Con las declaraciones de la Fiscal General de Guatemala, la detención de Javier Duarte se evidencia como maniobra electoral del gobierno de Peña Nieto ante la crisis del PRI.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 18 de abril de 2017
Thelma Aldana Hernández, Fiscal General de Guatemala, dio a conocer que la detención del ex gobernador de Veracruz no se produjo antes porque el gobierno de México no lo había solicitado.
No obstante, toda la red de apoyo que protegió a Javier Duarte durante su fuga, sigue siendo una incógnita, y numerosos exfuncionarios conservan su libertad, como su esposa Karime Macías, su cuñada Mónica Guihan Macías Tubilla, o su concuño Santiago Rodríguez Macías. A ellos la Procuraduría General de la República (PGR) no los busca.
Según la Fiscalía General de Guatemala, la familia Duarte no ha quebrantado la ley, así es que siguen de vacaciones en Panjachel, un municipio turístico.
Mientras tanto, Peña Nieto se ufana de la captura del ex gobernador de Veracruz, así como de la de Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas, y alega que es un nuevo mensaje contra la impunidad.
Nada más alejado de la realidad: fue toda una acción mediática para intentar recomponer al PRI de cara a las elecciones en el Estado de México, el terruño que tanto teme perder el tricolor.
Todos los partidos con registro cuentan en sus filas con funcionarios implicados en casos de corrupción y con vínculos con el crimen organizado.
Ésta es la “clase política” que impuso las reformas estructurales -como la laboral, la energética y la educativa- sobre el pueblo trabajador y la que a cambio de incrementar sus fortunas personales está dispuesta a entregar todos los recursos del país al mejor postor.
