Se trata de la segunda baja consecutiva de tasas en el año. Los tipos de interés quedaron en el nivel de 4,50% y 4,75%, respondiendo a una desaceleración de la inflación de Estados Unidos, aunque no al ritmo de 2 % anual como esperan sus autoridades. La llegada de Trump a la presidencia podría modificar el panorama y los supuestos sobre los cuales se proyectan más bajas de tasas en 2025, y revertir las condiciones.
Jueves 7 de noviembre 19:10
Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos.
La Reserva Federal (FED) recortó este jueves las tasas de interés un cuarto de punto (25 puntos básicos), para fijarla en en un rango de 4,5% a 4,75% anual. La decisión se fundamenta en la desaceleración de la inflación en Estados Unidos, que no obstante se mantiene en 3,3% anual, todavía por encima del objetivo del 2 %. Se prevé la aplicación de otro recorte de 0,25 puntos en diciembre y otros cuatro recortes en 2025, aunque el triunfo de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, quien sumirá el 20 de enero, podría modificar estos planes.
"La actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo sólido", dijo el Comité Federal de Mercado Abierto de la FED, encargado de fijar las tasas, al término de una reunión dos días en la que decidieron la reducción de tasas, tal y como se esperaba.
No obstante, a diferencia de comunicados anteriores de política monetaria que se hacía referencia a la ralentización de los aumentos mensuales del empleo, esta vez la referencia al tema fue más general. Aunque la tasa de desempleo sigue siendo baja, "las condiciones del mercado laboral se han relajado en general", agregó.
Los riesgos para el mercado laboral y la inflación estaban "aproximadamente equilibrados", dijo la Reserva Federal, repitiendo el lenguaje del comunicado publicado después de su reunión de septiembre, de aceurdo a la agencia de noticias Reuters.
El nuevo comunicado también modificó ligeramente la referencia a la inflación, diciendo que las presiones de los precios habían "progresado" hacia el objetivo de la Fed, en lugar de "progresado aún más". Esto se debe a que el índice de precios de los gastos de consumo personal, excluidos los alimentos y la energía, un indicador clave de la inflación, ha variado poco en los últimos tres meses, situándose en septiembre en torno al 2,6% anual.
Si bien la baja de tasas se realizó según lo previsto, el contenido de la declaración de la Reserva Federal se relaciona con la victoria de Donald Trump en las elecciones. Trump hizo campaña con ejes económicos de implementar una suba fuerte de los aranceles a las importaciones, lo que podrían tener un impacto amplio e impredecible en el panorama económico de los próximos meses. Una suba de aranceles a las importaciones en Estados Unidos podría frenar la baja de la inflación que le viene permitiendo a la Reserva Federal norteamericana (FED) disminuir la tasa de interés de referencia. Los nuevos impuestos impactarían en los precios de los productos que deben comprar los trabajadores para sobrevivir, presionando al alza la inflación.
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¿Qué consecuencias podría tener para la Argentina la baja de tasas?
La baja de tasas de interés en términos generales torna más atractivos los flujos de capitales a países dependientes o llamados "mercados emergentes" como la Argentina, que encuentra una agenda de vencimientos de pagos de deuda para los próximos años muy difícil de cubrir (más de 20 mil millones de dólares promedio por año) y que el gobierno de Milei intenta descargar sobre el pueblo trabajador. Una baja de tasas alivia el costo del crédito, aunque se encuentra lejos de solucionar el enorme endeudamiento argentino.
Asimismo, el nivel de tasas de interés de la FED aún no presenta niveles del todo bajos, y su mantenimiento en el rango de 4,5 a 4,75% podría durar poco si se modifican las condiciones internacionales y de la propia economía norteamericana.
El plan económico de Trump podría implicar, si cumple con sus promesas de campaña, imponer al menos un 10% de arancel sobre todas las importaciones, así como impuestos significativamente más altos sobre los productos provenientes de China. Asimismo, la restricción a los flujos migratorios es vista como un encarecimiento de costos por los capitalistas norteamericanos debido a que basan sus ganancias en gran medida en la explotación de trabajadores migrantes con pésimas condiciones de trabajo y salarios.
Por lo tanto, la institución que conduce Jerome Powell -que ya había sido cuestionado por Trump en el pasado- podría verse obligada a revisar su programa de recorte de las tasas en los próximos meses.
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