El próximo martes se reunirá la comisión de Interpretación y Reglamento del Consejo Directivo de la facultad para tratar el sumario iniciado a Dante Palma. Por qué la sesión es “secreta” y la posición de Pan y Rosas y la Juventud del PTS.
Facundo Gomez @FacundoGomezG
Martes 23 de agosto de 2016 09:57
El martes pasado, en una sesión secreta de la comisión de Interpretación y Reglamento del Consejo Directivo (solo pudieron participar consejeros), las autoridades de la Facultad presentaron un proyecto de resolución para eximir de dar clases a Dante Palma hasta que termine su interinato a fin de este año, con el argumento de que había “información nueva”. Después de meses de no avanzar en la investigación tal como establece el Protocolo, la Decana propuso aprobar la eximición de Palma ad referéndum (por decreto), sin que pase por el Consejo. Como parte de la mayoría estudiantil, desde la Juventud del PTS y Pan y Rosas, planteamos en la comisión que el cambio de actitud de la gestión era expresión de reconocer que había un problema grave y delicado que no podían seguir desconociendo. Hasta el martes pasado, esa fue la actitud que tomaron las autoridades, negándose a abrir una verdadera investigación en los marcos que establece el protocolo. Por eso, desde que Palma figuraba a cargo de un práctico de Filosofía del Derecho para el segundo cuatrimestre, y a partir de que salieron a la luz las irregularidades del sumario, los compañeros de la mayoría estudiantil exigimos que no estuviera frente al curso mientras se llevaba adelante la investigación, hasta el momento viciada de irregularidades.
El cambio de postura de las autoridades es un giro político luego de meses de manejarse de forma escandalosa ya que, a pesar de lo que dijeron, no hay ninguna información nueva, como se puede corroborar en el expediente. Al mismo tiempo que no plantean intención alguna de aplicar verdaderamente el Protocolo contra la violencia de género (que establece los mecanismos para que la investigación proceda contemplando lo delicado de situaciones y denuncias de este tipo).
Nuestra posición fue apoyar y exigir la eximición de Palma mientras se lo investiga, y reclamamos que la investigación se realice en el marco del Protocolo, pero no avalamos el proceder lleno de irregularidades que sostuvo y sostiene hasta hoy la gestión de la Facultad, negándose sistemáticamente a dar una respuesta frente a las denuncias presentadas y a otros casos de violencia de género que se sucedan en los marcos de la universidad.
¿Qué pelea queremos dar ante este caso y hacia adelante?
El caso de Palma no es aislado, recientemente ha habido situaciones similares en otras facultades y colegios secundarios. Esto se debe a que el machismo no es un problema individual sino social. Por eso desde Pan y Rosas y la Juventud del PTS no peleamos solamente porque Dante Palma sea eximido de dar clases provisoriamente mientras se desarrolla la investigación, sino que apostamos a enfrentar el machismo con la organización de las mujeres. Con esta perspectiva impulsamos la Comisión de Mujeres del CEFyL, y buscamos conquistar herramientas que fortalezcan nuestra pelea. En este sentido consideramos fundamental la aplicación del “Protocolo de intervención institucional ante situación de violencia de género, acoso sexual y discriminación de género”, que la Decana Graciela Morgade se comprometió a implementar en abril de este año y aún sigue sin hacerlo.
El protocolo es importante, entre otras cosas, porque implica la creación de un un equipo interdisciplinario con perspectiva de género, que además estará compuesto por representantes de los distintos claustros y referentes gremiales, para recibir las denuncias y llevar adelante las investigaciones en cada caso. A diferencia de lo que ocurre ahora, por ejemplo, que el sumario de Palma lo lleva adelante la asesoría legal de la Facultad, cuyos miembros son elegidos por las autoridades.
Por eso nuestro planteo desde un comienzo fue integral: apertura de una investigación sumaria y suspensión preventiva (con goce de sueldo) o eximición de dar clases, en el marco de la aplicación inmediata del Protocolo.
¿Cómo proponemos seguir?
El próximo martes 23 se volverá a discutir el caso y, como hasta ahora, las autoridades pretenden seguir resolviendo las cosas “puertas adentro”. Este método es el mismo que desarrolló hasta ahora y que tiene una consecuencia concreta: posponer el inicio de una investigación como la establecida en el Protocolo que mencionamos anteriormente, hasta tener más elementos para desligarse del caso, y mantener “buenas relaciones” con Barbieri y el Rectorado, que no están dispuestos a poner un centavo para aplicar el Protocolo que ellos mismos votaron.
Como consejeros por la mayoría estudiantil, apoyaremos que se sostenga la eximición a Dante Palma (que como figura legal a diferencia de la “suspensión” no lo excluye de sus derechos laborales) hasta que se investigue realmente. La gestión pretende eximir a Dante Palma pero no da ningún indicio de querer poner en pie una comisión investigadora, como establece el Artículo 6 del “Protocolo de intervención institucional ante situación de violencia de género, acoso sexual y discriminación de género”.
Esto sería un primer avance en la aplicación del mismo (ante lo urgente de este caso), acompañados del Artículo 7, que establece los procedimientos a llevar adelante para la recepción de las denuncias; el Artículo 8, que establece la modalidad de intervención dependiendo de lo solicitado en la denuncia y la diferenciación de la investigación por la vía judicial -en el caso de que existiese- y la que se desarrolle en el marco del Protocolo; el Artículo 9, que contempla la realización de registros, relevamientos y desarrollo de estadísticas sobre las denuncias y los casos de violencia en toda la Universidad; el Artículo 10, que establece las pautas para resguardar del contacto con la persona denunciada en el caso de que así fuera necesario y se lo requiera; el Artículo 11, que contempla la realización de campañas de difusión y concientización en todas las Facultades, llevadas adelante por el equipo Promotor del Protocolo designado en cada lugar; y el Artículo 12, donde se sistematizan los pasos previos a realizar para la implementación concreta que contienen tres momentos correlativos: relevamiento de estadísticas, campañas de difusión y creación del equipo interdisciplinario promotor.
Para que se aplique el protocolo en nuestra Facultad y en la UBA, las y los estudiantes nos tenemos que organizar, porque como ya quedó demostrado ellos no están dispuestos a hacerlo. Un espacio para hacerlo, nos proponemos que sea la Comisión de Mujer del CEFyL. Invitamos a docentes y estudiantes a abrir este y otros debates hacia el próximo Encuentro Nacional de Mujeres.