A iniciativa de las comunidades mapuches del noroeste de la provincia de Buenos Aires y junto al Foro Ambientalista de Junín, vienen realizando diferentes actividades para denunciar el uso de glifosato, los daños que causa en la salud, y el avance sobre las tierras de los pueblos originarios.
Martes 22 de septiembre de 2020 16:19
El 9 de agosto en la ciudad de General Viamonte (Los Toldos) conmemorando el día de los Pueblos originarios, diferentes comunidades Mapuche del noroeste de la provincia de Buenos Aires, referentes como Lucia Melliú representante indígena y su compañero Fabian Rivas Inaipil lonko de la comunidad tribu Ignacio Coliqueo, así como también activistas del Foro de Ambientalista de Junín e independientes se reunieron bajo la consigna: PAREN DE FUMIGAR.
El objetivo fue lanzar una campaña para señalar las responsabilidades de las autoridades gubernamentales y los terratenientes que explotan la tierra con la siembra de soja, que suplantó a la siembra tradicional y la cría de animales en la zona, esparciendo millones de litros de agroquímicos, para lograr una producción intensiva de un monocultivo que avanza.
En ese sentido, en Los Toldos realizaron un mural para denunciar, "cuando sequen la última planta, cuando contaminen las últimas aguas, cuando maten al último animal, se darán cuenta que el dinero no se come".
El problema no sólo es la contaminación, sino la ocupación de tierras, que obliga a las comunidades que viven de la cría de animales y de sus huertas a emigrar a las ciudades, huyendo de la contaminación por las fumigaciones en campos linderos, que generan enfermedades, pobreza y desocupación.
Ésta es la situacion que están sufriendo muchas familias que viven en el campo como sus antepasados, muchos de ellos echados de sus tierras por el Estado Argentino ayer y hoy. Ellos siguen resistiendo como la comunidad Randiao en 25 de Mayo o comunidades del campo La cruz en Junín.
Se exige que intendentes de Gral. Viamonte Franco Flexas y Pablo Petrecca y el Consejo deliberante de Junín, junto a los organismos destinados a regularizar la actividad de fumigación cerca de los cascos urbanos, así como también en inmediaciones de escuelas rurales y espejos de agua que figura en las ordenanzas como "buenas prácticas agrícolas", hagan cumplir las regulaciones vigentes.
Que se tengan en cuenta las distancias permitidas y establecidas como "prudentes" para verter glifosato y permitir solamente el uso de agroquímicos de banda verde, cuando en realidad se utilizan los de banda azul o banda roja los cuales son altamente contaminantes. Se ha demostrado en análisis de sangre de pobladores rurales, así como también que el agua que consumen, contiene altas dosis de glifosato y metales pesados que trajeron graves consecuencias en la salud, aumentando los casos de autismo, cáncer, leucemia, malformaciones en recién nacidos y abortos espontáneos entre otras enfermedades de igual magnitud en estos 20 años de fumigación exaustiva.
El reclamo también está orientado a apoyar a todas las familias que reivindican su legítimo derecho a las tierras dónde pretenden seguir viviendo en armonía con la naturaleza, así como en el pasado lo hicieron sus ancestros.
Es parte de la misma lucha que llevan adelante las comunidades Mapuches del sur que están luchando contra el modelo extractivista, las petroleras y los capitales y terratenientes extranjeros a los cuales el Estado proteje con todo el rigor de sus fuerzas represivas, ejerciendo la violencia mediante la violencia y encarcelación arbitraria de miembros de las comunidades, para todos éstos hermanos y hermanas Mapuche en resistencia. Por eso, también enviaron toda la solidaridad de las comunidades de la provincia de Buenos Aires, La pampa y Santa Fe territorio Mapuche- Tehuelche, quienes han sufrido durante siglos la misma estigmatización.