Jueves 16 de marzo de 2023
El gobierno de Boric y su ministro de Hacienda, Mario Marcel, han destacado cifras macroeconómicas como el superávit fiscal el 2022 de un 1.1% del PIB. Es decir $2.959.383 millones (2 billones 959 mil 383 millones de pesos) más para la gestión del Estado. Sin embargo, quienes pertenecemos y somos trabajadores de la salud pública comenzamos a dilucidar cómo los gobiernos ajustan sus cuentas y a costa de quiénes lo hacen. Basta remontarnos al 2022.
Ya en noviembre la presidenta de la CONFUSAM (gremio de la atención de salud municipal) manifestaba sentirse traicionada por el incumplimiento del presidente de Convergencia Social ante la propuesta insuficiente de aumento en el financiamiento de la APS (per cápita) que llegó a los 10.000 pesos, cuando entidades como el Colegio Médico calculaba que lo mínimo eran 12.000 para una adecuada atención de salud. A pesar de esto se zanjó la propuesta del gobierno tras una débil movilización dirigida por el directorio nacional de la CONFUSAM de aquellos meses.
Luego, vinieron más migajas como el reajuste negociado con los dirigentes de la Mesa del Sector Público que alcanzó el 12% (con techo salarial) cuando el IPC de noviembre 2022 era de 13.3%, lo que implicó que las y los funcionarios del sector iniciáramos perdiendo el -1.3% de poder adquisitivo.
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Más aún, a modo de que cuadraran los números azules, vino el retraso en los pagos de aguinaldo, bonos y del mismo reajuste que no entraron en la contabilidad del 2022 y fue todo un suplicio que fuesen pagados en el mes de enero, jugando con el presupuesto de miles de hogares de trabajadoras. Como parte de este itinerario de maniobras burocráticas encontramos el “error” respecto a la ley que respeta el Tramo 1 del “bono trato usuario”, ya que en el proyecto no se cambió el año y en el texto definitivo se mantuvo el “2021” cuando debía decir “2022”.
Siendo este uno de los motivos de la movilización y paro de este 15 y 16 de marzo, la directiva de la CONFUSAM que en diciembre hizo una tregua y no movilizó para la negociación del sector público, postergó esta movilización desde enero con el anuncio pasivo de esta paralización, sin asambleas donde se preparase este hito a nivel nacional impulsando una movilización real.
Hoy, en la voz de su reelecta presidenta, Gabriela Flores (Demócrata Cristiana), convocan a manifestarse tras tres meses de infructíferas reuniones y dilataciones burocráticas por parte del Estado. Por ejemplo, temas pendientes como el bono y pago del recálculo de las y los funcionarios retirados (incentivo al retiro), la ampliación de cupos para miles de trabajadores que estarían quedando fuera de la ley de presupuestos, el bono de desempeño difícil para quienes trabajan en lugares apartados y conflictivos, lo que ha mermado el salario de quienes trabajan ahí. Y así, el gobierno salió a decir que el paro era “injustificado”.
En suma, todo lo anterior da cuenta cómo la responsabilidad fiscal de Boric y Marcel, no es más que el ajuste económico a costa de los sueldos y jubilaciones de funcionarias y funcionarios públicos en épocas donde la inflación y la carestía de la vida azota los bolsillos de las familias trabajadoras. Actos de un gobierno neoliberal como cualquier otro, quienes atacan la salud pública y siguen permitiendo el robo a través de las corporaciones, por medio de las compras de servicios y otras fugas de recursos a los privados. Perpetuando por medio del fraude constituyente los pilares de la herencia de la dictadura. Necesitamos una alternativa política de las y los trabajadores e independiente del Gobierno de Boric.
Junto con denunciar estos métodos burocráticos y neoliberales del gobierno “progresista”, desde las y los trabajadores de la salud de la Agrupación Abran Paso, sostenemos que la responsabilidad al ataque de los salarios y jubilaciones de nuestros y nuestras compañeras también también es responsabilidad de la directivas nacionales y locales de la CONFUSAM.
Han debilitado y subordinado a los trabajadoras a una política de tregua y conciliadora tanto en las negociaciones, como relegando a la pasividad y desorganización de las bases de los centros de salud, debilitando cualquier defensa ante el ajuste del gobierno y posibilidades de organizarse ante la crisis. Mientras la salud pública se sigue derrumbando y tanto pacientes como trabajadores pagan el costo, se vuelve más necesario que nunca la unidad, pero no solo para ser la fuerza que empuje a dirigentes a sentarse en mesas de negociación, confiando en los gobiernos municipales o nacionales resolverán nuestras demandas. Pues ya vimos que la vía institucional no ha respondido a nuestras exigencias, todo lo contrario nos las niega.
Todos estos años las dirigencias sindicales han colaborado a contener el descontento, la división y la conciliación con el gobierno. El año pasado hicieron campaña para aprobar una constitución que ya mantenía intacto el negocio de la salud privada, sin discusión desde las bases ni jugársela por la propuesta de un sistema público de salud Hoy nos llevan a un nuevo fraude constitucional donde se mantiene las bases del chile neoliberal y pinochetista. El gobierno de Apruebo Dignidad le ha dado todo el espacio a la derecha para que pueda avanzar, posponiendo cambios estructurales. Por esto como Abran Paso decimos claramente: No a esta nueva farsa constituyente, anulamos la salud de mercado y anulamos este proceso.
Para realmente fortalecer la saqueada salud pública, debemos impulsar un programa que ponga por delante las necesidades de la población y funcionarios de la salud. Por un sistema único de salud sin divisiones entre salud primaria y secundaria, que debilita nuestras luchas. Que sea gestionado por sus trabajadores y usuarios, para que quienes decidamos cuántos recursos necesitamos y cómo utilizarlos. Desde los más de $2000 millones por el superávit fiscal hasta los USD$3906 millones de ganancias de SQM, deben estar a disposición de las necesidades de la población.
Luego de ver volver al movimiento de mujeres a las calles con masivas movilizaciones, se renueva la necesidad que sectores altamente feminizados, como salud, nos organicemos para enfrentar las falsas promesas. Basta de ilusiones que la confianza y la espera darán frutos. Levantemos asambleas en consultorios y hospitales donde discutamos planes de lucha, donde participemos trabajadores y usuarios.
Sigamos el ejemplo del CESFAM Carol Urzua en San Bernardo. Superemos a los dirigentes e impulsemos los consejos deliberantes locales y otros organismos propios, donde decidamos los pasos a seguir. Sin confianza en quienes han apagado nuestras luchas, postergado nuestras demandas, manteniendo la estructura del Chile neoliberal y el negocio de la salud.
Agrupación "Abran Paso"
Agrupación de trabajadoras y trabajadores de la salud