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Red Internacional
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Análisis. FEMSA, Walmart, Iberdrola contra la reforma eléctrica: rapiña capitalista

Los dueños de las tiendas Oxxo, de FEMSA, Walmart y Bimbo, y trasnacionales productoras de energía son beneficiarias de las reformas de Peña Nieto y del proceso privatizador de la producción de electricidad comandado por Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.

Martes 23 de marzo de 2021

Doce suspensiones de la implementación de la reforma eléctrica del gobierno: la solícita labor del juez federal Juan Pablo Gómez Fierro, alfil de las trasnacionales.

La respuesta de la Secretaría de Energía fue el "Acuerdo por el que se suspenden todos los efectos y consecuencias derivados del Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica", en lo que se resuelven los juicios de amparo.

La disputa sigue. La voracidad de las trasnacionales nunca se va a saciar y las medias tintas de la reforma eléctrica de AMLO no les ponen un freno.

Las empresas consentidas de la ofensiva neoliberal son las que ahora ponen el grito en el cielo porque AMLO busca limitar un poco sus privilegios. El gobierno intenta tan solo recortar los subsidios millonarios que reciben y renegociar los contratos de las productoras de energía renovables. No está en discusión la renacionalización de la infraestructura de la industria energética, hoy en manos de capitales europeos, asiáticos y estadounidenses.

El “autoabasto” de energía: a la medida de trasnacionales

La privatización de la industria eléctrica fue un capítulo de la cruda novela por entregas de Salinas de Gortari. De sus días en el poder viene la figura de “autoabasto” para entregar la explotación de las energías renovables a las trasnacionales, para que produjeran energía, se apropiaran de territorios protegidos o de comunidades en el sur del país, a cambio de nada, y se llevaran sus ganancias millonarias. Eso sí, haciendo uso de la infraestructura de transmisión y distribución de la CFE. Mineras, fábricas de alimentos y tiendas comerciales se transformaron en “socias” -clientes- de Iberdrola y otras trasnacionales productoras de energía.

Durante el gobierno de Felipe Calderón, Iberdrola, Gas Natural y Unión Fenosa fueron las ganadoras con el avance de la privatización de la industria de la energía eléctrica. Repsol, a su vez, como abastecedora de gas natural para las centrales de ciclo combinado, también está entre las empresas más beneficiadas.

Trasnacionales de otros giros adoptaron la moda del “capitalismo verde”, con el consumo de energías renovables. El caso de las tiendas Oxxo es paradigmático. De acuerdo con Femsa, controladora de esos comercios, cada uno de esos negocios paga 14,052 pesos al mes por concepto de electricidad. Pero la CFE declaró que el subsidio de cada tienda es de 26,544 pesos mensuales, cuando su consumo de electricidad es muy alto: iluminación, congeladores, refrigeradores.

La cadena Oxxo se abastece de una central eólica ubicada en Santo Domingo Ingenio, Oaxaca, propiedad de Eoliatec del Pacífico, una de las empresas que consiguió el viernes 19 de marzo una suspensión definitiva para la reforma a Ley de la Industria Eléctrica. Eoliatec es propiedad de la japonesa Mitsui y la francesa EDF Energies Nouvelles.

Walmart opera de manera similar. Es uno de los clientes vip de centrales de autoabasto, una figura establecida al inicio de la década de 1990 durante el gobierno de Salinas de Gortari. Es cliente de Eoliatec del Pacífico y de Eoliatec del Istmo, centrales de autobasto.

Bimbo también es de la partida. Desarrollo Eólicos Mexicanos (Demex) –una filial de Renovalia Energy de España– le suministra la energía que genera el parque eólico Piedra Larga, en Oaxaca, figura de autoabasto mediante.

AMLO el negociador

El presidente presentó la reforma eléctrica como un avance hacia la recuperación de la soberanía energética, porque da prioridad para el suministro de energía eléctrica a la CFE sobre las centrales privadas de energías renovables y de ciclo combinado -que usan gas natural como combustible-.

Ante las suspensiones otorgadas por el juez Gómez Fierro, exigió a la Suprema Corte que lo investigue. Aseguró también que Walmart, Bimbo y Oxxo pagan menos por la energía eléctrica que una tienda de abarrotes de barrio o un hogar. Propone la creación de una comisión para analizar con la CFE los subsidios que reciben en la actualidad. ¿Vuelta a la moderación?

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Los accionistas de las trasnacionales se benefician de subsidios millonarios, se apropian de los recursos naturales -incluyendo la tierra-, explotan a las y los trabajadores con salarios bajos que además recortaron durante la pandemia, se benefician con el outsourcing con el cual niegan prácticamente todas las prestaciones, despiden arbitrariamente, impiden la sindicalización, especulan con los precios de artículos de primera necesidad, evaden impuestos de todas las maneras posibles.

Es necesario poner un alto a la rapiña capitalista. Para conquistar la soberanía energética es necesario atacar los intereses de las trasnacionales, algo que AMLO no está dispuesto a hacer. Hacerlo hasta el final implica expropiar a las empresas trasnacionales privadas del sector y dejar sin efecto las leyes que habilitaron el saqueo desde la década de 1990.

Son las y los trabajadores del sector energético quienes pueden encabezar la lucha por la renacionalización de todos los sectores privatizados de CFE y Pemex sin pago y bajo control obrero, por la abolición de la reforma energética y la suspensión de todos los subsidios a las trasnacionales. Son ellos también quienes pueden formular un plan de transición energética que apunte a dejar el uso de los combustibles fósiles y avanzar hacia la explotación de fuentes de energía renovable de forma racional y sin violentar el derecho al territorio de comunidades y pueblos originarios.