detalle.
Además (y para nada menor) cualquier buscador de internet nos habla acerca de la importancia de este instrumento, y la posibilidad sin igual que nos da de avanzar en la comprensión del universo.
Que acierto enorme, entonces, usar el término telescopio para nombrar esta sección que se encuentra cumpliendo un año.
En todo este tiempo hemos desplegado de diversas maneras y facetas nuestro telescopio imaginario para contar y decir nuestra mirada, y nuestro sentir, en un complejo universo lleno de recovecos, a veces muy conocidos, a veces desconocidos, a veces indescifrables.
Este telescopio tiene su materia prima: Un simple hecho cotidiano, un tango escuchado y reinventado, un libro de la infancia, un hecho mediático y sensible, un paisaje, un cuadro, un cantante, una película, una fecha especial, un recuerdo quizás. A partir de esa materia prima hemos desplegado todo un mar de sensaciones, sentimientos y pensares.
El Telescopio de La Izquierda Diario abunda en reflexiones. Como el mejor científico de laboratorio, toma esa materia prima y la somete. No nos basta mirar, ni nos basta contar, queremos reflexionar, profundizar y salir a actuar.
La entrada al universo a través de este telescopio implica miradas sensibles que excavan y buscan en lo hondo de los sentimientos y las contradicciones. Una imagen, hecho o sensación lleva a un mar de pensamientos que se plasman y buscan conducirse a una salida, que en varios artículos ha sido expresada.
Es una buena oportunidad para nombrar a Charles Chaplin. Él tuvo la sensatez y lucidez de retratar como nadie el dolor de la clase trabajadora en la sociedad del lucro y el capital. A partir de hechos cotidianos, de sus vivencias y dolores, aun con comedia y picardía, mostró al mundo entero que si la mayoría de la población se hundía en la miseria algo estaba muy mal.
Quizás podría decirse que el Telescopio asume, mucho más humildemente, ese desafío de expresar que eso solo aparente, en su complejidad es mucho, muchísimo más.
Nos encontramos en épocas complejas. La crisis sanitaria y social que aqueja al mundo con rostro de virus, desnuda a un sistema (ese que nos mostraba Chaplin) que lleva largo rato erosionando nuestros ecosistemas, y arrasando con las vidas. El sistema capitalista se pone en tela de juicio como nunca en la historia.
Desde el Telescopio tenemos un compromiso, más que nunca visible y palpable, para explicar, profundizar y reflexionar sobre este contexto mundial, este universo imperfecto, a través de la materia prima que se nos aparece y nos invita a ir más allá.
Volviendo a Charles Chaplin, es buen momento para recordarlo en una simple y conocida frase: “Mirada de cerca, la vida parece una tragedia; vista de lejos, parece una comedia”.
Marx también nos habló de tragedia. Con base en una frase original de Hegel, refirió luego que la historia se repite dos veces: una como tragedia, la otra como una miserable farsa. Lo hizo parodiando a Napoleón Bonaparte.
Nuestro telescopio imaginario sigue, hoy más que nunca, utilizando las palabras y las imágenes como instrumentos para acercar la mirada, para pensar, ubicándonos en las antípodas de eso que aparece como dado. Después de todo, si la vida se convierte en una tragedia, la mejor decisión es seguir actuando, no dejar que baje el telón, y develar la miserable farsa que satiriza la realidad.