La riesgosa situación a la que están sometidos trabajadoras y trabajadores del hospital pone de manifiesto la necesidad urgente de unificar el sistema de salud pública y privada. La palabra de quienes trabajan allí.
Martes 31 de marzo de 2020 17:20
Frente a la crisis sanitaria que se puso en evidencia con la llegada de la pandemia al país, comenzaron a llegar a nuestro diario numerosas denuncias de quienes están en la primera línea para hacerle frente, quienes trabajan en hospitales y centros de salud. A continuación compartimos algunas enviadas por trabajadoras y trabajadores del Hospital italiano, un importante nosocomio privado de la Ciudad de Buenos Aires.
Una enfermera con más de 10 años en el hospital cuenta: ”El hospital nada quiere perder en estos momentos de crisis y pandemia, poniendo en riesgo la salud de los empleados. Hay sectores en los que no cuentan o escasean los elementos de protección personal para la atención de enfermos con el COVID-19. Desde el servicio de infectología del hospital toman nuevas medidas de seguridad como manotazos de ahogado para evitar o controlar los casos de infección de sus empleados, ya que se conocieron tres casos de extraccionistas que tuvieron síntomas y se positivizaron. Por lo cual se cerró el aérea de Laboratorio y se puso en cuarentena todo el personal que tuvo contacto con estos compañeros. Dos de ellos se encuentra internados en el hospital. Se está sobrecargando al personal en los pisos de internación, el trabajo es mayor, los profesionales tienen miles de miedo, angustia, en fin... los cuidadores son descuidados”.
Sin test y sin reactivos
“Los suministros de protección escasean y son distribuidos arbitrariamente por las jefaturas, extendiendo así la vida útil de un barbijo, de un guante, de lo que sea, todo para ahorrar unos pesos a los abultados bolsillos del Italiano”, continúa la profesional. La situación a la que están expuestos los y las trabajadoras del Hospital Italiano demuestran la importancia de que se realicen test de detección del virus a todo el personal de salud. "El hospital realiza y obtiene los resultados para los hisopados de PCR pero alude que para los COVID-19 no llegan los reactivos, ni se encuentran legalmente autorizados por el Ministerio de Salud para la confirmar los resultados. El personal administrativo no esta exento de riesgo; en la semana previa a decretarse la cuarentena y durante las primeras semanas de ésta trabajaron con normalidad. Además del miedo al contagio empieza a primar el temor a no cobrar el sueldo, o que sufran descuentos por los días en cuarentena. El hospital solo se ajustó a informar en un comunicado que quienes se infectaron con COVID-19 serán tratados como bajas médicas. Por lo cual esos trabajadores perderían el presentismo", finaliza su relato la trabajadora.
Precarizados en la salud privada
"Dentro del hospital existen empresas terciarizadas como Sodexo que nos sobrecargan de trabajo desde siempre a los empleados gastronómicos, no tenemos los elementos de protección y estamos obligados a tomar servicio en pésimas condiciones de higiene" relata una camarera. "Al maltrato por parte de la tercerizadora Sodexo se le suma el hostigamiento permanente por parte de los mandos medios de la empresa". continúa. Una camarera que hace años trabaja para Sodexo cuenta que negaron su solicitud de licencia para esta cuarentena, debido a que es madre soltera y tiene un hijo discapacitado.
Esta claros que los trabajadores de la salud junto a otros sectores involucrados directa e indirectamente son la primera línea de defensa para combatir esta pandemia.
Ante está situación de precariedad en la que se encuentra el sistema de salud la izquierda sostiene, entre otras medidas, laurgencia en la implementación de test masivos a todos los trabajadores de salud, así como la implementación de una red única de laboratorios para obtener los resultados de los posibles infectados. Reconvertir industrias y fábricas que pudieran realizar todos los elementos de protección personal, como ser barbijos, máscaras , alcohol en gel, camisolines y todos los suministros necesarios para paliar esta crisis sanitaria. Por ahora las inciativas de este tipo vienen surgiendo más bien desde sectores de trabajadores como la imprenta Madygraf, el astillero Río Santiago y empresas recuperadas por sus trabajadores que están produciendo barbijos, alcohol en gel y mascarillas, entre otros implementos.
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