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Red Internacional
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Universidad. La UPN en la encrucijada: trabajadores y estudiantes adelante

Desde hace 17 días los trabajadores administrativos, pertenecientes a la delegación sindical (D-III-47), se encuentran en una Movilización Activa Indefinida en defensa de sus derechos laborales frente a la política de la Rectora Rosa María Torres.

Viernes 6 de marzo de 2020

Esta situación originó una exigencia de dialogo público y resolutivo por parte de estudiantes organizados en asamblea con la finalidad de que no se afecte a ningún sector. ¿Qué lecciones nos deja esta primera jornada de organización estudiantil?

En la UPN Ajusco los trabajadores han comenzado a luchar por una serie de demandas sindicales: entre ellas están el respeto al CCT, publicación de las convocatorias a promoción de categorías laborales, depósito de aumentos salariales y el respeto al pago de calidad y eficiencia.

Puedes ver: Exijamos a la rectora que resuelva las problematicas de la UPN
En el centro del movimiento está la delegación sindical III-47 del SNTE. Un paro de 12 horas se convirtió en una movilización activa indefinida.

La rectora Rosa María Torres, no tuvo intenciones por 8 meses de escuchar, ni cumplir los acuerdos, mucho menos resolver las demandas y el movimiento está en la encrucijada. Nos hacen pensar que como hay política de austeridad las demandas de las y los trabajadores son "privilegios" pero no es así, los derechos laborales son conquistas a las que todas y todos deberíamos de poder acceder y como futuros trabajadores de la educación lo debemos de tener muy claro, ya que nos destinan al trabajo eventual, outsourcing, subcontrato, pago por honorarios, sin ninguna prestación y con salarios que apenas y nos permiten llegar a fin de mes.

El movimiento, que buscaba ser aislado por las autoridades, fue abrazado por asambleas estudiantiles y por los docentes.

Lecciones para desarrollar una organización estudiantil permanente en la UPN

En primer lugar es clave destacar que las y los estudiantes que asistimos a la primer asamblea del día lunes 24 de febrero después de no contar con mucha información y tener incertidumbre sobre lo ocurrido, escuchamos a la delegación sindical y pudimos concluir que la principal responsable era la Rectora, quién se niega a dar explicaciones y resolver sin que se afecte a ningún sector.

Una lección importante es que la rectoría debió acceder a abrir una mesa de dialogo el día lunes 02 de marzo en la Secretaria del Trabajo y Previsión Social con la participación de la delegación sindical y una comitiva de docentes y estudiantes (en calidad de observadores) por la unidad qué se forjó entre estos tres sectores.

Y es que la generación estudiantil de hoy no tiene un futuro conquistado ya que solo le destinan precariedad, bajos salarios, nulos derechos sindicales. Es por lo que debemos unirnos a los trabajadores. Es esta unidad (estudiantes, docentes y trabajadores administrativos) es lo que logra imponer la apertura de las mesas de dialogo ante la negativa que venía sosteniendo la Rectora de sentarse a escuchar, aclarar y resolver, cuestión que se debe fortalecer pues existen intentos desde algunos sectores de las autoridades y de estudiantes por quebrar la unidad bajo el argumento de que los trabajadores administrativos manipulan y utilizan a las y los estudiantes y que finalmente su lucha nos es ajena, pues lo que importa es volver a clases, realizar los trámites pendientes, dejando de lado ¿a qué universidad volvemos?; ¿cómo volvemos? y ¿qué universidad dejamos para las futuras generaciones?.

Los argumentos del sector estudiantil, que incita a romper la unidad está sostenida bajo argumentos del tipo de la necesidad de fortalecernos como comunidad estudiantil, cuestión que puede ser correcta pero si no está sostenida bajo la lógica de solo ubicarnos en nuestras necesidades e intereses, pues esta visión no solo fortalece una lógica individualista sino que también marca un precedente pues se confrontan los sectores que integran la comunidad universitaria y se pisotean demandas legítimas, abriendo la posibilidad de quebrar la lucha de las y los trabajadores administrativos.

La generación de jóvenes estudiantes debe seguir abrazando la lucha de los trabajadores pues en el futuro seremos la fuerza de trabajo que buscará día a día ganar lo suficiente para sobrevivir. Por eso necesitamos una organización permanente de los estudiantes para unir nuestros reclamos a los trabajadores y docentes, además de comenzar a discutir la democratización de nuestra institución.

Frente a la política de Rectoría que buscaba que los estudiantes se pronuncien contra las demandas de las y los trabajadores administrativos nosotros debemos tener claro que somos futuros trabajadores u algunos ya nos encontramos en el campo en pésimas condiciones para sostener nuestros estudios, pues las becas son insuficientes. Tengamos o no acuerdo con las demandas son legítimas y no podemos pisotearlas, si Rosa María Torres quiere grupos de choque o porros, no deben provenir de estudiantes con formación social, humanista y crítica.

Otro desafío que debe afrontar esta unidad es mantener su independencia política frente a los partidos patronales del régimen. Independencia que se forja por la vía de la movilización primeros diálogos, que, aunque no son aún resolutivos son un paso conquistado por la organización y la lucha en las asambleas dónde son los estudiantes, quiénes vierten sus posturas, dialogan, proponen y votan, sin permitir que los consejeros estudiantiles electos en proceso antidemocrático se monten sobre las demandas y organización.

Por eso, la asamblea debe ser el máximo órgano de decisión pues permite la participación democrática de todos, estudiantes, maestros y académicos y debemos solicitar la solidaridad de otros sectores como estudiantes o docentes en lucha de otras universidades, sindicatos democráticos y los padres de familia de los estudiantes, pobladores cercanos de nuestra escuela para lograr nuestras demandas. A la par de masificar las asambleas para que seamos la comunidad estudiantil para conseguir nuestras reivindicaciones al interior de nuestra unidad Ajusco.

Ahora bien por lo que hace al presupuesto, es sabido que las universidades presentan un déficit por el mal manejo de los recursos que se pueden ir heredando pero no podemos negar que hubo un fuerte recorte presupuestario que golpea severamente a nuestra universidad. La política de la 4T prefirió recortar presupuesto a la educación para financiar a la Guardia Nacional, cuestión que para estudiantes en el terreno educativo, es preocupante pues sabemos que a miles de niños y jóvenes se les niega el acceso a la educación pública y gratuita y no hay política para construir más escuelas.

Nuestro programa debe plantear la apertura de los libros de contabilidad para analizar la gestión de nuestro precario presupuesto y debemos movilizarnos para exigir un aumento al presupuesto educativo en base al no pago de la deuda externa y al no aumento presupuestario a la Guardia Nacional.

En medio de la 4T el presupuesto a las universidades se redujo drásticamente. Pero se paga puntualmente a la Guardia Nacional para ser el muro de la Border Patrol en el Suchiate. Eso no puede seguro así pues la austeridad es un pretexto para aplicar un voraz ajuste a las conquistas de las y los trabajadores.

Los estudiantes exigimos: aumento al presupuesto educativo, necesitamos la apertura de los libros de contabilidad para conseguir las demandas de las y los trabajadores, democratización de UPN en la que los estudiantes, trabajadores y académicos tomemos el rumbo de nuestra universidad, independencia de nuestro movimiento frente a las autoridades.

Venimos exigiendo un diálogo público, resolutivo, que permita aclarar e intercambiar sobre nuestras problemáticas, pocas veces somos escuchados como comunidad estudiantil. Ante la respuesta de la Rectora emitida el día de ayer a nuestra exigencia de dialogo público y resolutivo, no se debe soslayar el acuerdo de que no debe ser un dialogo a puerta cerrada entre solo un sector de estudiantes, debe estar abierto a toda la comunidad universitaria y si la asamblea define que los que participen deben ser electos democráticamente, estos debe responder a los mandatos de nuestra base, apegados a los acuerdos que establecimos para el dialogo de estas características, es decir, apegados a los acuerdos establecido en nuestro pronunciamientos sin dejar de lado nuestras propias demandas que comienzan a plasmarse en la construcción de nuestros pliego.

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Sino el riesgo que corremos es que este dialogo aparentemente aceptado por la Rectoría tenga como dos objetivos, dividir la unidad de estudiantes, docentes y trabajadores administrativos y legitimar la vuelta clases bajo el argumento de que es la principal demanda de la comunidad estudiantil sin importar que no se resuelva el pliego de la comunidad del sector que sostiene nuestra universidad.

Los estudiantes, trabajadores y académicos contra la rectoría somos quienes lograremos sacar a la UPN de la encrucijada.