Está estancada la economía, con fuertes caídas en sectores clave. Están estancados los candidatos del régimen en las encuestas, revelando la distancia y el rechazo que generan. Están estancadas las promesas del Gobierno en un Parlamento de bancadas empresariales, muy en especial la educacional.
Martes 6 de diciembre de 2016
La economía estancada
Los últimos datos consignan que se desplomó la producción industrial cayendo 7,4%, la manufactura bajando 6,9%, y la minera con un descenso de 9,2%. Solo aumentaron las ventas minoristas, con una suba de 5,1%. Así, las proyecciones para el año del crecimiento del PBI se acerca al piso de las proyecciones, de 1,6%.
Además, la principal empresa productora de Chile, es ahogada financieramente: logró, a costa de aumentar la explotación de sus trabajadores (aumentos de 0%, quita de derechos, despidos), obtener unas mínimas ganancias, pero rápidamente arrebatadas por la Ley Reservada del Cobre, que volvió a poner en rojo los números de la cuprífera estatal. A último momento, el Gobierno decidió una capitalización, que esquilmaba, de 1.000 millones de dólares.
Los empresarios, como si nada tuvieran que ver, en su encuentro anual ENADE, calificaron la situación económica como “un desastre”, y volvieron a culpar a “las reformas”. Pero no hay más que su decisión política de no invertir, despedir, y pagar sueldos de hambre, mientras se embolsan millonarias ganancias.
La política del régimen estancada
La última encuesta Adimark, muestra que Bachelet se mantiene en un bajo 24% de aprobación. Igual están los principales candidatos: Piñera con 24%, Guillier con 21%, Lagos con 7%. La derecha se alarmó: a pesar del enorme despliegue, su candidato, el ex Presidente Piñera, no despega, y además, Guillier comienza a alcanzarlo. Intensifica las tensiones en los conglomerados: Ignacio Walker bajó su pretensión de candidatearse a presidente, ataca a Guillier, quien ataca al ministro DC Mario Fernández, quien pide a los partidos apurar sus definiciones, quienes les responden que se dedique a gobernar sin darles indicaciones. En la UDI están nerviosos por las perspectivas electorales, en RN le ponen a Carlos Larraín, archienemigo de Piñera en su mandato, en la directiva. Pero lo importante por ahora, es que, como se ve, nadie les compra.
No es porque sí. En el Parlamento, están estancadas las promesas de reformas, y cuando avanzan, lo hacen a derecha. Es el caso de la reforma educacional, que se acordó con la derecha, en perjuicio del movimiento estudiantil y sus demandas: se aumentarán las transferencias de fondos a las instituciones privadas (Universidades, IP y CFT), mediante la glosa de gratuidad, con la extensión de las becas Bicentenario, permitiendo que los IP y CFT puedan seguir arrendando (mecanismo más conocido de lucro) aunque se suscriban a la gratuidad.
Le suman políticas criminalizadoras, como los ataques a los inmigrantes, en su inmensa mayoría trabajadores precarios.
Cavan más hondo en la fosa que los separa del pueblo trabajador, que mientras tanto, demuestra su disposición a la lucha, como con el ejemplo de la huelga de Sodimac, y a la organización, como los encuentros del movimiento NO+AFP.