La reunión del Consejo Directivo esta convocada para este miércoles a las 14 horas en la sede de Azopardo. El dato que llama la atención es que uno de los triunviros no participará. ¿La CGT dividida?
Martes 30 de enero de 2018 23:09
Con la crisis laboral como telón de fondo, el Consejo Directivo de la CGT se reúne este miércoles por la tarde en la sede de la calle Azopardo 802.
La convocatoria es para analizar la "situación social y económica" y poner a consideración el "documento elaborado en la ciudad de Mar del Plata", que tuvo de anfitrión a Luis Barrionuevo, dirigente de los gastronómicos y uno de los padrinos sindicales del actual triunvirato.
El llamado a la reunión lo firman dos de los integrantes del triunvirato, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña. No tiene la firma de Héctor Daer, representante de "los Gordos".
La convocatoria sin Daer expresa las divisiones que existen entre los integrantes del triunvirato y las tendencias que marcan cada uno. Daer, junto con los "independientes" (Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri) buscan afianzarse como los interlocutores que más dialogan con el Gobierno y mantienen buena relación con funcionarios como Triaca y Marcos Peña.
El documento que surgió de la reunión en Mar del Plata, titulado: "Quien quiere oír que oiga", enunciaba duras críticas contra el Gobierno y se pronunciaba contra la reforma laboral.
En el momento en que surgió la iniciativa de la reforma, tanto Acuña como Schmid habían mostrado su apoyo a la misma. Ahora, como buenos camaleones, parecen cambiar de idea y seguir los consejos de sus padrinos Moyano y Barrionuevo.
En medio de la persecución oficial y judicial contra los sindicalistas, que tiene como protagonistas a Moyano versus Macri, se da la convocatoria a la reunión del Consejo Directivo.
Moyano ahora quiere mostrarse como opositor y marcar la cancha dentro de la CGT para reacomodarse. Moyano enfrenta innumerables causas judiciales como parte de la ofensiva de Cambiemos sobre la burocracia sindical, basándose en el enorme enriquecimiento de los dirigentes sindicales.
La reunión de Consejo Directivo busca además el respaldo de los gremios que participaron el 18 de enero en el asado en Mar del Plata, donde se redactó el documento mencionado y se tendieron puentes para sumar a las dos CTA, y a gremios cegetistas que están hoy alejados de la central, como los bancarios y aceiteros.
La convocatoria también considera que la profundización de los despidos son suficientes argumentos para realizar una movilización el 22 de febrero que reúna a la mayor cantidad de gremios posibles y así demostrarle al oficialismo el poder de movilización de los sindicatos. El titular de la Bancaria, Sergio Palazzo, confirmó la participación de la Corriente Federal en dicha marcha.
Palazzo expresó que la movilización tiene por objetivo “la defensa de la organización sindical y manifestarse en contra del ajuste que propone el Gobierno", y agregó que respalda a Hugo Moyano en medio de los cruces con el presidente Mauricio Macri.
Por su parte, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky , y el titular de Suteba, Roberto Baradel, se reunieron hoy con Pablo Moyano y apoyaron la marcha. Al finalizar la reunión el dirigente de la CTA dijo: "Acá no se salva nadie y en soledad no se salva ningún sindicato. Tenemos que salir todos juntos. El presente que estamos pasando es de penuria. Nos están dando por todos lados, nos están quitando derechos, nos están bajando salarios. Vamos a estar todos juntos, va a ser la marcha más grande que hayamos hecho" y resaltó: "Si hay que construir una unidad donde estemos todos juntos los que estamos convencidos de que hay que pelear, la vamos a construir".
En el marco de la tregua que le viene dando la CGT al Gobierno, que llegó a justificar la represión, ahora aparecen las fracturas porque no pueden contener el descontento generalizado que viene manifestándose en luchas como la del Hospital Posadas, la del Inti, la de Fanazul por nombrar solo algunas.
La CGT convoca la marcha para contener la reacción que tienen los distintos sectores de trabajadores que salen a luchar, defenderse de las persecuciones judiciales y mantener sus prebendas. Esta actitud de los dirigentes lejos está de desarrollar un serio plan de lucha que le frene la mano al Gobierno de los empresarios.
