El plan de ajuste macrista sobre los trabajadores tiene su capítulo dedicado a los estatales, buscando despedir a 35.000. Enfrentar los despidos en cada dependencia es parte de la lucha contra el ajuste, pero debe ser parte de un plan de conjunto contra la reforma.
Lunes 11 de diciembre de 2017 10:23
Contra lo que el gobierno viene diciendo en sus últimas apariciones en boca del Ministro de Modernización, Andrés Ibarra, respecto a que no va a haber despidos masivos, ya comenzaron en el ENACOM. Entre el viernes 1º de diciembre y el próximo lunes se calculan unos 175 despidos, entre los cuales hay 90 afiliados a UPCN, 55 a ATE y 30 no afiliados, de distintas dependencias del país. Hay 20 telegramas destinados a trabajadores del ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica), donde denuncian que hay áreas directamente desmanteladas.
Estos 175 despidos son los primeros de un plan del gobierno para despedir 707 trabajadores en el ENACOM, que “sobran” según el plan de “dotación óptima” que analizó varias dependencias estatales llegando a la conclusión de que “sobran” 20.000 trabajadores, cifra que subirá a 35.000 cuando la auditoría termine de pasar por todas las dependencias.
Hay fuerzas para luchar
En la mañana del 6 de diciembre y en el marco de la jornada de lucha convocada por ATE nacional, la Junta Interna de ATE ENACOM convocó a una asamblea en la sede central en Perú 103 de CABA. Se definió una permanencia pacífica en el hall del organismo, a la espera de una respuesta de los funcionarios. El jueves 6 continuó la permanencia pacífica en el hall de la sede central de ENACOM mientras se acercaban delegaciones de trabajadores, el 7 se llevó adelante una radio abierta en la puerta mientras se mantenía ocupado el hall. Pasaron delegaciones de trabajadores del Ministerio de Economía y Finanzas, de la DGMus, del Ministerio de Trabajo, del INDEC y decenas de otras dependencias, así como trabajadores agrupados en la Agrupación Marrón, la Naranja, y la Verde y Blanca. Se acercó el CEFyL, la FUBA y por supuesto desde el ISER.
UPCN entrega, ATE Nacional ausente, Ate capital… de la trinchera a la mesa de discusión
Pese a las demostraciones de fuerza de los últimos días, el paro del 29-11 y la convocatoria al 6-12, las direcciones de los sindicatos estatales no están a la altura del ataque. En el caso particular del ENACOM, y para no perder la costumbre, UPCN ni apareció (salvo para decir que “son listas pero aún no hay despidos”), ATE Nacional brilló por su ausencia, y ATE Capital está lejos de “convertir a los ministerios en una trinchera” (en boca de Catalano delegado general de ATE Capital). Así es como la misma Junta Interna Verde y Blanca levantó la toma del ENACOM en una asamblea de la cual no pudieron participar muchos trabajadores de las dependencias, ni trabajadores agrupados en otras organizaciones (como la Naranja y la Marrón) que también están en ENACOM. El día lunes habrá una “mesa de discusión” con las autoridades del organismo, pero la medida de lucha ya fue levantada sólo bajo la dudosa palabra de los funcionarios de que “no va a enviar por ahora los telegramas”.
Aún podemos frenar los despidos, no sólo en ENACOM sino también en el call center de Energía, donde este lunes se termina el cuarto intermedio. Sería un freno no sólo a estos despidos sino también un primer paso para frenar los despidos en el Estado; y un freno a la política de ajuste mostrando la predisposición a pelear de los trabajadores estatales.
Plan de lucha unificado para ganar
La gestión del PRO ha tenido unas cuantas idas y vueltas para nombrar jueces o quitar y devolver subsidios por discapacidad, o matices de más o menos gradualismo. Pero lo que tiene bien claro es un plan de conjunto contra la clase trabajadora, con una reforma laboral que llevará a perder derechos ganados hace más de 100 años, una reforma previsional que retrocede al tiempo de las AFJP y condena a hambre a miles de jubilados después de una vida de trabajo. Dentro de ese plan brutal de ajuste incluye 35.000 despidos de estatales, cuya mayoría tiene contratos precarios arrastrados desde la gestión anterior (y salarios por debajo de la línea de pobreza). Y como capítulo particular del ajuste de la planta estatal a la “planta óptima”, figuran los despidos en ENACOM y el call center del Ministerio de Energía.
La gestión para despedir no diferencia entre afiliados a UPCN, a ATE, o no afiliados. De la misma manera la organización “por abajo” debiera hacerse en asambleas y plenarios abiertos en las dependencias, donde participen afiliados a cualquier sindicato o no afiliados, exigiendo a ATE Capital y ATE Nacional un plan de lucha unificado para enfrentar los despidos.
Porque así como el gobierno tiene su plan, los trabajadores debemos tener un plan de conjunto para ir contra la reforma y los despidos. La toma de la sede central del ENACOM, la pelea contra los despidos en el call center de Energía o cualquier Ministerio deben ser parte de un plan de lucha que garantice no sólo los puestos de trabajo del ENACOM o el call center de Energía; sino de cualquier otra dependencia donde quieran atacar.
Organizarse para salir a la calle
Contra las mezquindades de ATE Capital y ATE Nacional que siguen haciendo medidas aisladas y negociando de a 20 despidos menos o 10 recontrataciones precarias más por dependencia, es imprescindible que convoquen a plenarios unificados de delegados donde puedan participar los activistas, para votar un plan de lucha real para impedir los despidos. De esta manera también los trabajadores que aún confían en UPCN sacarían la conclusión de que su sindicato no sólo firma paritarias a la baja sino que prácticamente firma los despidos.
ATE Capital y ATE Nacional tienen en sus manos la posibilidad de convocar a todos los sindicatos que se oponen a la reforma laboral para derrotarla, con un plan de lucha serio, debatido y preparado en asambleas, que incluya movilizaciones y paros en las centrales y gremios que se oponen a la reforma. Con acciones aisladas no va a alcanzar.
En las marchas masivas de febrero de 2016 se movilizaron 50.000 estatales, dando muestras claras de su capacidad de luchar. Están listos para salir otra vez a la calle las veces que sean necesarias, porque por más que para Clarín y el PRO sean sólo ñoquis o “grasa militante” son parte de la clase trabajadora que puede enfrentarse al gobierno y frenar la reforma laboral.
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