Covid19. En San Nicolás hay récord de contagios y Siderar no respeta los protocolos

En el día de ayer, se conoció la noticia de que hay circulación comunitaria de la cepa Manaos en San Nicolás, la cual es más contagiosa y sus síntomas son más graves. El conteo de casos positivos de Covid y muertes nacionales llegó al récord histórico desde el comienzo de la pandemia con 35.543 positivos y 745 muertes. No solo eso, sino que tanto el sistema de salud publico como el privado se encuentran a punto de colapsar aunque en algunas zonas del país ya están ocupadas todas las camas de UTI. En el caso de Rosario y Villa constitución ya no hay camas disponibles y en nuestra ciudad quedan muy pocas mientras los contagios siguen subiendo.

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La única medida tomada por el gobierno ante la segunda ola, fue restringir la circulación y aumentar la presencia de las fuerzas de seguridad en la calle. De vacunas, testeos masivos o IFE, nadie dice nada. Sin embargo, las grandes empresas de la zona no hacen cumplir los protocolos como en el caso de Siderar, donde los trabajadores mayores de 60 años, considerados grupo de riesgo, son obligados a trabajar de forma presencial dentro de la planta. Ademas, los trabajadores que son considerados contacto estrecho ya no son resguardados debiendo concurrir a su puesto, poniendo en riesgo su vida y la de miles de trabajadores y sus familias. La empresa del empresario más rico de Argentina, Paolo Rocca fue la primera en violar el DNU que prohibía los despidos dejando 1500 trabajadores en la calle el año pasado al comienzo de la cuarentena. En Siderar se viene sosteniendo crecimiento en la producción y tras la pandemia logro imponer turnos de 12 horas, quitando conquistas históricas como los turnos de 6 horas para los trabajos insalubres. Se nota a simple vista que lo que impera es la sed de ganancia de los millonarios y no la salud de los trabajadores

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A través de los medios de comunicación y el gobierno, es sostenido que la culpa es el poco cuidado de la gente, se habla de los clubes, los lugares de comida y gimnasios, cuando los mayores lugares de concentración de personas y con protocolos de prevención insuficientes son las escuelas, el transporte publico y los lugares de trabajo. La mayoría de los trabajadores considerados esenciales, que producen bienes que no son necesarios para la subsistencia en pandemia, ni siquiera están contemplados en el ya escaso programa de vacunación. Solo son esenciales para mantener las ganancias de los empresarios.

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No podemos frenar la segunda ola sin vacunas, que podrían ser producidas en argentina mediante la liberación de las patentes y la estatización de los laboratorios que las producen. Testeos masivos y cierre de focos de contagio para frenar la propagación del virus y un IFE que permita a la gente poder quedarse en su casa.