El cabeza de lista más joven para las elecciones europeas del próximo 9 de junio se llama Pablo Castilla, tiene 24 años y hace 10 días que duerme en una tienda de campaña, en una de las acampadas universitarias por Palestina, la que se mantiene en el edificio histórico de la UB. Lo acompaña en la lista de la CRT Lucía Nistal, joven profesora universitaria precaria de 34 años, que actualmente da clases en la UAM, y quien fue una de las impulsoras del movimiento de referendos universitarios sobre monarquía o república en 2018 en los que participaron más de 100 mil estudiantes.
Miércoles 15 de mayo
La CRT (Corriente Revolucionaria de los Trabajadores) se presenta por primera vez a las elecciones y en su lista el 60% de las candidatas y candidatos son menores de 27 años. La juventud de la lista de la CRT llama la atención si la comparamos con el promedio de edad de los eurodiputados, que en el período 2019-2024 rondaba los 55 años.
“Somos una generación que ha crecido en un mundo de crisis y guerras. Ahora estamos viendo un genocidio en Palestina y hemos decidido decir basta”, asegura Pablo Castilla.
“Decían que la juventud era de derecha e individualista, pero en el movimiento de solidaridad con Palestina, en las acampadas y en las movilizaciones estamos mostrando que hay otra juventud y que la rebeldía viene por la izquierda”, explica el joven candidato a Eurodiputado.
La candidatura de la CRT está integrada por trabajadores, estudiantes, migrantes, activistas feministas, LGTBI y antirracistas de diferentes territorios del Estado español. Cierra la lista Vania Arana, portavoz de Las Kellys en Barcelona, uno de los colectivos de mujeres trabajadoras migrantes que más se ha caracterizado por denunciar la precariedad y explotación laboral.
“A nosotras no nos financia ninguna empresa, somos una candidatura formada desde abajo y democráticamente para hacer escuchar una voz anticapitalista y de la juventud en el Parlamento Europeo”, añade Lucía Nistal.
“A la derecha no la frenamos con el mal menor, sino con la lucha”
Las elecciones del 9 de junio están marcadas por el crecimiento de la extrema derecha en el Europarlamento, y por los anuncios de Von Der Leyen sobre una posible alianza con estos sectores. Al respecto, desde la CRT señalan que “votar al mal menor contra la derecha es una trampa que ya hemos visto muchas veces en los últimos años”.
“Si los que gobiernan la Unión Europea tienen políticas de derecha, eso fortalece a la extrema derecha. Todos los gobiernos aumentan los presupuestos militares y quieren llevarnos a nuevas guerras. Al mismo tiempo, aumentan la represión en las fronteras contra las personas migrantes, que escapan de la miseria y las crisis provocadas por estos mismos Estados imperialistas. A la derecha no la frenamos con el mal menor, que hoy representan los candidatos del gobierno PSOE-SUMAR. Tenemos que retomar la organización de la juventud, la clase obrera y los movimientos sociales, para impulsar de forma independiente la lucha en las calles.”
Pablo Castilla explica que “aquellos que formaron parte del gobierno con el PSOE hasta hace muy poco, como Podemos, tampoco son una alternativa. Cuando eran ministros de gobierno tragaban un sapo tras otro. Compartían gabinete de ministros con Marlaska, fueron anfitriones de la cumbre de la OTAN, y aumentaron los presupuestos militares más que nunca en la historia. Ahora quieren hablar desde la oposición, pero si tuvieran un ministerio, volverían al gobierno.”
“Nosotros somos algo muy diferente a toda esa izquierda institucional que después del 15M nos dijo que había que conformarse mientras llamaban progresismo a reprimir en la frontera, dejar la ley mordaza, no tocar a la monarquía e imponer una reforma laboral. Que había que hacer cambios cosméticos, para que nada cambie”, señala Lucía Nistal.
“Ante el camino de guerra, crisis social y la destrucción del planeta a que nos lleva el capitalismo, queremos que se escuche la voz de quienes pensamos que la única salida es anticapitalista y socialista. De quienes pensamos que la salida es colectiva, con la lucha en las calles y con la autoorganización”, asegura Castilla.