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Red Internacional
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Trabajadores estatales. El terror de enfermar y ser trabajadora del DIF-CDMX

María es trabajadora por honorarios en el DIF-CDMX, hace unos meses le detectaron un tumor en un seno, su forma de contratación precarizada la ha hecho enfrentarse a terribles violaciones a sus derechos humanos, llegando a poner su vida en riesgo.

Viernes 27 de septiembre de 2019

María Irene Arias Olvera estudió pedagogía en la FES Acatlán de la UNAM, en 2008 ingresó a trabajar al Programa Niños Talento, del Sistema del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la Ciudad de México, como profesora de ciencias.

Entusiasta y propositiva, ha colaborado en los planes y programas de estudio del área de ciencias en su aspecto metodológico sin recibir un solo centavo por esta labor. Es una profesora que no rebasa los 40 años de edad. Un carácter noble y humilde la distinguen, a la par de su sensibilidad ante las injusticias, lo que le ha otorgado especial aprecio de sus compañeros de trabajo.

Recientemente tuvo un problema de salud muy delicado, su vida estuvo en riesgo: le detectaron un tumor en el seno derecho.

La profesora María Irene comenta: “tengo varias cirugías, dos cesáreas, una plastia umbilical, resección de un mioma pediculado. En octubre 11 del 2018 –nos dice– me hicieron una biopsia tru-cut de nódulo de mama derecha (tumor phyllodes), por el tipo de tumor y rápido crecimiento me hicieron una mastectomía completa el 15 de noviembre del 2018 en Fucam (Fundación de Cáncer de Mama.”

Trabajar sin seguridad social

Para tratar su enfermedad, asistió a dos clínicas pero los costos no estaban a su alcance para atenderse ahí, pues aunque lleva más de una década trabajando para el DIF- CDMX, el carácter de su contrato es simulado, trabaja por honorarios, no la reconocen como trabajadora y por lo tanto no cuenta con seguridad social.

Después de acudir ahí, investigó y encontró la Fucam, donde le cobraron la mitad del costo de la cirugía. Irene narra una terrible situación para solventar los gastos para los cuales, afortunadamente, contó con apoyo de familia y amigos, teniendo que cubrir “transporte así como el costo de la cirugía, más el material de curación y cuidados postoperatorios.”

Para cuando María Irene atravesó por este grave problema de salud ya había entrado la nueva administración del DIF-CDMX, cuya dirección es ocupada por Esthela Damián Peralta, exdiputada del partido MC, posteriormente del PRD y ahora funcionaria del Morena.

Derrumbe de las expectativas

Tanto dentro como fuera del DIF, la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia generó amplias expectativas sociales; se había logrado superar el posible fraude y muchas aspiraciones a mejorar las condiciones de vida fueron depositadas en el gobierno de la Cuarta Transformación. Situación imperante en la Ciudad de México, donde la victoria de Morena con Claudia Sheinbaum también hizo inminentes estas expectativas.

Sin embargo, había que volver a tierra y, como era lógico, el neoliberalismo no se iba a eliminar por decreto. Las condiciones de vida de las y los trabajadores, y en particular, de los trabajadores estatales no han tendido a mejorar.

Los trabajadores por honorarios del DIF siguen siendo precarias y a pesar de que, por ejemplo, los profesores tenían expectativas de que esto cambiaría después de doce años de inseguridad e injusticia laboral, la situación no sólo no ha mejorado sino se vulneró aún más con los despidos masivos al sector precarizado y una disminución salarial del 3 %.

La contratación simulada atenta contra nuestras vidas

María nos cuenta: “Me dieron incapacidad parte de noviembre y diciembre, sin pagar suplencia suspendí clases, pero en enero ya estaba de regreso”

En el DIF- CDMX, si los profesores se van a ausentar por cualquier motivo, incluyendo enfermedad o parto, tienen que pagar una suplencia para que los cubran. A veces, según la “benevolencia” de la autoridad, les otorgan “incapacidades”, que en realidad son permisos de palabra para faltar y no pagar suplencias.

Aún sin recuperarse tuvo que regresar al trabajo pues “si requería más tiempo ahora era con suplencia pero por los gastos médicos decidí no faltar -explica-. Otra situación es que al centro que voy, CF10 Santos Degollado, en taxi me queda cerca pero como tengo el dinero limitado me voy caminando”.

Nos comenta que ya solicitó cambio de centro de trabajo, pero no le dan respuesta ni solución a pesar de su grave condición de salud.

Las violaciones a derechos humanos son sistemáticas

María es madre de dos pequeños, una niña de 5 años y un niño de 3 años. Ambos embarazos los pasó siendo profesora del Programa, sin servicio médico por parte del DIF y sin licencia de maternidad.

En su primer embarazo la pasó muy mal, le dijeron que la darían de baja porque estaba embarazada y no podría dar clases, pero presionó para que le dieran permiso de buscar suplencia (y pagarla) para no perder el empleo. Para ese entonces, Norma Elena Flores García, Subdirectora de Desarrollo Académico Artístico y Deportivo, en conjunto con Alejandro Arana Bustamante, que era Coordinador Académico, eran dos de las autoridades que personificaban el despotismo laboral en acciones como éstas.

Para colmo de males, la suplente que ella pagó abusó de su situación y dio un mal desempeño, lo cual le costó “llamadas de atención” (eufemismo de hostigamiento laboral) por parte de Alejandro Arana. Su hija nació a principios de noviembre, para mediados de diciembre ya estaba trabajando a pesar de dos cirugías, más la cesárea que tuvo.

No tener derechos no debe ser "normal"

Los abusos y las graves violaciones a los derechos humanos y laborales de prácticamente todas las administraciones del DIF, son una consecuencia palpable de las condiciones de inestabilidad y precariedad laboral.

No es “mala suerte”, se llama desregulación, precarización, tercerización y superexplotación de la fuerza de trabajo, las cuales son parte de una ofensiva neoliberal. Son situaciones que golpean aún más brutalmente a las mujeres trabajadoras y que este nuevo gobierno, a pesar de su discurso, reproduce e incluso ha profundizado.

El caso de María Irene es significativo, pues los abusos no solo fueron cometidos por las autoridades del pasado, sino que tienen una continuidad en este nuevo calendario llamado 4T.

Desde la campaña #QueremosTrabajoDigno exigimos garantía de acceso a la salud para María y todas las condiciones para su recuperación. A su vez, llamamos a las y los trabajadores del DIF y todas las dependencias estatales a organizarnos por plenos derechos laborales y contra los despidos injustificados.

Contactanos aquí: https://www.facebook.com/TrabajadoresCDMXporTrabajoDigno/