Hablamos con Laia Marsal, vice presidenta del sindicato Infermeres de Catalunya, en medio de la huelga indefinida que ya lleva más de un mes y medio por la mejora de las condiciones laborales del sector y contra la precariedad a la que las somete el departament de salut y el govern de la Generalitat de Catalunya.
Martes 23 de enero
El sindicato Infermeres de Catalunya retomaba las movilizaciones después de las vacaciones de Navidad y suma ya casi un mes y medio de huelga indefinida contra la precariedad y en defensa de mejores condiciones laborales para el sector, así como también para el de las comadronas.
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Denuncian el menosprecio generalizado por parte del departament de Salut hacia el sector, la carencia de recursos del sistema sanitario público y concertado, así como las cargas de trabajo y los turnos inacabables.
Por otro lado, señalan también la carencia de un marco normativo que facilite la tarea de las comadronas, un modelo pediátrico con competencias no reconocidas ni definidas y un plan de violencia obstétrica que no tiene en cuenta las necesidades reales de las mujeres y de las comadronas.
Todo además, en un momento en el que los casos de Covid-19 y Gripe A están aumentando desde hace semanas, con lo que implica que la carga de las enfermeras vuelve a sobrepasar los límites, si es que en algún momento lo ha dejado de hacer. De todo esto, y más, hablamos con Laia Marsal, vice presidenta de Infermeres de Catalunya y una de las caras visibles.
¿Cómo están los ánimos después de casi un mes y medio de huelga indefinida?
Las energías siguen siendo muy positivas. Estamos muy orgullosas de la reacción de todas las enfermeras y de la fuerza que estamos cogiendo como profesión. Orgullosas de luchar por estas necesidades y mejoras que nos afectan a todas.
En muchas ocasiones habéis dicho que la huelga no es para echar atrás el preacuerdo del tercer convenio del Institut Català de la Salut, o no sólamente. Pero, ¿qué pensáis de este acuerdo que tiene la firma de los sindicatos mayoritarios?
Es cierto que nosotras no pretendemos anular ninguno de los acuerdos que están firmados a nivel de los sindicatos mayoritarios, pero si que vemos que en los acuerdos faltan muchas de las necesidades reales de las enfermeras.
Por eso, nosotras reivindicamos esta categorización A1 que nos corresponde como graduadas que hace diez años que somos, y sobre todo el reconocimiento también de las especialidades de las enfermeras. Así como todas las herramientas para poder ofrecer las cuidados con calidad y con las garantías que se merecen los usuarios.
Una de las consecuencias que más se escuchan a raíz de vuestra situación es que muchas enfermeras y comadronas tienen que irse de Catalunya para poder trabajar. ¿Hasta qué punto es así?
Somos conocedoras de que Catalunya es una de las zonas del Estado donde hay mejor calidad formadora de enfermeras, pero no se nos está ofreciendo una buena fidelización a nivel de contrato y de condiciones laboral una vez acabas la carrera. Por eso, muchas de las compañeras deciden irse a alguna otra Comunidad Autónoma o incluso cambiar de país por culpa de las condiciones laborales.
La pandemia de la Covid-19 dejó constancia de dos cuestiones, cuando menos. Una, es que la década de recortes en la sanidad pública dejó en una situación límite todo el sector, el cual parece no haberse recuperado.
Sin duda, la pandemia puso de manifiesto las consecuencias de los años de recortes. LLevábamos años ya con unos servicios muy mínimos, y la sobrecarga que tuvimos con la pandemia, todavía puso más a la luz la necesidad de reorganizar todo el sistema sanitario y fortalecer esta primera línea de acción que es la atención primaria.
Precisamente, la otra cuestión que dejó latente la pandemia sería la autoorganización de diferentes sectores como el de la sanidad, con las convocatorias de numerosas huelgas y movilizaciones desde 2020.
Correcto. La pandemia también dejó la experiencia de autoorganizarnos y tener unas profesionales tan competentes en nuestro sistema sanitario, el cual pudo hacer frente a la situación que sufrimos con todas las herramientas de las que dispusimos.
Otros sindicatos del sector sanitario están volviendo a convocar jornadas de huelga. ¿Creéis que tratándose de demandas similares, movilizarse y golpear unidas podría servir para hacer retroceder al departament de Salut y al govern de la Generalitat?
Si, creemos que la movilización de otros colectivos sanitarios en relación a la precariedad que nos aboca el departament de Salut pone de manifiesto la necesidad de mejorar y reenfocar el sistema sanitario como lo tenemos ahora y poder orientarlo hacia las necesidades actuales de las trabajadoras y de la población.
El pasado 13 de enero convocasteis una manifestación para que pudiera sumarse otros sectores y familias enteras. ¿Es importante el apoyo de los sectores populares y del resto de la clase trabajadora?
Si. Convocamos a una movilización con la población, nuestras familias y junto con muchas enfermeras y otras sanitarias que quisieron sumarse y salir a la calle para acompañarnos de forma simbólica al exilio por el menoscabo del govern català.
Este desprecio nos hace replantear si de verdad se valora el servicio público y la calidad de los profesionales de Catalunya. Para lo cual vemos muy necesario implicar también a la población y de la misma forma hemos hecho una petición ciudadana para poderla llevar al govern y fortalecer las profesiones sanitarias y así también nuestro sistema sanitario.