Se trata de Juan Carlos Gallo y José Fernando Poli, obreros secuestrados en 1976 a manos de patotas de las fuerzas represivas. Ahora suman 107 las víctimas identificadas en lugar.
Jueves 5 de octubre de 2017
Mediante una cédula de notificación se daba a conocer la identificación de los restos de José Fernando Poli, técnico mecánico de automotores y trabajador del Ingenio Santa Rosa, y de Juan Carlos Gallo, obrero de Coca Cola. Los resultados fueron entregados por el Equipo Argentino de Antropología Forense a partir de restos óseos extraídos por los peritos del Colectivo Arqueología Memoria Identidad Tucumán (CAMIT).
A José Polí (29 años) una patota va a secuestrarlo a su casa, pero no logran consumar el hecho por la resistencia de la familia y vecinos. Abren fuego hiriendo a uno de sus hermanos. Internado en el Hospital Padilla, quedo al cuidado de José Fernando y otros cercanos. A las 4 de la mañana del 20 de enero de 1976, tras un apagón en el nosocomio, irrumpe un grupo armado entre los que se encontraban dos policías de la provincia (Ocaranza y Moreno –éste último condenado a perpetua en la Megacausa Operativo Independencia) y fusilan a los 2 hermanos Poli.
Juan Carlos Gallo (28 años) transitaba la ruta 38 por la zona de San Pablo en un camión de reparto de bebidas gaseosas, es secuestrado por una patrulla del ejército y presuntamente llevado a una base militar en Lules. Nunca más se supo de él. Fue el 22 de mayo de 1976.
Tras 15 años de trabajo en el Pozo de Vargas se recuperaron más de 37.000 piezas que son enviadas mensualmente al Equipo Argentino de Antropología Forense. Hasta la fecha se recuperó la identidad de 107 compañeros, víctimas de la represión desatada por las fuerzas represivas del estado.