Conversamos con el artista vasco, líder de la legendaria banda Berri Txarrak, que llega a Buenos Aires para presentar su flamante disco solista Hasiera Bat en Strummer Bar.
Augusto Dorado @AugustoDorado
Sábado 11 de mayo 22:08
Gorka Urbizu llega este domingo 12 de mayo a Buenos Aires para presentar su Hasiera Bat en el escenario del Strummer Bar.
Hasiera bat significa “un comienzo” en euskera (el idioma vasco): es el punto en el que se ubica Gorka Urbizu para afrontar por primera vez en su carrera el desafío de un proyecto solista, tras un cuarto de siglo al frente de Berri Txarrak (“malas noticias”), un potente power trío que se hizo un lugar destacado en la escena independiente europea. Pero el músico nacido en Lecumberri (Navarra), movilizado por otras inquietudes artísticas, se dispuso a “parar la pelota”, bajar unos cambios y recomenzar con una obra de tono reflexivo y profundo, sin abandonar dosis de crudeza. Con un bellísimo arte de tapa -obra de la artista plástica canadiense Heather Horton- y producción de Jordi Matas, Hasiera Bat compila una decena de canciones bellas y simples (aunque de arreglos muy trabajados), con títulos como “Tren bat” (un tren), “Kolore bat” (un color, bellísimo tema que se erige sobre la base de una gran línea de bajo) o “Teoría bat” (una teoría), lo esencial en este trabajo de Gorka Urbizu está en la poesía cimentada en letras completamente en euskera (que se pueden encontrar muy fácilmente traducidas en su web).
Entusiasmado por visitas previas a Latinoamérica, Urbizu se dispuso a retornar para compartir este “renacimiento” artístico. En Buenos Aires, este domingo 12 de mayo estará en el mitico Strummer Bar de Godoy Cruz 1631 (Palermo, CABA) en plan acústico y acompañado por los locales Mauro Conforti y Fer Etchegoyen. En la previa de su desembarco a las tierras de Goyeneche (con quien comparte apellido de raíz euskera), La Izquierda Diario conversó con Gorka sobre sus influencias, sus años en Berri Txarrak, el recuerdo del legendario productor Steve Albini, la importancia del rock radical vasco y su lucha contra el frenético ritmo de vida que plantean los tiempos en los que vivimos.
LID - ¿Cómo fueron tus comienzos con la música? ¿Cuáles fueron tus principales influencias artísticas?
GA - Vengo de un pueblo pequeño donde había una escuela de música en la que me inicié. Me gustaba el solfeo, cantar en el coro, tocaba el acordeón y el piano... Hasta que con 13 años, descubro el rock y el metal, que me vuelan la cabeza, junto con la explosión de Nirvana. Es cuando agarro la guitarra y empiezo a componer mis canciones. Mis influencias en los inicios fueron de la escena vasca, grupos como Su Ta Gar, Negu Gorriak o EH Sukarra. A partir de ahí voy ampliando mis gustos y descubriendo toda la música posible.
¿Qué importancia le asignás a lo que se conoció como “Rock radical vasco” en la historia de la música en el Estado Español?
Es un movimiento que he aprendido a valorar a posteriori, porque yo en esa época escuchaba mucha radiofórmula y cuando empecé a descubrir la música por mi cuenta eran los inicios de los ´90, por lo que no viví el rock radikal vasco en primera persona. Pero qué duda cabe que abrieron un camino del que tomamos el testigo un montón de bandas. Fue una tormenta perfecta con la explosión del punk del ´77, la muerte de Franco y la proliferación de radios libres, luchas por libertades, un ansia generacional por romper con todo y ser libres... Y un puñado de bandas buenísimas como Eskorbuto, Kortatu, Hertzainak, Rip... También creo que la gente llegó a mitificarlo un poco y que todo ese movimiento hizo sombra a otros sonidos, incluso en décadas posteriores cuando ya el movimiento se apagó. Estuvo bien y fue una época irrepetible, pero es importante avanzar y quizás en Euskal Herria ha costado más que en otros lugares, no lo sé.
Esta semana recibimos la triste noticia del fallecimiento de Steve Albini, que fuera productor del disco Payola de Berri Txarrak ¿Qué recuerdos tenés de aquellas sesiones? ¿Te influyó Steve Albini en tu faceta de productor?
Ha sido un duro golpe y un día triste para la música. Albini trasciende el mundo de la producción y es un referente por su manera de entender el negocio de la música siempre al margen de los tiburones de la industria y dando prioridad siempre al músico. Recuerdo esa grabación con mucho cariño y como un aprendizaje. Parte de todo eso está en las canciones de Payola, el resto me lo llevo conmigo como una experiencia vital y musical que guardaré como oro en paño.
Con Berri Txarrak viniste anteriormente a Buenos Aires para giras de Rise Against y los Descendents ¿Qué impresión te dejaron la escena del rock y el público rockero de Argentina?
Uno siempre tiene la sensación de ser un ignorante por nuestro desconocimiento de los movimientos musicales de por aquí. Desde entonces intento estar al corriente y me parece una escena inabarcable que ha dado bandas increíbles. El público rockero es muy fiel y entregado, recuerdo gente que se tatuó frases de Berri Txarrak y no me lo podía creer. He sido muy privilegiado al poder girar con Rise Against o Descendents, gente que admiro y que nos ha tratado muy bien siempre. También recuerdo la primera incursión en tierras argentinas con nuestra actuación en el Salón Pueyrredón. Estoy muy contento de poder compartir ahora mis nuevas canciones en Buenos Aires.
Con Hasiera Bat (que significa “Un comienzo” en euskera) estás lanzando tu carrera solista ¿Qué necesidades artísticas motivaron este comienzo?
Tras 25 años de carrera imparable con Berri Txarrak, sentí un poco de fatiga y la sensación de fin de ciclo. Necesitaba parar, descansar y empezar a crear desde otro lugar despojándome de esa etiqueta. Es primordial para mí sentir que avanzo como creador y de alguna manera tuve que crear ese espacio para que este disco sucediera. BTX siempre será mi banda madre y me sigue fascinando la comunidad que se creó en torno a esas canciones.
Tanto el sonido, como el tono más intimista y el arte de tapa parecen ir por carriles diferentes a los que venías tomando en experiencias anteriores ¿Cómo describirías a Hasiera Bat?
No tendría sentido hacer lo mismo. Este disco nace como reacción al exceso de imágenes, la prisa y el afán en el que estamos inmersos, el culto al ego, la dictadura del algoritmo, el hype por encima de la canción... es una invitación implícita a la desaceleración y al cuidarnos los unos a los otros.
Una muy linda reseña en el diario El País cita una sentencia tuya en la que decís que “si no tienes 35 minutos para sentarte a escuchar un disco, entonces, colega, este no es tu disco”. ¿Es un disco que apunta a llamar la atención sobre el ritmo frenético de la vida en nuestros días? ¿Cómo ves esta realidad social tan acelerada y fugaz?
Así lo creo. Si no tienes 35 minutos para escuchar este disco, quizás no sea tu disco y tengas que buscar otra música, todo bien con eso. No quiero gente que “consuma” mi música, quiero gente que la escuche y que acuda a ella para sentirse mejor. Saqué el disco sin ningún tipo de adelanto, un lunes por sorpresa, precisamente para evitar toda esa previa tan cansina con la que a menudo le robamos algo del alma a las canciones. He intentado preservar la fascinación arcaica de la música, pero no como un ejercicio de nostalgia, sino como una reivindicación de que hay otras formas de compartir la música (tampoco he inventado nada, no digo eso, simplemente que es muy poco común esta forma de sacar un disco). Yo quería forzar a la gente a acercarse al disco sin ningún tipo de condicionante: puro, como siento el disco.
En estos días estás girando por Latinoamérica presentando Hasiera Bat, ya estuviste por México, Colombia y Chile ¿Cómo está yendo la gira? ¿Con qué show nos encontraremos este domingo 12 en Buenos Aires?
Está siendo increíble, muy buenas sensaciones. Me siento muy privilegiado de poder compartir estas canciones al otro lado del charco y, ahora que la gira americana llega a su fin, ya tengo ganas de regresar y tocar más. Algunos conciertos han sido con toda la banda y me da pena que no haya sido posible en Argentina, pero todo llegará. En el Strummer actuaré yo solo con la acústica. No estoy muy acostumbrado a hacer esto, pero en Chile la sala se llenó y fue muy especial. Tocaré canciones de Hasiera Bat y otras de mi carrera con Berri Txarrak y varios proyectos paralelos como Katamalo o Peiremans+.