Tras la decisión de modificar el mínimo del Impuesto a las Ganancias, la respuesta de los dirigentes burocráticos no fue unánime. Pero la tregua sigue.
Viernes 19 de febrero de 2016
Desde LID venimos dando cuenta del rol de los dirigentes sindicales y su ubicación ante los ataques del gobierno con despidos y suspensiones que ya suman 30.000 entre trabajadores públicos y privados. A veces alineados directamente con la política de Macri, otras mostrándose como opositores en el discurso pero sin enfrentar seriamente el ajuste.
Ayer por la mañana, Mauricio Macri, rodeado de gobernadores, legisladores nacionales y dirigentes sindicales, anunció la suba del mínimo no imponible del impuesto en Ganancias a 30.000 pesos. Se trata de una iniciativa que abarca apenas al 10% de los asalariados en la Argentina, mientras una enorme mayoría está lejos del costo de la canasta familiar que está hoy en $16.000.
Las pretensiones de Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, que anteriormente exigían que se elimine, se terminaron adaptando a las explicaciones de Macri de que debía ser “gradual” a fin de evitar un brusco bajón de la recaudación en el actual contexto económico.
Apoyos críticos
En sus declaraciones a la prensa, Moyano sostuvo que la modificación en Ganancias "es un avance, pero faltan todavía muchos temas para discutir". Y valoró puntualmente que se le "devuelva a los trabajadores algo que le había sacado el gobierno anterior: el salario familiar".
Julio Piumato, titular del gremio de Judiciales, también habló tras el anuncio del Presidente. "Nos parece importante el anuncio pero más que nada la promesa de que va a ser progresivo", admitió el sindicalista en declaraciones con radio La Red. "Es un reclamo que planteamos siempre al anterior gobierno, pero lamentablemente nunca nos escucharon: pedíamos cada vez pagar menos pero cada vez pagábamos más ganancias", agregó.
Pese a que mostró su aceptación, Piumato también dejó entrever que la noticia no satisface en un ciento por ciento los intereses del gremio: "Nos hubiera gustado otra cifra pero aceptamos esto y confiamos en la progresividad"
El mandatario celebró la presencia de los líderes sindicales y gobernadores de diversos colores políticos, al señalar que demuestra que “hay más coincidencias que diferencias” y les pidió tomar “conciencia del momento” que está viviendo el país, con un “pésimo nivel de déficit fiscal”.
Por su parte, Gerónimo “Momo” Venegas” festejó el anuncio y dijo que van a discutir las escalas (del impuesto) en el Congreso. Este viene siendo uno de los dirigentes más cercanos al gobierno.
Pero no todo fue a pedir de boca del gobierno. Dirigentes alienados con el kirchnerismo hasta diciembre pasado como Gerardo Martínez (UOCRA) y Antonio Caló (UOM) no fueron parte de la reunión donde se anunciaron los cambios. Estos dirigentes pertenecen a gremios donde la modificación impositiva tiene poco o nulo peso.
Sin embargo, más allá de esto, tampoco rompen la tregua que sostienen con el gobierno. Por el momento solo la izquierda y los sectores combativos de la clase trabajadora enfrentan claramente el ajuste en curso.