El 26 de abril de 1937, Guernica fue devastado por un ataque conjunto de las fuerzas militares nazis y franquistas con apoyo de los fascistas italianos.
Miércoles 26 de abril de 2017 11:07
El 26 de abril de 1937, el poblado Vasco de Guernica fue devastado por un ataque conjunto de las fuerzas militares nazis y franquistas con apoyo de los fascistas italianos. Se lanzaron bombas con el fin de aislar a la población, en puentes y ferrocarriles, luego en el núcleo urbano. Otras fuerzas ametrallaron a miles de civiles ocupando sus casas según cuentan los testimonios. Fue un ataque poco estratégico en el desarrollo de la Guerra Civil Española, y cuyo fin fue aterrorizar al pueblo Vasco y ser ejemplificador para aquellos que defendían las demandas del Frente Popular.
No fue el único ataque que los franquistas realizaron a poblaciones civiles, pero sí el más conocido por haber sido retratado en la obra “Guernica” de Picasso.
El Frente Popular Español se impuso en las elecciones de febrero de 1936, con un imponente marco de huelgas generales y la demanda de miles de campesinos por la tierra que ocupaban miles de fincas. Al mismo tiempo, la falange española se nutría de jóvenes en sus filas y aumentaban los ataques a militantes de izquierda. En julio de 1936 se inicia la reacción franquista apoyada por la Alemania Nazi y el fascismo italiano. En 1937 bombardean a Guernica.
El 1° de abril de 1939 se confirmaba la victoria franquista en la Guerra Civil Española. Sin embargo, como expresa Trotsky, el proceso había culminado dos años antes con la derrota del bando republicano en Barcelona en 1937 como consecuencia de las direcciones reformistas del Frente Popular. Decía: “La alianza contrarrevolucionaria impulsada por socialistas y estalinistas, puso una soga al cuello al heroico proletariado español y lo entregó a la burguesía, frente a la impotencia de las direcciones anarquistas y del POUM”. Para Trotsky, la ausencia de un partido verdaderamente revolucionario, cuyo objetivo central fuera llevar al proletariado a la toma del poder como única vía para la derrota de la reacción fascista, fue uno de los mayores problemas. Se inician así, 40 años de dictadura franquista y se establecen las condiciones para la segunda Guerra Mundial.
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Pasados cuatro días del bombardeo a Guernica, el 1° de mayo se organizó en París una masiva movilización para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, pero el repudio al ataque a Guernica cobró fuerza en la celebración. A esta movilización concurririeron importantes intelectuales y artistas, entre ellos Picasso. El pintor había recibido la propuesta del gobierno republicano de expresar el fuerte repudio popular a la dictadura franquista internacionalmente. Para esto, le había ofrecido un lugar destacado en el pabellón español de Exposición Internacional de París de 1937.
En la exposición se presentaban enfrentados el pabellón de la Alemania nazi con la simbología del águila, y el pabellón de la URSS con la hoz y el martillo. De esta forma la propaganda política se expresaba abiertamente. El pabellón de España contenía numerosas obras maestras de los artistas más reconocidos, mezclados entre la propaganda de la república. En el patio principal se destacaba la obra de Picasso. Si bien en un principio la idea del pintor fue otra, luego del ataque al poblado de Guernica, cobró fuerza en su reconocida obra. Expresaba: “Mi trabajo es un grito de denuncia de la guerra y de los ataques de los enemigos de la República…
La pintura no es para decorar, es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo sobre el enemigo. La guerra de España es la batalla de la reacción contra el pueblo, contra la libertad… En “Guernica” expreso mi repulsión hacia la casta militar, que ha sumido a España en un océano de dolor y muerte”.
Hernán Perriere
Nació en Bahía Blanca, es historiador (UNS) y docente. Integra el PTS y colabora con la sección historia de La Izquierda Diario.