Miles en las calles recordaron con rabia la noche en la que dos estudiantes fueron asesinados y 43 desaparecieron. Este jueves, a 5 años, el reclamo de justicia sigue siendo vigente.
Axomalli Villanueva @1quiahuitl
Viernes 27 de septiembre de 2019
Imágenes por Elizabeth Sauno
Puntuales a las 16:00 horas los familiares de los 43 normalistas iniciaron la marcha a cinco años de la desaparición de sus hijos. Miles, entre estudiantes, trabajadores, miembros de organizaciones sociales, artistas y activistas se unieron a su reclamo de justicia.
Avanzaron, como ya es costumbre sobre Av. Reforma bajo la consigna !vivos se los llevaron! ¡vivos los queremos!, mientras aún llegaban contingentes de las universidades, recordé las masivas movilizaciones que en 2014 hicieron tambalearse al gobierno de Enrique Peña Nieto.
En ese entonces mientras querían imponer su "verdad histórica", el grito de ¡fue el Estado! se instaló en las consignas de quienes, con rabia y hartazgo nos sumamos al reclamo de justicia para una escuela que recibía constantemente los ataques del gobierno.
Hoy cinco años, el Gobierno de la 4T encabezado por López Obrador intenta dar otro "carpetazo" al querer reiniciar desde cero las investigaciones, mientras que, a 10 meses de iniciar su gestión, no ha vinculado a proceso a ningún responsable de aquella "verdad histórica".
Mientras que el gobierno de la ciudad, perteneciente a la "Cuarta Transformación" insiste en respetar los derechos humanos, este jueves, la marcha -que recuerda la violencia del Estado contra los estudiantes-, se llevó a cabo con un clima de represión, al haber detenciones arbitrarias de menores de edad por parte de la policía.
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Mientras tanto, la supuestamente extinta fuerza represiva del Cuerpo de Granaderos se hizo presente durante la manifestación, con los ya conocidos toletes, cascos y escudos intentaron iban dispuestos a agredir a los manifestantes.
El gobierno de López Obrador, por un lado da la imagen de democrático y ofrece promesas a los familiares de los 43, pero por otro lado impulsa la Guardia Nacional, que significa criminalización en contra de la juventud, el aumento de la violencia feminicidia contra las mujeres, además del despojo a los pueblos originarios que resisten a los megaproyectos.
A cinco años de la noche de Iguala que nos arrebató a los normalistas de Ayotzinapa se hace más vigente que nunca el reclamo de verdad y justicia.