El pasado 26 de febrero, estudiantes, administrativos y docentes cerraron la carretera Picacho-Ajusco debido al deterioro de las condiciones laborales de unos y al mal estado de las instalaciones que afecta a los tres sectores. Desde La Izquierda Diario México abrimos las páginas de nuestro periódico a los trabajadores y alumnos de la UPN y nos solidarizamos con su lucha.
Jueves 29 de febrero
Para administrativos y docentes, la gota que derramó el vaso son las prestaciones, que no les han pagado desde 2020, como lo hizo saber Guillermo Parada Badillo, del Sindicato de Trabajadores Administrativos de Base DIII-47. Pero acumulan un sinnúmero de irregularidades laborales que apuntan a mayor precarización en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
En entrevista, María Yolanda Xelhuantzi, secretaria general del sindicato D-II-UP3, que corresponde al de académicos, comenta la cerrazón para el diálogo por parte de las autoridades encabezadas por la rectora Rosa María Torres Hernández. Arturo Labatán, de la secretaría administrativa, les llegó a decir a los trabajadores que la universidad tiene un déficit debido a sus prestaciones, sin embargo, Xelhuantzi revira:
Desde luego que no es así. ¿Cómo te explicas que hay un fraude al fideicomiso de investigación de la universidad por 26 millones de pesos que no fue investigado? O sea, ¿el fraude no es motivo de déficit, pero sí el pago de las prestaciones del personal?
Labatán ha mostrado la intención de arremeter contra sus derechos laborales; por lo mismo, no ha querido firmar el pliego petitorio que restablece las prestaciones. Otra problemática son los impuestos y las irregularidades con los pagos: en 2022 la UPN hizo declaraciones inadecuadas ante el SAT, de tal forma que las y los trabajadores salieron con saldo en contra de entre 20 mil y 60 mil pesos extras que tuvieron que pagar de su bolsillo, sin que la autoridad haya enmendado su error.
También denuncian que no ha habido concursos de oposición para ocupar plazas docentes desde 2013, para el caso de la unidad del Ajusco, y desde 2008 en las demás unidades de la Ciudad de México, por lo que se ha estancado la renovación de la plantilla.
Por su parte, para los estudiantes, los problemas no son menores: el deterioro de la universidad es mayúsculo. La biblioteca se inunda debido a la falta de impermeabilizante, el elevador está prácticamente inservible, además de los problemas de inseguridad en la zona.
Estas y otras son las razones que empujaron a la comunidad universitaria a realizar los cierres del día lunes y a continuar con las acciones organizativas. Desde La Izquierda Diario México abrimos las páginas de nuestro periódico a los trabajadores y alumnos de la UPN y nos solidarizamos con su lucha.
