Irom Sharmila, activista del Estado de Manipur (al noreste de la India), ha sido alimentada por la fuerza desde hace 16 años. Esta semana terminó la huelga de hambre más larga del mundo.
Viernes 12 de agosto de 2016
Bajo el amparo de la ley india, por la cual la tentativa de suicidio es un crimen, ha estado en prisión numerosas veces, alimentada con una sonda a la fuerza y bajo control judicial desde el comienzo de su huelga. Comenzó su huelga de hambre el 4 de noviembre del 2000, dos días después de que las tropas del ejército indio hirieran a 10 personas, entre ellas varios adolescentes, en Malom, junto a la capital de Manipur.
Sharmila estaba comprometida en la protesta contra el Gobierno indio, el cual comete atrocidades contra el seno de la población de Manipur amparándose en la “Ley de Facultades Especiales de las Fuerzas Armadas” (AFSPA, por sus siglas en inglés), aprobada en 1958, la cual es simplemente un “licencia para matar”, un poder pleno otorgado al ejército bajo el pretexto de una «sospecha razonable» dentro las «regiones alteradas» por las reivindicaciones separatistas. Otras leyes similares son igualmente utilizadas en Jammu y Cachemira. Existe una represión brutal en el Estado indio, con un ejército que mata (entre 2005 y 2015, más de 5000 personas fueron asesinadas por el ejército) y viola a las mujeres de Manipur, y un gobierno que mantiene a un estado corrupto frente a un pueblo explotado y en la miseria.
Esta semana Irom Sharmila se ha podido liberar del control judicial a través del tribunal. Terminar su huelga de hambre este martes, en Imphal, ingiriendo un poco de miel, ha sido un momento emotivo para ella. Durante los próximos días, la militante solamente puede consumir alimentos líquidos por prescripción médica.
Irom Sharmila ha confirmado durante una rueda de prensa, ante cientos de simpatizantes, estudiantes y asociaciones, que continuará su lucha presentándose a las próximas elecciones de Manipur. Tras hacer balance de su «combate solitario», concluye que no ha podido lograr su objetivo: conseguir abolir la ley que otorga plenos poderes al ejército indio. Hoy en día, Irom Sharmila es considerada un símbolo de la resistencia pacífica, y se presentará como candidata independiente en defensa de la ‘no violencia’ y rechazando aliarse con ningún partido político.
Durante la rueda de prensa, la militante se ha dirigido a los miembros del gobierno: «Señor Primer Ministro, en estos tiempos usted necesita la no violencia. Sin esta ley draconiana, sería capaz de conectar con nosotros. El primer ministro Modi necesita seguir la vía de la no violencia de Gandhi». Pero, ¿realmente bastará la no violencia contra la violencia represiva del Estado indio? ¿Y contra Modi, primer ministro y miembro de un partido de extrema derecha conocido por la violencia perpetrada contra la población musulmana que él mismo ha tratado de ocultar?
Irom Sharmila tiene un cierto nivel de legitimidad y de confianza por parte del pueblo de Manipur, dentro de un contexto de desconfianza generalizada con respecto a los partidos políticos, pero la situación permanece abierta en lo que concierne a las oportunidades de ocupar un puesto importante en las elecciones. Asimismo, ¿podrá su popularidad mediática compensar su falta de lucha política contra este gobierno neoliberal, racista y reaccionario?
Autora: Thabitha Kotravaï
Traducción de Natalia Pons
Révolution Permanente
Francia