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Opinion. Fuga y evasión: los grandes criminales que Macri no quiere tocar

Mientras que el presidente habla de “combate la corrupción” por medio de la extinción del dominio, en tres años se fugó más dinero del que entró por los préstamos del FMI.

Victoria Sánchez

Victoria Sánchez @VickytaTw

Martes 22 de enero de 2019 23:25

Con la mira puesta en las próximas elecciones, este martes por la mañana se conoció el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que reglamenta el denominado “Régimen procesal de la acción civil de extinción de dominio” sobre bienes que se sospeche provienen de “actos de corrupción o crimen organizado”.

En una jugada claramente demagógica y ante la falta de datos económicos positivos, el Gobierno se juega con todo a la campaña de “la lucha contra los mafiosos” para lograr la reelección en octubre próximo. “El que las hace las paga” prometió el lunes Mauricio Macri. “Los criminales tienen que devolver hasta el último bien que se llevaron ilegítimamente”, agregó.

Tras ser anunciado el DNU, desde diversos sectores se señalaron una amplia variedad de críticas que marcaban desde la inconstitucionalidad de la norma, hasta el oportunismo del anuncio.

Sin embargo, para el presidente y para Cambiemos, hay determinados criminales que no se tocan. Para ellos hay, directamente, impunidad. Este mismo lunes, el Banco Central (BCRA) reportó que la “Formación de Activos Externos del sector privado no financiero” -conocida coloquialmente como “fuga de capitales”- fue en diciembre del 2018 de U$S 862 millones, totalizando tan solo en el año 2018 la friolera suma de U$S 27.230 millones.

Considerando los datos oficiales se puede saber que en 2016 se fugaron U$S 9.951 millones, mientras que en 2017 fueronU$S 22.148 millones, es decir un 123 % más que en 2016. Es así que tan solo en los primeros tres años del gobierno de Macri, la fuga de capitales ascendió a U$S 59.329 millones.

Según distintos especialistas para estimar los valores reales de fuga se debe considerar, como mínimo, el doble de la reconocida por los organismos oficiales. Es decir, que aún subestimando los valores reales, la fuga logró superar en tres años largamente el acuerdo ampliado con el FMI.

Sobre mitos y realidades

Empresarios y políticos hacen uso y abuso de estructuras societarias complejas creadas por empresas especializadas, así como de artilugios contables y legales, para esconder dinero del fisco y así pagar menos impuestos o directamente evadirlos.

Los escándalos internacionales como “Panamá Paper” primero, “Paradise Paper” o Bahama Leaks después, pusieron de manifiesto que la fuga de capitales, así como la evasión y elusión fiscal son fenómenos sistémicos internacionales que forman parte intrínseca del capitalismo.

Como buen empresario, Mauricio Macri, así como distintos integrantes de su Gobierno, aparecieron en cada una de las distintas filtraciones que se conocieron. El “renunciado” Luis Caputo es el último funcionario al que se le conoció la participación en una empresa offshore, Noctua Partners, en la cual figuraba como dueño indirecto. Sin embargo, no es el único que cuenta con activos a buen resguardo en el exterior. Tras la corrida cambiaria de agosto del año pasado, Mauricio Macri y sus funcionarios ganaron casi nueve millones de pesos, solo por el dinero declarado en cuentas extranjeras.

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La parálisis que se registra en todas las causas en las que se investiga lavado de dinero; así como el desarme de las pocas herramientas legales para el control de la evasión y elusión; o la creación directa de leyes que la perdonan, no solo que contrasta con el discurso de “recuperar lo robado” levantado por Cambiemos, si no que pone al descubierto el objetivo demagógico de este tipo de anuncios.

A este tipo de criminales, en lugar de perseguirlos, se elige premiarlos. En julio del 2016 se sancionó la ley de “Reparación Histórica” que incluía una importante parte dedicada al blanqueo de capitales, a través del cual se perdonó la evasión fiscal a cambio de una pequeña multa. Tras ser aprobada se incluyó mediante un DNU la aprobación a que participen familiares de funcionarios. Allí se anotaron nombres de la propia familia presidencia. Pero ese no fu el primer ni el último favor a los fugadores.

En enero del 2016, previo a que se sancione el indulto a los evasores, se designaron al frente de Unidad de Información Financiera (UIF) a Mariano Federici y María Eugenia Talerico. Ambos previo a desempeñar tareas en el ámbito público fueron durante años defensores de la banca evasora.

Sin embargo, fue con la creación en octubre del 2017 de las Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), un tipo de sociedad que puede ser creada en 24 horas sin ningún tipo de control, que se prendió el alerta entre distintos especialistas y organizaciones no gubernamentales especializadas en criminalidad económica, ya que se convierte al país en un centro potencial de lavado de dinero y evasión fiscal.

Como si fuera poco, en 26 de diciembre del 2018, a través de la resolución comunicación “A” 6619, el Banco Central liberó a las casas de cambio de presentar Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), un reporte que sirve para poner en alerta respecto de posibles operaciones que utilicen fondos provenientes de operaciones ilícitas como el narcotráfico, evasión u otros.

Debido a esta serie de medidas, diversos especialistas señalan que la Argentina se encuentra actualmente “sin insumos para prevenir la criminalidad económica”. Como se ha puesto de manifiesto en las diversas filtraciones de información, tanto oficialistas como opositores recurren a la evasión impositiva para engrosar sus fortunas.

Si bien la fuga estimada por el BCRA incluye la compra de dólares de pequeños ahorristas que buscan preservar sus ahorros frente a la inflación y de empresas más chicas, la mayor parte de esta fuga la realiza el gran capital.

El desfalco que en tres años se llevó más dinero que el que ingresó por el último préstamo del FMI no será penado con la medida anunciada recientemente, así como tampoco el clan Macri pagará un solo peso por el dinero obtenido vía los negociados con el Estado en el “club de la obra pública”.

Como queda de manifiesto con las medidas antes señaladas los evasores son premiados día a día. La verdadera corrupción, que se nutre de la relación entre el poder estatal y empresariado, quedará a salvo. Como dice la frase popular “los muertos que vos matáis gozan de buena salud”.

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Victoria Sánchez

Nacida en Bs. As. en 1986. Es economista y docente. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2010. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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