ELECCIONES 2022. Fabricio Alvarado aspira a la promoción de la abstinencia sexual en las aulas

En este clima de elecciones presidenciales, Fabricio Alvarado, candidato a la presidencia del partido Nueva República, declaró su deseo de modificar los programas de educación sexual de escuelas y colegios, promoviendo la abstinencia sexual. Con esto, él pretende “mitigar los embarazos no deseados, la hipersexualidad prematura [...], el acceso fácil a la pornografía” etc. Además, aspira a que en estos programas se fortalezca el papel de la familia.

¿Por qué es un problema?

Fabricio Alvarado es un conocido predicador evangélico, muchas de sus propuestas son regresivas y conservadoras, incluyendo el tema de la educación sexual. Se sabe que la abstinencia no es un método eficaz que logre disminuir los casos de embarazos no deseados o el consumo de la pornografía. ¿Qué provoca entonces la mala educación sexual? Que los niñes y adolescentes no aprendan a conocer sus cuerpos, a valorar la afectividad, a ejercer sus derechos y, además aprendan a considerar la sexualidad como algo negativo.

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Una educación sexual sana y responsable,impartida en las escuelas y colegios, permite que los estudiantes crezcan y se formen sin prejuicios, respetando la diversidad sexual y, asimismo, criticando los estereotipos patriarcales. Además, les enseña que sus cuerpos les pertenecen, ayudándolos a reconocer cualquier tipo de abuso.

La Iglesia y el Estado deben ser asunto separado

El Estado y la Iglesia son instituciones que han reforzado y reproducido las dinámicas capitalistas y patriarcales. Ellas ejercen control político sobre nuestros cuerpos, nuestras vidas y nuestras sexualidades. En efecto, los gobiernos del PAC y del PLN han financiado a la Iglesia, misma que se posiciona en contra del aborto y otros derechos. Fabricio Alvarado y su partido no son la excepción.

No debemos olvidar el rol que tiene la Escuela como institución, ya que es un instrumento más del Estado para moldear el pensamiento de los estudiantes y reproducir los mismos valores capitalistas y patriarcales (que es lo que intenta abiertamente Alvarado). La organización de las y los trabajadores de la educación -en sus distintos niveles, tanto en la educación pública o privada- es fundamental para hacerle frente a la influencia de las iglesias y sus partidos sobre las grandes mayorías.

Desde Pan y Rosas, luchamos por una verdadera separación entre el Estado y la Iglesia como centros de poder que se han disputado y compartido el control sobre nuestros cuerpos por décadas. La niñez y la adolescencia merecen una educación sexual integral, laica, feminista, científica y de calidad, siempre de acuerdo a sus edades.

Separación real entre la Iglesia y el Estado
Por una educación sexual sana y libre de prejuicios

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