En el marco de una ofensiva internacional del sionismo y sus cómplices, en Uruguay se han acumulado en las últimas semanas distintos hechos que buscan criminalizar la solidaridad con el pueblo palestino.
Miércoles 20 de marzo
La reciente campaña de miedo y criminalización lanzada contra todos aquellos que se atreven a criticar al Estado de Israel, como por ejemplo lo sucedido a partir del 8M, es el último acontecimiento que forma parte de una estrategia de reforzar la complicidad con los crímenes de lesa humanidad que está cometiendo ese Estado.
Te puede interesar: Colectivos de mujeres rechazan la acusación de antisemitismo y denuncian persecución y estigmatización
Te puede interesar: Colectivos de mujeres rechazan la acusación de antisemitismo y denuncian persecución y estigmatización
Es parte de una ofensiva internacional para reprimir a las voces disidentes, en otros países con acciones represivas incluidas. El alineamiento es parte de los mandatos impulsados por Estados Unidos y las potencias aliadas para proteger al Estado genocida. En Uruguay esta postura vergonzosa es liderada por el propio gobierno uruguayo, la embajada de Israel y sus satélites de organizaciones sionistas.
Mientras, las acciones criminales del Estado de Israel contra los palestinos continúan, como en el caso del reciente bombardeo de palestinos que esperaban ayuda humanitaria. Evento que es solamente un eslabón más de las atrocidades que vienen cometiendo. Se estima que más 31 mil de palestinos han sido asesinados en las acciones militares de Israel sobre la Franja de Gaza desde octubre pasado, generándose además una grave crisis humanitaria a partir de la destrucción y las condiciones de vida imposibles (con el bloqueo de la ayuda humanitaria por parte de Israel incluido) que ya han provocado las primeras muertes por hambre.
Gobierno uruguayo: alumno ejemplar del sionismo
Desde el comienzo de la ofensiva sobre la Franja de Gaza en octubre pasado, el gobierno uruguayo se preocupó por mantenerse alineado lo máximo posible a las directrices de Estados Unidos y la Embajada de Israel.
Te puede interesar: El sionismo respaldado por el régimen político lanza campaña para perseguir y criminalizar la solidaridad con Palestina
Te puede interesar: El sionismo respaldado por el régimen político lanza campaña para perseguir y criminalizar la solidaridad con Palestina
La vergonzosa postura de abstenerse de votar una tregua humanitaria en la Franja de Gaza, es uno de los primeros ejemplos, pero no el único. Recientemente el Canciller Omar Paganini realizó declaraciones repugnantes para justificar esta postura, mostrando un alineamiento total con Estados Unidos con respecto a este tema, siguiendo el guion al pie de la letra. Justificando primero las acciones militares de Israel para luego pedir una pausa humanitaria, postura dictada directamente por Estados Unidos recientemente, en un intento de separase de las mayores atrocidades pero sin soltarle la mano al Estado genocida. En declaraciones a fines de febrero aseveró: “Entendemos que Israel tenía derecho a la seguridad y puede realizar una actividad militar para asegurar que estas cosas no se repitan, pero claro, a medida que se prolonga el conflicto y para lograr el objetivo militar Israel tiene que llevar tanto tiempo y tantos daños en Gaza, bueno, empezamos a decir: es hora de que la parte humanitaria sea fuertemente contemplada, que se haga una pausa humanitaria cuanto antes”.
En esas mismas declaraciones avanzó en criticar la postura tomada por el presidente de Brasil Lula Da Silva, que había dicho que lo que estaba pasando en la Franja de Gaza no era una guerra sino un genocidio, entre otras declaraciones. A lo que Paganini replicó con la siguiente inmunda declaración: “En Gaza hay 2.200.000 palestinos, puede haber 20.000 muertos; claramente no hay un plan sistemático de eliminar a los dos millones de palestinos que están ahí, como sería un genocidio. O sea que creo que eso no corresponde, mucho menos el Holocausto, que el Holocausto fue la eliminación de millones de judíos y otros colectivos por parte de los Nazis en forma planificada, sistemática”. O sea que para Paganini asesinar para ese momento 20 mil personas (ahora muchos más), destruir sus medios de vida más elementales, negarles la ayuda humanitaria hasta que se mueran de hambre y hacer todo lo posible para expulsarlos de su territorio, no sería para el señor Canciller una práctica genocida.
Por supuesto esta postura inmunda ha sido defendida intransigentemente no solo por el elenco del gobierno, sino ampliamente por el conjunto de los personajes que forman parte de su coalición.
Ofensiva sionista
Como respuesta a las importantes manifestaciones callejeras del movimiento por Palestina, liderado por Coordinación por Palestina, y las diversas manifestaciones de solidaridad del movimiento de mujeres en el 8M. Se inició una campaña de miedo y criminalización, contra las organizaciones solidarias con el pueblo palestino.
En un intento por manipular a la opinión pública, se tomó la forma de manifestación de un colectivo en particular, tergiversando su contenido y generalizando un relato falso que quiere hacer creer que hay un peligro de odio a la población judía. Tildando a la solidaridad con Palestina de anti semita. Por si fuera poco, se impulsaron acciones penales, para judicializar la protesta realizada, incluía una insólita denuncia del INAU bajo el argumento de: “la responsabilidad de los implicados en la organización que recurrió a niños y adolescentes para cometer delitos contra la paz”.
No es ninguna casualidad, como decíamos más arriba, es parte de una ofensiva internacional donde se repite la campaña de miedo y criminalización. La persecución hacia personas y organizaciones, y hasta en algunos casos la represión directa a las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino.
La oposición “responsable” en el Parlamento
El gobierno impulsó además una declaración en el Senado de “repudio a hechos antisemitas que se están viviendo en Uruguay”, en el que se promueve la sanción penal por “incitación al odio”. Dicha declaración fue votada por unanimidad con el Frente Amplio incluido, salvo en una parte que se refería a “perseguir y condenar”.
No es sorpresa esta actitud del Frente Amplio como parte del régimen político, que intenta mantener un pie en cada plato, criticando al Estado de Israel cuando puede para mantener en calma a su base, pero permanentemente dando gestos de “oposición responsable”, como en este caso adhiriéndose a la declaración macartista promovida por el Partido Nacional.
Durante el gobierno del frenteamplista Tabaré Vázquez, Uruguay suscribió a la definición de antisemitismo promovida por el sionismo internacional a través de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), definición que deja abierta la posibilidad de criminalizar toda crítica al Estado genocida de Israel.
Te puede interesar: Una total mentira: el antisionismo no es antisemitismo
Te puede interesar: Una total mentira: el antisionismo no es antisemitismo
Derrotar la complicidad del gobierno y a la campaña de miedo y criminalización
Esta campaña lanzada en los últimos días, es también el resultado de la creciente solidaridad con Palestina, no solo en Uruguay, sino en el resto del mundo. El miedo a que el movimiento solidario los desborde, lleva al sionismo y a sus gobiernos cómplices a endurecer las medidas persecutorias y de criminalización, para contener el creciente repudio ante el genocidio que se está perpetrando.
Te puede interesar: Cientos de miles se movilizan en solidaridad con Palestina en todo el mundo
Te puede interesar: Cientos de miles se movilizan en solidaridad con Palestina en todo el mundo
En Uruguay y en el resto del mundo, no debemos dejarnos amedrentar por estas campañas sionistas, que intentan aterrorizar la solidaridad con el pueblo palestino. Solo la resistencia de las masas palestinas y el movimiento de solidaridad internacional podrán derrotar al Estado sionista y sus cómplices. El fracaso de la política de los dos Estados, demuestra que el único camino que garantice la convivencia pacífica de árabes y judíos es una Palestina laica y socialista en todo el territorio histórico.