En respuesta a la polémica que se abrió en la comunidad negra por no haber candidatos afroamericanos entre los nominados en dos años consecutivos, la gran industria del cine se mostró “inclusiva” y convocó a más de 600 artistas de distintos países a que sean parte de las votaciones para los premios.
Viernes 1ro de julio de 2016
Los premios de la academia tomaron nota luego de la polémica y los repudios, de parte de los actores y directores como Will Smith y el crítico Spike Lee, quienes repudiaron el racismo en la última entrega de los premios.
Para equilibrar el aplastante 90% de blancos y 75% de hombres, Hollywood renueva sus integrantes aceptando que ingresen unos 683 invitados (no miembros), de los cuales un 46% son mujeres y 41% son negros. La larga lista incluye a 28 ganadores del Oscar y 98 nominados y nominadas. La polémica por discriminación racial que estalló en las redes sociales con #OscarSoWhite dejó en evidencia el racismo y la discriminación que sostuvo (y sostiene) Hollywood desde sus inicios, aún con esta iniciativa, donde la gran maquinaria del entretenimiento quiere diversificarse, sigue dejando en claro que solo serán la minoría afortunada seleccionada por la (aun) gran mayoría de hombres blancos.
Con esta nueva “apuesta a la diversidad”, sobre el total de participantes ahora serían un 11% de negros y 27% de mujeres. Antes del anuncio del miércoles pasado por el presidente de la Academia, la afiliación a los premios era sólo del 8% de negros y un 25% de mujeres.
Sin embargo, distintas actrices y famosos actores se mostraron desconformes con los nuevos porcentajes, como expresó Alex Nogales, presidente y CEO de la Coalición Nacional de Medios Hispanos, quien saludó la iniciativa como “un pequeño paso adelante”, pero resaltó que “tres puntos no es suficiente”, dijo a Fox News Latino. "En el 11 por ciento ahora, sigue siendo un número muy bajo si tenemos en cuenta el número de personas de color en el país".
La novedad, dentro de sus límites, es que:283 de los que votaran para el 2017,provienen de 59 países distintos, entre los que figuran, los españoles Juan Antonio Bayona o Isabel Coixet, la actriz Emma Watson, Marisa Paredes y el director Ken Loach, y la sorpresa para muchos, las hermanas Wachowski, Lana y Lilly, invitadas recién ahora cuando en 1999 revolucionaron el cine con Matrix. Otros diez representantes de Argentina entre las que se encuentran Cecilia Rothy las realizadoras Lucía Puenzo y Lucrecia Martel. Ellas se sumarán a la antigua lista de votantes que participaron en los Oscars de este año, donde fueron parte los argentinos ganadores del Oscar como Juan José Campanella, Damián Szifron, Armando Bo, Nicolás Giacobone y Gustavo Santaolalla.
Mostrarse amigable para dominar mejor
Hollywood, la gran maquinaria de producción cultural en el mercado masivo intenta mantener todo bajo su dominio, se muestra accesible y abierta a las críticas desde su gran mostrador: Los premios Oscar. A simple vista se puede ver en los apuntes, una estrategia más para continuar engordando las ganancias que deja el entretenimiento. Con la inclusión de nuevas minorías, buscan fortalecer, para no descuidar parte del negocio en los países a los que ya tienen llegada, la gran mayoría en el planeta.
Este gran "monstruo de imágenes", es el que aun decide cuándo podemos disfrutar de un momento de ocio, o decide cuánto cuesta el entretenimiento del cine y para ver en su gran mayoría, la difusión de la ideología dominante, esa que llega a 80 países en simultaneo en cada estreno.
Ahora abren sus puertas a que ingresen como invitados nuevos colaboradores en los premios para ampliar las voces y miradas, siempre dentro de su territorio y bajo las reglas de su monopolio. Los intereses de este negocio multimillonario son claros cuando dicen desde la sede central: “La meta sigue siendo duplicar el número de minorías para el 2020”, lo que según los cálculos de The Wrap equivaldría invitar a unos 500 profesionales de otra raza o etnia y a unas 1.500 mujeres que trabajen en esta industria en los próximos años.
Habrá que esperar al próximo desfile de la alfombra roja y ver de qué va esta “apertura” en los Oscars. Lo cierto es que, para mantener un público amplio y masivo, donde la comunidad negra, las mujeres y los latinos son una gran mayoría, la industria necesita "renovarse" y mostrarse amigable frente a las “minorías” que desde 1929 (año en que se inauguran los premios) jamás fueron participes, solo consumidores. Más allá de los cambios, los premios Oscar seguirán siendo la gran pista de lanzamiento de nuevos "tanques cinematográficos" para abastecer un mercado cautivo gracias al monopolio de la distribución a nivel mundial.