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Red Internacional
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Pensiones. En riesgo el derecho al retiro por especulaciones financieras

La Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) pronosticó caída de rendimientos de fondos de pensión. Los únicos beneficiados: dueños de las afores.

Jueves 25 de agosto de 2016

Tras la exigencia de subir los aportes de las trabajadoras y los trabajadores a las afores, ahora la Consar lanza la advertencia de la disminución de rendimientos de los ahorros para el retiro.

¿Por qué? En declaraciones a La Jornada, funcionarios de la Consar señalaron: ‘Dicha disminución, según este reporte, será resultado de aumentos graduales en las tasas de interés, menor crecimiento de la economía global y menos utilidades de las empresas privadas’’.

Esto significa que serán las trabajadoras y los trabajadores –de México así como de otros países donde rige el sistema de cuentas individuales– quienes verán reducirse sus ahorros de pensión por la desaceleración económica que está en curso.

Como señalamos en una nota anterior, ese dinero se destina a financiar deudas de los gobiernos y de las empresas, a través de la adquisición de distintos instrumentos financieros, como bonos y acciones de empresas que cotizan en Bolsa.

Con el sistema actual de cuentas individuales, establecido en 1997, se estima que un trabajador percibirá como pensión sólo 25% del valor de su último salario. La mayoría de quienes accedan a una pensión, sólo recibirán un salario mínimo ($73.04 por día), que evidentemente no alcanza para nada. Y en especial teniendo en cuenta que los gastos médicos de los adultos mayores aumentan, por la proliferación de enfermedades crónicas, como la hipertensión y la diabetes.

Pero los economistas y actuarios al servicio del gran capital no se conforman con esto. Van por más, y así es que quieren imponer el alza en los aportes que realizan los trabajadores.

Claro: quieren más fondos con los que puedan especular y financiar sus inversiones.

Y mientras tanto, avanzan en la extensión de la edad jubilatoria y la cantidad de años que se deben aportar para acceder al retiro.

¿Por qué hay crisis del sistema de pensiones?

En primer lugar, el crecimiento del trabajo informal –hoy calculado en 57% de la población económicamente activa- generó que millones de trabajadores no aporten al sistema de pensión.

A su vez, el sistema de cuentas individuales sólo sirve como fuente de financiación a especuladores de la Bolsa, a empresarios y a gobiernos que votan salarios millonarios para los altos funcionarios mientras aplican las reformas estructurales a la clase trabajadora y los sectores populares.

Como parte de esas reformas, la laboral, aprobada en 2012, legalizó la precarización laboral, con modalidades como el outsourcing, que implican inestabilidad, recorte de prestaciones y salarios bajos para millones de trabajadores.

Pero también el Estado aporta su ayuda: el infame sistema de empleo a través de contratos por honorarios bajo los que laboran parte de los trabajadores del Estado, como numerosos profesionales y técnicos que laboran para la SEP.

¿Qué salida hay ante esta crisis?

En el caso de Chile, cientos de miles de trabajadores y jóvenes han salido a las calles como parte del movimiento “No+AFP”. Porque en los hechos se demostró que es un robo a la clase trabajadora.

En México hay que retomar su ejemplo para detener esta estafa a escala monumental.

Sólo con la movilización y la organización desde las bases se podrá lograr que se termine el sistema de afores para volver al sistema por reparto solidario.

Pero no tal cual estaba antes, bajo control de altos funcionarios que sólo buscan enriquecerse con el erario público y negocios con los empresarios.

Los fondos de pensión deben estar bajo administración democrática del conjunto de los trabajadores y los pensionados, organizados de manera democrática, en comités de base, con representantes elegidos por sus compañeros, rotativos y revocables, para evitar la mala administración y desfonde de los mismos.

A su vez, todas las personas que trabajan en instituciones gubernamentales de los distintos niveles pasen a nómina y que el Estado debe cotizar sus aportes al sistema de salud pública. Así puede aumentar el número de cotizantes activos cuyos aportes puedan solventar las pensiones de aquellos que finalizan su vida laboral.

Pero también hay que imponer el fin del trabajo informal: para que todos los trabajadores, sin excepción tengan acceso al sistema de salud pública, a aguinaldo, a vacaciones pagas y a pensiones.