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Red Internacional
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FRANCIA REFUGIADOS. Fuerte represión policial para desalojar a los refugiados en Calais

La Policía francesa ha arrojado gases lacrimógenos a los migrantes que se defendían cuando han comenzado a desmantelar docenas de tiendas de campaña y chozas de madera improvisadas en el campamento de refugiados conocido como la “jungla’ en Calais, en el norte de Francia.

Martes 1ro de marzo de 2016

Fotos: EFE/Laurent Dubrule

Las autoridades galas venían anunciando su intención de demoler la mitad del campo principal desde hace un tiempo y así despejar las áreas cerca del transitado puerto de Calais; sin embargo, la luz verde para el desalojo vino la semana pasada luego de que la prefectura de Calais ganara la batalla legal ante los tribunales franceses.

Según una organización de ayuda a los refugiados, hasta el momento se derrumbaron los hogares de unas 200 personas de las aproximadamente 3.500 que viven en el campo y entre unos 800 y 1.000 refugiados fueron amenazados ordenándoles abandonar el campamento.

Una voluntaria del grupo “Help Refugees” (Ayuda para los refugiados) declaró que varias de las chozas improvisadas se encuentran en llamas, presumiblemente luego de ser alcanzadas por los gases lacrimógenos. La voluntaria agregó: “la policía sigue arrojando gases lacrimógenos para alejar a los grupos de refugiados. En este momento seis hogares se encuentran en llamas.”

La acción de desalojo comenzó en la madrugada cuando grupos de personas vestidos con trajes naranjas empezaron a desarmar a mano docenas de chozas improvisadas de lona y madera mientras que una excavadora cargaba los escombros en camiones. Todo esto bajo la vigilante protección de policías con escudos antimotines.

El grupo solidario “Refugee Rights Data Project”, ha revelado que de los 460 residentes de la “Jungla” consultados, el 80% dijo que permanecería allí o armarían otro campamento en el pueblo vecino de Dunkerque –conocido porque allí se realizó la operación de evacuación de las tropas aliadas en territorio francés durante la Segunda Guerra Mundial a finales de mayo de 1940–.

Asimismo, Help Refugees declaró que en la mañana del lunes las autoridades bloquearon el acceso a los voluntarios del campo, que hace de hogar de refugiados y migrantes de Siria, Afganistán, Sudán, Eritrea, Irán, Pakistán y Egipto.

Varios grupos solidarios con los refugiados han denunciado que a los residentes solo se les dio una hora de aviso para que abandonasen sus hogares antes de la demolición, bajo amenaza de ser arrestados si se negaban. “Care4Calais” es una de las organizaciones que se ha opuesto al plan de desmantelamiento emitido por los tribunales franceses y ha presentado una apelación contra la decisión del tribunal. Esta misma organización ha denunciado también la alta presencia policial en la “Jungla”, donde unas 40 camionetas antidisturbios mantienen el sitio acordonado.

Los refugiados piden “pasaje seguro”: acceso a Europa y el reconocimiento de su estatus. Escapan de guerras y conflictos en sus propios países de origen y luego de meses de ser ignorados por los políticos europeos, la única respuesta de las autoridades es lanzarles gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua.

Luego del brutal desalojo, cientos de migrantes, entre los que se encuentran niños y mujeres, se ven obligados a dormir en la intemperie y rondando de un lado a otro con sus sacos de dormir a cuestas. Algunas personas se mudaron a contenedores-refugio mientras que una pequeña cantidad se desplazó en autobuses a otras zonas de Francia. Pero la mayoría, una cifra superior a los 800 o 1.000, conforme a las estimaciones de las autoridades, permanecen en el campo.

Según el censo llevado adelante por dos organizaciones solidarias, en el campo principal viven 3.455 personas, de los cuales 445 son niños; 305 de ellos no acompañados.

El sábado 27 de febrero decenas de miles de personas en decenas de ciudades de Europa se movilizaron a favor de los migrantes y por el derecho al ¡Pasaje Seguro Ya! Tan solo dos días después la violencia implacable de las fuerzas policiales y el lenguaje de las balas se descarga sobre los migrantes.

Para este martes se ha convocado una protesta en solidaridad con los refugiados de la “Jungla” de Calais en las puertas del Instituto Francés en Londres.