Luego de que el fiscal que sigue el caso del magnicidio de Jovenel Möise pidiera que se investigue a Ariel Henry como imputado por su asesinato, éste lo destituyó. Mientras tanto continúa la crisis económica y social en la golpeada población haitiana.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Miércoles 15 de septiembre de 2021 11:20
El fiscal Bel-Ford Claude, solicitó que se investigue al primer ministro de Haití, Ariel Henry, como imputado en el caso del asesinato del presidente Jovenel Moise. Más tarde también había emitido una orden para prohibirle a Henry salir del país, basado en unas llamadas telefónicas que el actual primer ministro habría realizado con uno de los principales acusados del crimen.
Se trata de Joseph Félix Badio, exfuncionario del ministerio de Justicia, quien habría sido geolocalizado en el barrio donde se encuentra la residencia privada del asesinado expresidente Möise por las llamadas realizadas a Henry a las 04:03 y luego a las 04:20 de la madrugada del día del atentado.
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El fiscal Claude, cuyo cargo es comisionado de Gobierno, había presentado la nota de citación para Henry ante un tribunal del primera instancia: ""Existen suficientes elementos comprometedores que forman mi convicción sobre la oportunidad de imputar al señor Henry y de pedir su inculpación pura y simple".
Este martes 14 libró una segunda nota dirigida al director del Departamento de Inmigración y Emigración haitiano, Joseph Cianculli, prohibiéndole la salida del país.
Pero entre la citación y la prohibición para que el primer ministro salga de Haiti, éste destituyó al fiscal, apoyado en la legislación de ese país que solo permite que un alto funcionario declare ante la justicia, solo si lo autoriza el presidente (asesinado por un comando contratado por una empresa de seguridad, con sede en Miami, el pasado 7 de julio). Con ese argumento de "falta administrativa grave" Bel-Ford Claude fue echado por Ariel Henry que usó el tecnicismo de que la nota de prohibición de salida del país fue emitida un día después de esa destitución, por lo cual no tiene validez.
Esto sucede en momentos donde el primer ministro, juntos con prácticamente todos los partidos y las principales organizaciones sociales del debilitadísimo régimen haitiano firmaron un pacto de gobernabilidad que llamaron "acuerdo de gobernanza pacífica y eficaz". De ese acuerdo surgirá en poco más de una semana, un nuevo gobierno de unidad nacional que llamaría a elecciones " a más tardar antes del fines del 2022", según palabras de Henry.
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¿Y la población?
Mientras por arriba esta casta política trata de sostener al Estado, del cual se valieron las potencias imperialistas, como actualmente Estados Unidos para expoliar a esta isla caribeña, por abajo esto redundó en una situación calamitosa para la mayoría de la población.
Al desastre que produjo la escasez de políticas públicas sanitarias adecuadas frente a la pandemia, hay que agregarle que en las últimas semanas sufrió las consecuencias de un terremoto que dejó al rededor de 2.300 muertos y miles de heridos y centenares de miles que han perdido lo poco que tenían. Décadas y décadas de políticas que no hicieron más que causar el empobrecimiento de las grandes mayorías, frente a fenómenos naturales, dejan sin protección a la población.
Estos fenómenos como los terremotos, no se pueden evitar, pero lo que sí se puede evitar es la pobreza, indigencia y la alta vulnerabilidad habitacional que padece la población. Estos no son "fenómenos naturales" sino efectos de esas políticas y de la ocupación estadounidense y de la ONU.
Mientras continúa esta situación, Ariel Henry, que acaba de sacarse de encima al fiscal que lo comprometía en la autoría intelectual del magnicidio, continúa con el acuerdo intentar cerrar la crisis por arriba, cuyo máximo punto fue el asesinato de Jovenel Möise.