Afirmó Eduardo Grüner en la reseña publicada en Revista Ñ sobre la biografía gráfica de Rosa Luxemburg. Periodistas de cultura de los medios más importantes del país también la reseñaron.
Miércoles 5 de julio de 2017
En su reseña de Revista Ñ Eduardo Grüner elogia el conjunto del libro destacando tanto valor artístico como su contenido, su excelente adaptación al lenguaje de la novela gráfica y considera que:
Muy pocas veces se tiene oportunidad de ver, dentro de dicho género, una correspondencia tan equilibrada entre lo que tradicionalmente se llama “forma” y “contenido”. O mejor, como hubiera dicho Hjemslev, entre la forma del contenido y el contenido de la forma. Se requeriría todo un equipo de Steimbergs, Traversas o Verones (por solo nombrar algunos de nuestros especialistas locales) para analizar a fondo la complejidad semiótica del texto de Evans, siempre atenta a que el registro icónico (el “dibujo”, al principio engañosamente esquemático, y luego progresivamente “adensado”), más que complementar suplemente con plena pertinencia el “mensaje” lingüístico (...)Todo ello contribuye a otorgarle a la historieta una cualidad cuasi cinematográfica, donde fácilmente podría trazarse un paralelo entre los recursos centrales del lenguaje fílmico y su trasposición a este otro lenguaje que Oscar Masota bautizó célebremente como literatura dibujada: montaje, secuencia y plano-secuencia, primer plano y plano “americano”, encuadre, toma subjetiva y demás “artificios” (en el buen sentido de instrumentos técnico-estéticos), demuestran que Evans es perfectamente consciente del parentesco ineludible entre ambos lenguajes –subrayado por el hecho ¿azaroso? de que el arte del cómic se sistematizó prácticamente en simultáneo con la definición de la “escritura” fílmica por pioneros como Griffith o Eisenstein–: de hecho, durante cuatro páginas enteras, y no en un momento cualquiera de la historia –se trata del pasaje que va de la crisis política provocada por la Primera Guerra a la toma del Palacio de Invierno por los bolcheviques– las viñetas se transforman en “fotogramas” dispuestos a lo largo de una “cinta” cinematográfica: casi creeríamos estar viendo Octubre del ya citado Sergei Eisenstein.
Foto Benavides infobae
En su columna de InfoBae Sofía Benavides también relaciona la obra con el lenguaje cinematográfico:
El libro La Rosa Roja -cuya versión en español acaba de ser presentada en Argentina por Ediciones IPS- de la británica Kate Evans, colabora con el acercamiento a un personaje que, casi cien años después de su muerte, sigue teniendo mucho para decir. Se trata de una biografía gráfica que a través de la obra y de su correspondencia personal delinea la personalidad y la vida, pero también los debates y aportes teóricos de esta mujer que hizo de bisagra entre dos siglos. Recuerda en ese aspecto a otro homenaje que llevó su nombre y que fue presentado en 1986, dirigido por Margarethe von Trotta, en forma de película.
Foto Gigena las 12
Hizo lo propio Daniel Gigena en el Suplemento Las 12 destacando la originalidad narrativa de la obra:
La originalidad narrativa de Evans para contar una vida que floreció en los umbrales del siglo XX es asombrosa.
Foto Chiaravalli Ideas
También Verónica Chiaravalli resalta al respecto:
Las viñetas de Evans -que no rehúyen la tragedia ni prescinden del humor- ofrecen un fresco ágil y ligero, pero a la vez profundo, de una vida intensa, consagrada al intelecto y a la acción.
Por su parte en su Columna de Novedades y Recomendaciones Literarias en el programa "Que vuelvan las ideas" por AM 750 Patricia Díaz Bialet hizo una detalla recomendación donde destaca que “pareciera que por un lado estás leyendo un libro y por el otro estás viendo una película”
Además tubo su lugar con Héctor Pavón “Un libro un lector” en Clarín y en “Recomendaciones” Página 12, estas se agregan a las primeras repercusiones que ya dimos cuenta en La Izquierda Diario.
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La Rosa Roja busca inspirar con el ejemplo de una vida apasionante a nuevas generaciones, esa es nuestra ambición desde Ediciones IPS, una editorial militante impulsada por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) desde 1998.