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Red Internacional
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Tucumán. Industrias del Trigo SA: una historia de arriendos y tercerización encubierta

Molino Cañuelas finaliza su contrato de arriendo y despide a la totalidad de los trabajadores, pero esta vez el molino permanecerá paralizado por tiempo indeterminado. Historia de los arriendos y de la tercerización encubierta en el molino.

Jueves 4 de octubre de 2018

El próximo 31 de octubre la empresa Molinos Cañuelas dará por concluidas sus actividades en la provincia de Tucumán, una vez que finalice el contrato de arriendo que sostiene con Industrias del Trigo SA, despidiendo a la totalidad de sus trabajadores.

Algunos comunicadores sostienen que es la consecuencia “natural” del vencimiento de un contrato a término. Molinos Cañuelas se va de la provincia y ofrece indemnizar a la totalidad de los trabajadores. Industrias del Trigo SA espera recibir el molino en condiciones pero sin trabajadores.

Detrás de esta operación “legal” se esconde una forma de tercerización encubierta del trabajo. El sistema de arriendos, muy común en la administración de ingenios azucareros en nuestra provincia, permite al dueño de la empresa obtener dividendos tercerizando la responsabilidad de las operaciones sobre la empresa arrendataria.

El caso del Ingenio San Juan es elocuente. Los verdaderos dueños, el fraudulento Grupo Altamiranda-Omil, cambian de arrendatario cada dos o tres años, períodos en los cuales estas empresas van apilando montañas de deuda por las que el Grupo no se hace responsable. Pero los que siempre pierden son los trabajadores.

Algunas veces el contrato de arriendo surge a partir de un fallo judicial. Otras, de un acuerdo privado entre las partes. El caso de Industrias del Trigo SA comienza con un arrendamiento por disposición judicial, para luego convertirse en una forma de administración privada.

Del Grupo Taselli a Emilio Luque

En una carta pública Gregorio Navarro, que en 1987 compra a Cotella la quiebra del complejo industrial en el que hoy se emplazan la Fábrica de Fideos Rivoli SA e Industrias del Trigo SA, relata una parte de esta historia, llena de estafas y fraude.

En el año 2002 la familia Navarro vende el 50% de las acciones de Industrias del Trigo SA al empresario Sergio Taselli, vaciador de Yacimiento Carbonífero de Río Turbio, Materfer, y Aceros Zapla, entre otras. Tras una disputa comercial, la familia Navarro solicita la intervención judicial y la liquidación de la sociedad.

En 2005 la justicia dispone el arriendo a favor de Emilio Luque, que para ese entones ya había adquirido mediante maniobras fraudulentas la participación accionaria del Grupo Taselli. Pero en 2010 un fallo declara nulo el contrato de arriendo en favor de Emilio Luque.

A partir de ese momento, la familia Navarro retoma el control del molino, que permanecerá paralizado por más de un año.

En octubre de 2012 firman un nuevo contrato de arriendo con Molinos Cañuelas, que ahora se traslada a la provincia de Salta dejando a la totalidad de los trabajadores en la calle. Pero esta vez, los Navarro no encuentra inversores interesados en arrendar el molino y asegura no contar con los recursos financieros para hacerlo funcionar, por lo que se espera que el molino permanezca paralizado por tiempo indeterminado.

En todo este tiempo, la familia Navarro no sólo tercerizó su responsabilidad sobre el molino y sus trabajadores, al mismo tiempo hizo usufructo de las harinas producidas como insumo para la elaboración de pastas secas en su Fábrica de Fideos Rivoli SA.

Tercerización encubierta o fraude laboral

Hay suficientes pruebas para demostrar que entre Industrias del Trigo SA y Fábrica de Fideos Rívoli SA, que están emplazados en un mismo predio, con un mismo domicilio fiscal y teléfono de referencia, existe también una integración operativa y gerencial.

En primer lugar, existe un caño directo que transporta harina desde el molino a la fábrica de pastas. Este caño permite el trasporte de harina (incurriendo posiblemente en el delito de evasión fiscal), y resulta una suerte de línea de producción continuada donde la coordinación del envío y la recepción de la harina en ambos extremos demuestra la integración productiva.

Existe un directorio compartido. El Sr Antonio Martín Bueso, bajo relación de dependencia de Fábrica de Fideos Rivoli SA entre 2007 y 2018, con el cargo de Director Suplente, revistió simultáneamente como Presidente del Directorio de Industrias del Trigo SA, al menos desde 2015 (Fuente: Boletín Oficial Pcia. Tucuman - Nro: 28470 del 16/03/15). Es decir que ambas empresas actúan coordinadamente bajo la misma dirección, las mismas órdenes y las mismas decisiones.

Además dentro del molino harinero desarrollan sus tareas indistintamente trabajadores en relación de dependencia de Molinos Cañuelas SACIFA, Industrias del Trigo SA, y la contratista Bayton. Todo esto no hace más que reforzar la justa sospecha de que detrás de este histórico sistema de arriendos, la familia Navarro, sostiene en realidad una tercerización encubierta del trabajo.

Según testimonio de los trabajadores, una buena parte de la producción de las harinas producidas por Molino Cañuelas en Tucumán se exportaban a Bolivia, país de origen de la familia Navarro, donde también tienen fábrica de pastas secas y un circuito comercial propio. Probablemente si se abrieran los libros de contabilidad se podría rastrear el suministro de harinas de Molinos Cañuelas a las empresas de la familia Navarro.

La pelea de los trabajadores de Molino Cañuelas debe sobreponerse a las argucias legales de una justicia hecha a medida de los empresarios. La familia Navarro debe absorber a la totalidad de los trabajadores bajo relación de dependencia de Industrias del Trigo SA. Y si la empresa no es capaz de poner en funcionamiento el molino y garantizar la continuidad de los puestos de trabajo, hay que arrancarle al gobierno provincial una solución para que no haya ni un solo despido más, ni una sola familia más en la calle.


Emiliano Trodler

Economista

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